El “candidato” “por la positiva”, no responde por el pasado y no aclara cuál es el futuro

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Aquí reflexiona y opina Eduardo Platero, referente histórico de los trabajadores municipales de Adeom. Su larga vida sindical y política le permite hoy tener un amplio conocimiento sobre el Batllismo y su origen, en esta corriente política participó desde niño junto a su familia. Luego con otros dirigentes fue fundador Frente Amplio. De esto habla, observa críticamente la política presente y subraya que “el problema es que la gente se ponga las pilas y pelee por el voto hacia octubre”.

– Platero, en este contexto político de campaña electoral, teniendo en cuenta su historia personal de un origen batllista, ¿qué puede decirse de lo que hoy – un gobierno de izquierda – haya tenido en cuenta de esa historia?
– Yo creo que – efectivamente – el Frente Amplio, aunque parezca paradójico, aunque parezca medio raro que, como reacción a un gobierno Colorado que se decía batllista, como lo fue el pachequismo, terminara constituyéndose el Frente Amplio, el Frente Amplio es la continuación, no del batllismo, sino del pensamiento progresista, inclusivista, democratista, integrador, que se manifestó en la generación de Batlle y el batllismo. Es una injusticia dejar de lado la otra pata del Uruguay batllista, que fueron los que después se constituyeron en los Blancos independientes, porque el batllismo nunca pudo tener 50 diputados batllistas. Me acuerdo que hubo, durante añares, una agrupación política que se llamaba “Pro 50 Diputados Batllistas”, algo que ahora nos quieren quitar (risas), la mayoría absoluta.

Es decir, el Uruguay, a diferencia de sociedades muy cercanas como la “porteña”, la Argentina, vivió años de esplendor económico, pero ese esplendor económico lo reflejó en una cultura integradora y progresista. Integradora de las corrientes migratorias, integradora de lo que venía del Interior y progresista en cuanto a integrar el mejor pensamiento social, dentro de las limitaciones que la sociedad le imponía. El batllismo nunca pudo ser mayoría y llevaba sus contradicciones adentro. Había y hubo batllistas de derecha y, si hoy queda algún batllista dentro del Partido Colorado, puede estar más a la derecha de lo que Batlle hubiera tolerado y, de repente, la ideología completa de Batlle hoy nos parece un poco “derechizada” en algunas cosas.

-¿Queda algo?
– Creo que queda – sobre todo – ese sentimiento de integrar, a veces deformado por la palabra “participar”, por dar participación, que muchas veces se transforma en organismos de participación que pasan a ser organismos del Estado o del gobierno y que – de alguna manera – se burocratizan sin ser, realmente, integradores. Integradora fue la Educación Pública, fueron los liceos departamentales, fue la generalización de la educación lo que permitió que la gente se sintiera uruguaya. Es decir, que fuéramos campeones del mundo y que fuéramos uruguayos.

Les dio una identidad al Uruguay…
Exacto, nos dio una identidad que nos hacía diferentes a todos, sin caer en la exageración de “la Suiza de América”. ¡Ni sabíamos lo que era Suiza! Lo que tenía de parecido Suiza era lo formal de un Colegiado, que no tenía nada que ver con lo que puede haber sido acá. Pero nos sentíamos distintos, porque éramos distintos. Hay que tener en cuenta que la composición social migratoria en la sociedad uruguaya, tanto los inmigrantes, como los hijos de inmigrantes, eran una enorme cantidad. Yo recuerdo que en los años 60 hicimos una encuesta – que después no se formalizó – sobre Movilidad y Estratificación Social en Montevideo y yo estuve en la codificación de esa encuesta. Entre las cosas que se preguntaba, era el origen de los padres y los abuelos. Codificábamos en una gran mesa y cuando encontrábamos a alguien con cuatro abuelos uruguayos, parábamos para ver esa ficha, porque era extraño que hubiera orientales – mayores de edad, en el 60 – que tuvieran los cuatro abuelos uruguayos. Ahora, yo hice muchos años la pregunta: ¿Y quién no tiene un pariente en el Exterior? Y todos tienen. Lo que heredó el Frente Amplio, lo que debe conservar el Frente Amplio, es el sentido de integrar. No de participar, en el sentido de que nombro una Comisión de Fomento para que haga tal cosa, pero la dirijo desde arriba o la dejo medio colgada. Es decir, integrar es integrar los sindicatos; integrar, es integrar las organizaciones sociales, como la de los jubilados. Es decir, integrar siendo miembro activo y – de alguna manera – reclamante.

