La salud pública se viene enfermando

Tiempo de lectura: 6 minutos

Faltaba hacer, pero ahora se deshace. Los gobiernos del Frente Amplio quedaron con tareas pendientes en materia de salud pública, señala Miguel Fernández Galeano, tales como “retomar algunos ejes de tranformación que no se habían completado con la primea etapa de la reforma”.

Sin que se esgrima como excusa, quien fue subsecretario de Salud Pública durante todo el primer gobierno de Tabaré Vázquez, director de ASSE luego y especialista en Administración de Servicios de Salud como parte de un rico CV, afirma que completados los tres períodos de gobierno del Frente Amplio, se abría paso a una segunda generación de reformas.

Es cierto, la reforma de los sistemas de salud “nunca son procesos acabados; son procesos que están históricamente muy condicionados. Tenía pendientes muy importantes: era insuficiente el avance en el modelo de financiamiento hacia la equidad de acceso al sistema, todavía habían sectores que estaban obligados a ser atendidos en el sector público, la libertad de elección para los trabajadores no formales seguía siendo un tema a resolver”.

La situación pendiente necesitaba “que se avanzara en la formalización del trabajo y también en generar un sistema donde en definitiva se pudiera entrar a los prestadores por cualquier puerta de entrada. Además, “había grandes problemas de fragmentación del sistema de salud y –esto agudizó el problema– es la gente la que tiene que gestionar su propio tránsito por el sistema de salud”.

Es, parece ser, “un problema grande. El derecho a estar en una lista de espera no es un derecho; lo importante del derecho es a que te atienda el sistema de salud con calidad, con oportunidad, y cuando es necesario. Por cierto, no hay ni un sistema ideal que atienda a todo el mundo ipso facto, pero hay tiempos de espera, tiempos de atención; había una cantidad de problemas”.

La necesidad de transformación y profundización para pasar a una segunda generación de reforma del sistema de salud se vio condicionada por el recorte presupuestal de la nueva gestión del gobierno multicolor, que respecto de ASSE (Administración de Servicio de Salud del Estado), el prestador integral más importante, tiene una reducción acumulada de setenta millones de dólares. Y esto afectó “sobre todo algunos recursos, como los medicamentos, claramente reducidos. Y esto ha generado un debilitamiento muy grande del funcionamiento del sistema”.

Al recorte presupuestal se suman tres aspectos. Para empezar, el presupuestal. Luego, la pérdida de la función de rectoría, que fundamentalmente es controlar la calidad, la oportunidad, la continuidad, las características de los componentes asistenciales, y los componentes financieros de los prestadores que integran el Sistema Integral de Salud. Así, se vuelve a perder el poder de fiscalización sobre los prestadores privados; o sea, aparece una flexibilización en el funcionamiento de los prestadores privados producto de una filosofía esto no es una casualidad que tiene el Ministerio de Salud Pública y que tiene el actual gobierno respecto al rol de fiscalización y control que tiene que cumplir el Estado.”

Para controlar el funcionamiento de los bancos, el Estado tiene un Banco Central con un presupuesto alto, de más del 2% de su presupuesto total, para justamente ejercer una función de rectoría que evite desvíos, que haga que se cumplan las reglas de juego del sector financiero. Es verdad que no es lo mismo controlar un banco que un prestador de salud, pero en definitiva son controles de calidad asistencial y económicos del funcionamiento de las instituciones. Los prestadores privados son consignatarios de una política pública, a los que el Estado autoriza y habilita para ejercer una función de cobertura de una función pública.”

Y en tercer lugar, medidas de salud colectiva que fueron recortadas; no solo presupuestalmente sino reducidas, limitadas en distintas áreas. Para empezar, el tabaco; se flexibilizó en el envasado, en el etiquetado y en las cajillas. A lo que se agregó la autorización a los productos de tabaco calentado en 2021, Se inicia así la flexibilización de la política de control antitabaco construida en los tres gobiernos del Frente Amplio, Otro componente de este tercer bloque de flexibilización y de prevención en las políticas de salud colectiva fue el modificar los estándares de exigencia en el rotulado frontal de alimentos. Allí se levantó el listón en la exigencia de cantidad de sal, azúcares y grasas saturadas que son todos los elementos incluidos dentro del etiquetado frontal, y luego se bajó más de lo que se había subido, cediendo a la presión de la industria alimentaria. Y hay más componentes”.

