/ Tres días después de asumir, el nuevo gobierno emprendió una lucha decidida contra el lavado de activos en el país con una comisión gubernamental de primer nivel ejecutivo. Las metas de la estrategia aprobada no son maximalistas pero se entiende que alcanzables.
«La base es en Uruguay se lava y no queremos que se lave. Por lo cual hay voluntad política de combatir al lavado de activos como una expresión necesaria e importante del crimen organizado. O sea, el tema de la decisión es lo fundamental», afirmó el asesor de la comisión formada, Ricardo Gil Iribarne . «Lo segundo es que para combatir al lavado de activos, no podés limitarte a decir ‘tengo una fiscalía especializada o una Senaclaft o un Banco Central'».
Es fundamental la coordinación interinstitucional. A respecto, se reflotó y se jerarquizó nuevamente un organismo clave que es la Comisión Coordinadora contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo, que está integrada por los viceministros, por los subsecretarios de los principales ministerios, por la el Banco Central, por la JUTEP, por la Senaclaft, y se han incorporado, por ahora como invitadas y pendiente de la ley que lo apruebe, la Fiscalía General, la Secretaría de de Inteligencia, y para la coordinación al prosecretario de la Presidencia, como era antes.
«Este organismo ya se reunió cuatro veces en cuatro meses, la misma cantidad de reuniones que durante los cinco años anteriores», anotó Gil Iribarne. En esas reuniones, los dos temas más importantes que se han tratado son el proyecto de ley que ya se mandó al parlamento ajustando las normas antilavado, partiendo de la base que el problema que tenemos no es de ley, pero que hay una serie de cambios que ayudan como la modificación de la constitución de la comisión, algunos temas que ayudan a la coordinación, y algunos temas que el programa anterior había hecho retroceder, como el umbral de pagos de efectivo, que ahora se ubica en una cifra intermedia. En este momento son 155.000 dólares. Se vuelve a bajar y va a quedar en el orden de los 40.000. También se propone modificar la parte de la LUC que planteaba que si una operación venía bancarizada era de bajo riesgo para el sector no financiero y por lo tanto podían hacer una diligencia de control simplificada.»
«El segundo tema es que el miércoles 12 se aprobó la estrategia nacional contra lavado de activos, a partir de la definición de Alejandro Montes de Oca, que había quedado encajonada». Montesdeoca es el experto que viene trabajando el tema para Uruguay desde hace décadas.
«Lo sacamos del cajón, lo actualizamos, ajustamos algunas cosas y ayer se aprobó y, saldrá un decreto por el cual se va a aprobar la estrategia. Y esos fueron, a ese nivel, los pasos importantes. A un segundo nivel, se constituyó el sistema integral de lucha contra el lavado, contra el crimen organizado y el narcotráfico, creado como una de las 63 prioridades del programa de Gobierno y cuya función es coordinar la ejecución de políticas».
Serán organismos más operativos, y que van a participar ya en la definición de las coordinaciones, en compartir información en una serie de temasmás específicos. Se trata también allí que la coordinación se privilegie y se cree un organismo más operativo. Y más allá de un tercer nivel, se mantendría la propuesta de equipos para investigaciones concretas, tomando decisiones adecuadas sobre qué organismos tienen que estar y y cómo se arma el equipo, siempre bajo la batuta de la fiscalía. «Después, lo otro que hemos hecho es emprolijar un poco la casa. Por ejemplo, la Senaclaf tiene la casi totalidad de sus funcionarios en pase en comisión».
Sí, no tiene presupuesto.
Sí.
No tiene presupuesto, creo, ¿no?
«Tiene muy poco presupuesto y sobre todo no tiene una estructura definida, ni tiene funcionarios propios. En consecuencia ya empezamos a trabajar a trabajar en ese sentido, con una propuesta de reestructura, con algunos cambios de personal. Con presidencia acordamos que podíamos cambiar funcionarios, pero no incrementar su número. Entonces se rotan por un tema de perfiles y de características. Y así buscamos armar equipos de fiscalización para el tema de seguridad, y equipos de equipos de investigación para apoyar a la fiscalía. En eso estamos; haciendo análisis de riesgos sobre los distintos sectores obligados, y apoyando a la fiscalía hasta donde se puede en las investigaciones en las que nos pide apoyo, que no son todas.»
