La Hipocresía como método de vida:
Si cortamos grueso podemos afirmar la hipocresía es al alma, lo que el mal aliento a la boca: La constatación fáctica de un mal proceder.
El “dos caras”, las simulaciones y el disimulo, el fingir, el actuar o, como dice José Mujica Cordano: “Como te digo una cosa, te digo otra”.
Tanto la discriminación como la obsecuencia son algunos de sus “atributos”. Consiste en colocarnos una máscara inmunda hacia dentro y llena de falsedad hacia afuera.
Brasil después de Bolsonaro:
Bolsonaro es a la Muerte lo que Luis Inásio Lula da Silva es a la Vida.
Hay en el Brasil, como en el resto de los países, flagrantes muestras de hipocresía – Uruguay es líder en la materia.
Bolsonaro es una muestra paradigmática de la hipocresía soez, burda y vil que pedir se pueda.
Aguardamos que el próximo dos de octubre el pueblo brasileño impida que este sinvergüenza se entronice en el poder; a todos nos va la vida en ello.
Sudamérica necesita imperiosamente de un Brasil erguido y con voz propia e independiente de tal suerte que por ejemplo, en lo que hace a política externa retome la senda de la defensa en su noble y humanista “Responsability while protecting”, en lugar de la draconiana expresión propia de un mamut imperial: “Responsability to protect”.
Con la premisa de una victoria de Lula, esperamos para festejar el levantamiento de este coloso, de la mano de su gente y la de todos los pueblos sudamericanos.
Créame, se lo digo yo
VALLE
S.A/ hvb
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