La transición en marcha en EEUU es de las más conflictivas de la historia, afirma con acierto una columna del New York Times, pues son los multimillonarios de Silicon Valley quienes la lideran. Y a expreso pedido de Donald Trump.
El presidente electo reunió a sus principales asesores en su resort de Florida, Mar-a-Lago, y destacó la presencia allí del multimillonario jefe de Tesla, Elon Musk, y el multimillonario cofundador de Oracle, Larry Ellison. Y les dijo al grupo: “Hoy traje a las dos personas más ricas del mundo. Y ustedes: qué trajeron?”
Los multimillonarios y millonarios de Silicon Valley que han estado influyendo en las decisiones de contratación e incluso realizando entrevistas para puestos de alto nivel. Muchos de los que no están involucrados formalmente, como Ellison, han estado felices de asistir a las reuniones, se afirma en la colimna de Teodoro Schieifer, Maggie Haberman y Jonathan Cisne.
La participación de los multimillonarios, en un grado mucho más profundo de lo que se había informado anteriormente, ha convertido a esta transición presidencial en una de las más conflictivas de la historia moderna. También conlleva implicaciones que podrían ser enormes para las políticas de la administración Trump en temas como los impuestos y la regulación de la inteligencia artificial, por no mencionar que choca fuertemente con la idea de que el populismo de Trump se trata de ayudar a los trabajadores.
La presencia de la gente de Silicon Valley en momentos críticos también refleja algo más grande. Silicon Valley alguna vez fue visto como un bastión demócrata, pero la nueva generación de líderes tecnológicos, personificada por Musk, a menudo tiene una ideología de derecha y la sensación de que ahora tienen la oportunidad de cambiar el equilibrio de poder a favor de un espíritu emprendedor menos restringido.
Los líderes tecnológicos en la órbita de Trump están presionando para que se desregulen sus industrias y se haga un uso más innovador de las tecnologías del sector privado en el gobierno federal, especialmente en la industria de defensa. Alrededor de una docena de aliados de Musk se tomaron un descanso de sus empresas para actuar como asesores no oficiales de la iniciativa de transición de Trump.
En términos generales, el grupo está presionando para que se regulen menos las industrias como las criptomonedas y la inteligencia artificial, para que la Comisión Federal de Comercio sea más débil y se puedan hacer más transacciones, y para que se privaticen algunos servicios gubernamentales para que el gobierno sea más eficiente. El propio Musk ha llamado a algunos ejecutivos de importantes empresas públicas y les ha preguntado cómo está el gobierno obstaculizando sus negocios y qué puede hacer él para ayudar.
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor:
- Un nuevo ejemplo | El parlamento de Israel votó 61 a 41 a favor de legalizar un crimen de guerra
- Acuerdo tras ultimátum de Trump a Netanyahu y los lideres de Hamás
- México: reclutan jóvenes para el narcotráfico a través de teléfonos celulares
- Los dilemas que le esperan a Trump
- Una mujer es la ministra del gobierno de transición en Siria