Y con respecto a los sujetos obligados, se estableció el derecho a reuniones con, sobre todo, las partes más organizadas; por ejemplo, con las gremiales, con el colegio de contadores, el de escribanos y zonas francas. Esto, a partir de la concepción de que no están cumpliendo bien, pero el Estado tampoco ha cumplido bien. Entonces, lo primero es que el Estado cumpla sus obligaciones, cosa que no ha hecho bien, y paralelamente trabajar con el sector privado para reafirmar sus obligaciones.
«A veces los sujetos obligados se pueden hacer los distraídos, y además el gobierno anterior les dio un mensaje de que bueno, en realidad no era tan importante, que no había que molestarse mucho. Nosotros decimos: no, esto es muy importante. La primera obligación es la del Estado, nosotros la vamos a cumplir y vamos a exigir que también los privados cumplan con la suya en un marco de diálogo, de comprensión, etcétera. Pero son obligaciones, no son pedidos de ayuda; son obligaciones legales. Y por otro lado hemos trabajado en la parte de investigaciones con la fiscalía, donde se viene de poquísimos resultados en los últimos años.»
«La fiscal general informó en la comisión que desde que se creó la fiscalía especializada hubo 4 condenas, y van dos años y algo. Lo que se planteó en consecuencia –y está en el proyecto de ley– es un cambio en el diseño institucional. Se propone eliminar la fiscalía especializada, y la fiscalía general va a definir cómo cómo se redistribuyen los casos a partir de ahora; quién asume los casos de lavado a partir de ahora. Eso, se definió, lo debe hacer la fiscalía; es la que sabe del tema, es la responsable del tema. Y el Poder Ejecutivo, a través de Presidencia, no quiere interferir con eso.»
«Ahora el proyecto fue al parlamento y en las próximas semanas serán las gestiones para que ese proyecto sea aprobado; o si corresponde, se modifique, se mejore, lo que sea. Pero se trata de hacerlo lo más rápido posible.»
Hicieron bastante.
«Se ha trabajado, se ha trabajado mucho, tratando aparte de revertir algo que detectamos, que ahí se había instaurado mucho trabajo a reglamento, mucha mucha quietud, mucha calma. Y nosotros decimos, no, estos temas hay que sacarlos rápido, hay que trabajar fuerte.»
Me imagino que están buscando un buen caso de lavado para causar impacto.
«Eso, si trabajás bien se tiene que dar solo».
Se tiene que dar.
«No, no tener, porque la idea no es salir a buscar; eso suena suena feo, suena como que estás forzando la mano. No, no, eso se tiene que dar porque, a ver, si tuviste cuatro mil condenas por delitos precedentes, no puede ser que tenga solo cuatro condenas por lavado. Algo anda mal. Bueno, nosotros queremos corregirlo. El cambio en la fiscalía es importante, porque con el esquema actual, y más allá de cómo actúa cada uno, se entiende negativo separar la investigación del delito precedente de la investigación de lavado.»
«Y tanto las recomendaciones internacionales como la propia ley uruguaya dice que los dos se tienen que investigar de forma simultánea. Claro. Y en forma activa, digamos. Eso también influyó en los pocos casos, más allá que también si tenés un fiscal especializado que recibe todos los casos, tenés dos problemas. Uno, el efecto embudo, o sea, vas a ir al ejemplo, si tenés conexión ganadera, como tiene este fiscal, es muy difícil que puedas abarcar 10 casos más o 15 casos más de los que tenés.»
Sí, claro.
«Porque es un caso complejo, muy mediático, con muchos damnificados, con mucha presión. Entonces, eso es un problema. El segundo problema es que si tenés un solo fiscal, dependés mucho de las características de trabajo de ese fiscal, que pueden ser excelentes, regulares, mejores o peores, pero está muy condicionado por la persona, ¿no? Entonces, este, eso también ha influído. Nosotros decimos, bueno, vamos a trabajar bien y eso tendría que generar resultados en un plazo razonable. Si no genera, bueno, ahí no le podemos echar la culpa a nadie; es culpa nuestra.»
Ahora, ¿cómo ven el tema de la de la burocracia estatal, el tema de las distinta instituciones o departamentos del Estado que no se comunican entre sí, que les da pereza, que tienen su rutina. Ustedes llegan hasta un nivel de jerarquía, pero abajo de eso está el empleado público. ¿Cómo lo ven eso?