Fernandez Galeano plantea la necesidad de “un enfoque diferente de Salud Pública, más allá de que paradójicamente el ministro (Daniel Salinas) sale como el mejor evaluado. Nosotros tenemos un enfoque diferente. aunque sea a contracorriente de la opinión instalada de la población. En muchos votantes del Frente Amplio y de oposición, hay instalada una idea de que la pandemia y la epidemia en Uruguay fue bien gestionada. Y si bien hubo aciertos que nosotros no desconocemos, hubo momentos críticos donde se cometieron errores graves en materia de control de la epidemia, y que tuvieron consecuencias”.

Uruguay pudo haber evitado una cantidad importante de fallecimientos, si hubiera aplicado no una cuarentena total obligatoria y para toda la vida, pero si períodos cortos de restricción de la movilidad. Se hubiera evitado que en los momentos más críticos, los de mayor circulación comunitaria del virus mucha gente se contagiara y terminara en los CTI.”

Esto, habiendo estado durante diez semanas en el primer lugar en el mundo y durante veinte semanas de los cinco primeros lugares en el mundo de fallecidos por millón de habitantes. La propia Naciones Unidas reconoce en un informe reciente que Uruguay está de la mitad de la tabla para abajo en materia de resultado sanitario.”

La reforma hecha durante la anterior administración de gobierno “trajo un cambio paradigmático, al crear un fondo público y obligatorio; el FONASA. El financiamiento de la salud es público; puede ser privada la prestación, pero el financiamiento es público en un porcentaje muy alto. Lo que se financiaba por lo público en la salud eran 60 mil personas, y hoy son dos millones ochocientas mil, y el resto es atendidos por un prestador público. El presupuesto de ASSE, incrementado de 300 millones de dólares anuales en el 2004 o 2003 a mil cien millones de dólares terminado el periodo de gobierno del Frente Amplio, hoy ha caído.”

El concepto es que hay un recorte importante en áreas que son importantes del sector salud en el que está ASSE. Y cuando el ministerio comparece en el Parlamento lo está encubriendo, y particularmente lo hace la delegación de ASSE, que expone sobre una inversión en medicamentos en la que incluye medicamentos con un costo altísimo. Esa esa cifra todavía no se conoce, y ella incluye la vacunación para COVID 19. No es de recibo incluir la comparación del gasto em medicamentos lo que se invirtió en el Fondo COVID.”

En los dos años que estuvo en ASSSE, recuerda Fernandez Galeano, “nos pasaba que en diciembre teníamos que estar haciendo refuerzos anticipados de presupuestos para no tener caídas de stock. Y ahora, que hay recorte muy duro del presupuesto, se termina pidiendo el presupuesto tarde y mal, en una pésima gestión del presupuesto. En consecuencia se produce un faltante de medicamentos que ha sido denunciado al Parlamento de manera reiterada”.

A Fernandez Galeano parecen sobrarle ejemplos para describir una mala gestión. El SAME, el sistema de ambulancias que fue creciendo en la gestión del FA, acusaba demoras que se encaraban con recursos y la mejor administración posible. Este gobierno lo encaró separando comunicación de gestión. “Anuncia un nuevo sistema de gestión de las ambulancias especializadas y publicita que las respuestas del SAME 105 bajaron de dos horas a minutos, que duplicaron el número de ambulancias, que hay doscientos telefonistas. Y una semana después de esa publicidad, nos enteramos que el servicio de ambulancias para toda el área metropolitana –Montevideo, Canelones, San José– recibe una directiva firmada por Blauco Rodríguez, director de la Región Sur (que, claro, abarca toda la región metropolitana) y ex presidente del Colegio Médico del Uruguay, en la que le comunica a todos los servicios de salud que no se va a poder solicitar ambulancias de lunes a viernes de 0 a 6 de la mañana ni los fines de semana.

Agrega Blauco Rodríguez que los fines de semana “se tratará de cumplir con la flota propia”, y apunta Fernandez Galeano que ésta “es una empresa contratada que se inventó a propósito de un llamado específico que hizo ASSE, y que era una empresa de transporte marítimos; de logística. Eso lo denunció Búsqueda; no lo está denunciando Miguel Fernández Galeano sino que hay una denuncia de Búsqueda de cómo se creo una empresa que facturó dieciséis millones de dólares en un año y medio para cuarenta mil traslados especializados”. Ese tipo de traslados tiene requerimientos específicos para su equipamiento y personal, y esta empresa no tiene habilitación del Ministerio de Salud Pública.

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.