Este 1 de febrero en el Centro Internacional de Prensa en Madrid Reporteros Sin Fronteras ha presentado el Informe Anual 2017 de la organización que analiza los principales acontecimientos sobre la libertad de información en todo el mundo. El presidente del organismo, Alfonso Armada, ha presentado un estudio que muestra, retroceso de la libertad informativa en todo el mundo.
El documento brinda datos por cada continente y país.
Uruguay aparece ubicado en la posición 25 de la lista sudamericana. El documento “indica es un modelo en lo que se refiere a la libertad de información. En el país se despenalizaron los delitos de prensa. La legislación y los organismos que regulan los medios de comunicación comunitarios y el acceso a la información garantizan un ambiente de trabajo propicio para los periodistas. La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada en diciembre de 2014, favorece el pluralismo de los medios de comunicación y permitió la creación de un Consejo de Comunicación Audiovisual independiente del poder Ejecutivo. No obstante, en 2016 RSF registró casos de amenazas, intimidaciones y presiones políticas contra periodistas que cubrían temas delicados, casos en los que estaban implicados miembros de la presidencia de la República.
La introducción general al informe destaca la actual situación con “sombras inquietante en buena parte del mundo” la reducción de la cobertura informativa por el hostigamiento contra periodistas y medios de gobiernos no democráticos, particularmente en África; o la ofensiva legislativa invocando la seguridad en democracias consolidadas como Australia o Francia.
Se resaltan los 65 periodistas asesinados, 54 periodistas secuestrados y 326 detenidos en distintos países a lo largo de 2017 y la grave situación de los informadores en México y Turquía, que se resalta junto con China como la “gran cárcel de periodistas”, aunque se recuerda que el asesinato de periodistas llegó a Europa con el atentado con un coche bomba en Malta contra Daphne Caruana por sus investigaciones sobre la corrupción gubernamental.
El Informe de RSF incluye además un análisis por continentes, que en Europa resalta el peligro contra la privacidad de los periodistas, y fichas para cada país.
El acto de presentación ha contado con las intervenciones del editor turco Mehmet Siginir y del periodista Siscu Baiges, como ejemplo personal de dos acontecimientos denunciados: la purga masiva contra las voces críticas en Turquía y las presiones que han sufrido los periodistas antes, durante y después del referéndum del 1 de octubre en Cataluña. La periodista de la Cadena SER Pepa Bueno ha intervenido como presentadora y moderadora
En la presentación del documento, el presidente de Reporteros ha recordado la figura de Malén Aznárez, su antecesora en el cargo hasta su fallecimiento el pasado verano.
La regresión de Trump y el drama de México
México vuelve a ser el país más mortífero para los medios de comunicación en América, pese a que la nación no está en guerra, aunque las mafias y los cárteles que conviven con los poderes políticos y gubernamentales han creado un clima de violencia extrema. En 2017, 11 periodistas mexicanos fueron asesinados. Solo Siria supera esta trágica cifra y por una sola víctima mortal. Desde que Enrique Peña Nieto llegó al poder, el 1 de diciembre de 2012, al menos 27 periodistas han sido asesinados debido a su labor informativa.
Venezuela «Según cifras del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela, entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2017 se han registrado más de 200 agresiones a periodistas. Tan solo en la manifestación realizada el 8 de mayo pasado, al menos 19 periodistas fueron golpeados y agredidos por las fuerzas de seguridad en el país.
Además de estos ataques recurrentes, el gobierno maniobra para evitar al máximo que los medios de comunicación cubran los acontecimientos y censura a la prensa independiente y de oposición».
En Estados Unidos, la llegada de Donald Trump al poder ha confirmado los peores augurios sobre su inquina contra una prensa libre. Los ataques constantes de Trump a los medios de comunicación por difundir supuestas noticias falsas y el constante uso que su Administración hace del término “hechos alternativos” han instalado en Estados Unidos un clima hostil contra el periodismo propio de regímenes totalitarios, del que otros “depredadores” de la libertad de prensa mundial toman buena nota, lo cual resulta extremadamente preocupante. “Es inconcebible que, desde la Casa Blanca, se aliente la teoría de que los hechos son interpretables”, denunció Alfonso Armada.
No es de extrañar que hayan aumentado las detenciones de periodistas: según datos recabados por US Press Freedom Tracker, en 2017, 19 periodistas fueron arrestados mientras realizaban su trabajo y al menos diez se enfrentaron a procesos judiciales.
“Los periodistas no somos propietarios del derecho a la información, sino sus albaceas, sus primeros empleados. De nosotros depende el compromiso con la integridad, de contar el mundo en toda su complejidad, de buscar la verdad por encima de todas las cosas, de no regatear esfuerzos para lograrla, y de mantener siempre vigente ese pacto sagrado con los lectores. En su libro Verdad y mentira en la política, la filósofa alemana Hannah Arendt, que huyó de la Alemania nazi a Estados Unidos, ya sabía que “el hombre que dice la verdad pone su vida en peligro”. No queremos héroes, pero admiramos a quienes por buscar la verdad y contarla les arrebatan la vida o la libertad. Ejerciendo el periodismo”.
Informe
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