Lucía Topolansky decidió hacer un atentado en el Uruguay. El método utilizado fue la aberrante mentira, la irresponsabilidad y la inconsistencia de sus dichos.
Algunos entendidos lo resumen en las siguientes palabras:
«Esto es un historial de problemas de “Tupitas” y entre “Tupitas”, y pacto Ormetá con los milicos de la dictadura y derrota del MLN previo a ella, donde estuvo construida por sus propios buchones, botones y traidores surgidos desde el corazón del movimiento».
En el atentado no hubo daños materiales ni lastimados corporales pero desde su parte, junto al aval de Mujica y Manini Ríos, sumado al oportunismo de Sanguinetti; Lucía Topolansky atentó a la Verdad y Justicia de nuestro país.
Los resultados a priori fue la explosión y herida interior de cada persona afectada por el terrorismo de Estado y a las estructuras vertebrales de un Estado de Derecho Democrático y Republicano como el nuestro. Que tanto como sociedad nos costó recuperar y construir de nuevo. Hoy vivimos y disfrutamos felizmente con Verdad y Justicia, con mucho por avanzar, siendo ejemplo en el mundo entero.
Lucía Topolansky en su atentado dijo en palabras más y menos que hay “gente que en la Justicia miente en las declaraciones sobre crímenes ocurridos en dictadura para meter presos a militares inocentes».
Es claro y contundente que estos dichos no tienen ningún tipo de sustento, solo buscan generar un efecto que todavía se está por descifrar, no creo que sea producto de la edad de la persona ni comentario aleatorio. Todo atentado tiene su objetivo, su búsqueda de efecto y graves consecuencias, nunca en pos de la democracia y en favor de la vida.
Digo con total seguridad que cualquier persona si miente en la Justicia dura «3 segundos la mentira». La justicia muchas veces puede ser lenta pero seguro que no es tonta.
Por suerte en Uruguay a la Justicia la tenemos y hay que defenderla. ¿Es perfectible?. Sí. Pero hay que ayudarla y construirla con hechos constructivos, no con oscurantismo de personas que tienen muchas deudas con los caminos saludables de la democracia y con el Estado de Derecho, tal vez, con muchos arrepentimientos. Sus arrepentimientos sería la única luz que podríamos rescatar de todo esto.
Ahora la Justicia que proceda libre y segura en su accionar. Mientras tanto que los problemas de los «Tupitas» no arrastre ni destruya la verdadera historia, ni se metan con las víctimas de la dictadura que trasciende enormemente no solo a ellos.
Me alegro principalmente que el Presidente electo Yamandú Orsi, votado con total alegría por el pueblo en merecida victoria, y el nuevo MPP, hayan tomado otra postura frente al atentado de Lucía Topolansky avalado por lo más rancio de la Derecha tradicional de nuestro país.
El Frente Amplio y todas las otras Izquierdas, organizaciones de Derechos Humanos y democráticos, Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, los sectores democráticos de la Derecha y el Uruguay no se merecen este atentado.
¡Viva la Verdad!.
¡Viva la Justicia!.
Por Andrés Legnani
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