Invitamos a ver y escuchar la entrevista completa a Eduardo Platero en el siguiente Vídeo.

– ¿Qué debemos rescatar del pasado uruguayo?
– Esa capacidad que tenemos para organizarnos. ¡Hasta los “tortafriteros” se organizan! ¡ Y está bien que se organicen! Tendrán razón o no tendrán razón, pero el uruguayo tiene tendencia a integrarse y a reclamar sus derechos, en el marco de la sociedad. Creo que el Frente Amplio le pegó un gran empujón a una sociedad que se estaba desintegrando, no sólo económicamente, sino – incluso – demográficamente. Se estaba emigrando a gran escala, se estaba descreyendo del país.

-Se estaba resquebrajando esa identidad y la identidad uruguaya había perdido sentido, creo que hasta en el futbol.
– ¡Hasta en el futbol! Pero, ahí está. El futbol no es más que un reflejo de la sociedad. La sociedad se refleja en todos sus aspectos y no se puede ser una elite aislada. No podía serlo, ni siquiera, en Sudáfrica.

– El Frente Amplio, con lo que lleva de gobierno, con las etapas que ha cumplido, que ha logrado restaurar de esa identidad, ¿va lo suficientemente rápido como para completar…?
– El problema de las velocidades, es un problema complicado. Y creo que es por ahí que se abrió una brecha en donde nos están pegando. Nos están pegando, ¿por qué? Porque nos retrasamos en el marchar todos juntos. Entonces, se fue despegando el gobierno del movimiento y el movimiento empezó a sentirse – en parte – frustrado, desconectado, desinformado. Y el gobierno empezó a actuar, sin tener mucho en cuenta esos problemas que se estaban dando a nivel del movimiento, a nivel de la gente integrada en la sociedad, que no entendía muy bien cuál era el rumbo. Aquí, creo que el gran papel que jugó el Frente Amplio, de darle una perspectiva política a la gente, era imprescindible en el 71, porque ya nadie creía que el país estuviera viviendo una crisis. Todo el mundo se había convencido que el país estaba colapsando y apareció, nació una esperanza, apareció el Frente Amplio dando una perspectiva. Por ese problema de las velocidades diferentes entre lo que es movimiento y lo que es gobierno, ha creado una especie de brecha por la cual la derecha encontró la forma de pegarnos. Y encontró el candidato para pegarnos. El que no dice nada pero es lindo, simpático: “súbete a mi moto”; “voy pasando por este paisaje, ¡miren qué lindo el Cerro!”; “voy a visitar a la señora que tiene 104 años y me votó”; “en última instancia, yo estoy por la positiva”. Entonces, estando “por la positiva”, no responde por el pasado y no aclara cuál es el futuro.

– Usted que tiene una larga experiencia gremial y política, la política, ¿se puede hacer sólo a partir de imágenes?
– No. Pero se puede mentir a partir de la imagen y se puede engañar a partir de la propaganda. Acordate lo que nos pasó en el 71 entre lo que eran las expectativas que había generado el Frente Amplio y lo que fue el resultado concreto en la elección, con la “campaña del terror”. Es decir, no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo, pero sí se lo puede engañar un ratito. Y creo que allí corremos con una desventaja que podría ser ventaja. La desventaja es que, masivamente, los órganos de opinión, que orientan o desorientan, están en manos de la derecha, sirven a la derecha. Ni siquiera puedo decir que están en manos de corruptos, simplemente son gente que piensa así. Y nosotros, que teníamos esa inmensa capacidad de salir a pelear mano a mano todos los que éramos, estamos un poco desconcertados. Si no movemos a la gente, los medios de prensa nos van a aplastar. El problema es que la gente se ponga las pilas y pelee por el voto.

Eduardo Platero
Dirigente sindical y político

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