«Yo lo que veo — y esta es mi opinión como asesor– yo lo veo es que no está solo abajo, que esa es muchas veces una característica de los jerarcas públicos. Lo que estamos haciendo con estos ámbitos de coordinación es trasladar la voluntad política de que esto tiene que cambiar, de que acá a ninguno de los organismos le vamos a cambiar su objetivo principal.»

«O sea, el objetivo principal de la DGI es recaudar, el objetivo principal de la Aduana es controlar el ingreso y salida de bienes del país. El objetivo principal del Ministerio de Educación y Cultura es la educación y la cultura, pero el tema de lavado es transversal y la idea es que cada uno en su zona cumpla lo mejor posible. Eso implica cooperación, implica coordinación, implica compartir información. Este sigue siendo un país donde cada uno tiene su valle de información. O puede pasar como pasa, según hemos constatado: la Senaclaft tiene acceso a muchísima información. Hoy tiene acceso a muchísima información.»
«Tenemos acceso a más información que la fiscalía, y nadie sabe por qué. ¿Por qué diablos nosotros tenemos más información que la fiscalía, si la fiscalía es la que investiga? ¿No? Entonces, todo eso hay que repensarlo, cambiarlo sin enloquecerse, pero sabiendo que todo esto existe para que funcione.»
«Tenemos que hacerlo funcionar. Entonces, hay que romper con la burocracia, hay que romper con los secretismos, hay que romper con las chacras, hay que capacitar gente. Pero lo primero es lo que te decía: esto supone que los actores entiendan y compartan lo importante que es combatir el lavado de activos, Y no como se planteó en algún otro momento: ‘bueno, hay que hacer algo, pero tampoco hay que matarse porque no es un problema que nos preocupe mucho, y además precisamos inversiones, vamos a no correrlas’, y ese tipo de argumentos que existieron en los últimos años, que fueron muy negativos. Generaron no sólo lo que se puede llamar la actitud genérica, histórica de algunos funcionarios públicos; además, generaron la idea de que este tema no era importante. Y si no es importante, yo no me voy a matar. ¿Para qué me voy a matar si el gobierno me dice que no es importante? Eso se da a todos los niveles. Si bien es cierto que se puede dar más en los niveles bajos, a mí me preocupa mucho más que se den los niveles altos, porque ahí es donde se resuelve el pescado.»
Y a la vez es cierto que en la medida que trabajás y tenés resultados, la gente se motiva.
«Sí, el tema de la de la motivación del empleado público es es importante, ¿no? Cuando el empleado siente que está haciendo algo más que mover un papel de un lado a otro, puede pasar algo. Yo lo viví mucho en la JUTEP. En la JUTEP, cuando en el 2017 empezamos a investigar casos de oficio, a sacar informes, la gente de la JUTEP empezó a sentir que su organismo servía para algo, que la JUTEP está trabajando bien, no sé qué, no sé cuánto.»
No es un tema de plata, es un tema de motivación, decís. ¿Y el objetivo político está definido como disminuir el lavado de dinero o eliminar el lavado de dinero, o ese objetivo todavía no está definido?
«No, a ver, está definido y yo creo que razonablemente nadie puede decir voy a eliminar el lavado de dinero, como no puede decir voy a eliminar los robos, ni puede decir voy a eliminar definitivamente el crimen organizado. La definición política es un problema serio, al país le hace mucho daño, y vamos a hacer todo lo posible por golpear al crimen organizado a través de sus estructuras financieras y de su plata. A ver. Seguramente, si nos va bien, bajará el nivel de de lavado y bajará la tranquilidad con que se mueven hoy algunos actores del crimen organizado. Yo no creo, sinceramente, y no me lo he planteado como objetivo que eso desaparezca.»
En muchos lugares del mundo se lava plata.
«Sí, eso es así. Lo que tenés que hacer es, bueno, mirá loco, acá no te conviene venir. Nosotros en algún momento hicimos ese mensaje y tuvo un efecto transitorio, pero también es cierto que depende si vos mantenés el ritmo y el nivel de exigencia y el nivel de eficacia, porque capaz que hacés las cosas bien dos años y después bajás a la guardia y se te meten de vuelta. Los tipos están permanentemente detectando dónde hay posibilidades. Los tipos se retraen cuando concluyen que, la pucha, en en tal lado están laburando bien, cuidado. Sí. Ahora, te distraes y y te vuelven al ratito.»
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