Del 15 al 18 de junio se realizó el XII Congreso de la central obrera PIT-CNT, que fue el mayor Congreso en la historia del movimiento sindical unificado de nuestro país. Contó con la participación de 1.152 delegados en representación de 79 organizaciones sindicales de los 19 departamentos de la República. Actualmente la central tiene sindicalizados a no menos de 400.000 trabajadores. En ese sentido el Congreso fue, como lo dijo su nuevo presidente, Fernando Pereira, “una demostración sin igual de la democracia interna de la organización social más grande del país”.
El Congreso estuvo rodeado por la solidaridad internacional, con la presencia de 30 delegaciones de trabajadores de diversos países, en su mayor parte de América Latina, y contó además con la presencia de varios ministros, de senadores y diputados, de intendentes e intendentes electos, del rector de la Universidad y de varios decanos, de dirigentes y militantes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), de FUCVAM, de Crysol , así como de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. El XII Congreso fue una demostración cabal de la unidad total del movimiento obrero uruguayo en su central única, que agrupa a la totalidad de sus sindicatos en todas las ramas. Este fue su rasgo definitorio, vívidamente presente a lo largo del Congreso.
En el acto de inauguración en el teatro El Galpón, se recordó que en ese mismo local, 50 años atrás (agosto de 1965) se reunió el Congreso del Pueblo, una congregación inédita por su amplitud de fuerzas políticas, movimientos populares y sociales muy diversos y de organizaciones sindicales, que habría de constituirse en la matriz de la unificación del movimiento obrero ( ya que en el siguiente año 1966 se efectuó el Congreso fundacional de la CNT) y de la unidad del conjunto de las fuerzas políticas de la izquierda uruguaya, que habría de plasmar posteriormente en el Frente Amplio.
Tabaré Vázquez en el Congreso de la Central
En dicho acto, y esto ocurre por primera vez, hizo uso de la palabra el presidente Tabaré Vázquez, quien (además de evocar la memoria de Ruben Yáñez, recientemente fallecido, en uno de los ámbitos de su actividad) recordó las etapas de su propia vida como trabajador, ya que vendió diarios en los ómnibus, trabajó en una carpintería de La Teja, hizo changas en la construcción, fue empleado en un almacén al por mayor, trabajó como practicante y médico antes de dedicarse de lleno a su especialidad oncológica. Tabaré Vázquez destacó asimismo la participación del movimiento obrero organizado en logros fundamentales de la legislación social de nuestro país, como la ley de 8 horas, promulgada hace un siglo, el 19 de noviembre de 1915.
Se refirió asimismo a la participación de delegados del PIT-CNT en ámbitos institucionales abiertos, como los directorios del Banco de Previsión Social (BPS) y de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), la Administración Nacional de Educación Pública y sus respectivos Consejos, el Consejo Nacional de Salud y Seguridad en el Trabajo, el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP) y en materia de negociación colectiva el Consejo Superior Tripartito, el Consejo Superior de Negociación Colectiva del Sector Público y los Consejos de Salarios. A esto le sumó una extensa lista de ministros, subsecretarios y legisladores que provienen en línea recta del movimiento sindical. Precisó que esto no proviene de una dádiva del gobierno sino que “el PIT-CNT está donde está porque se lo ha ganado”. Todo esto resulta inédito en la historia del país y se corresponde con “una nueva visión en el marco de un proyecto de país más inclusivo, más democrático, más productivo y más próspero”.
Vázquez habló también de una “nueva cultura del trabajo” y la necesidad de avanzar en “educación, formación y valorización del trabajo; también en relaciones laborales equilibradas, de negociación colectiva, de protección social y de participación en los asuntos de la sociedad y ciudadanía”, recordando en ese sentido el instrumento de la negociación colectiva, creado en el año 1943 pero ignorada durante décadas, hasta que fue restablecida en el año 2005 (por el gobierno del Frente Amplio) y “hoy se ha vuelto tan habitual como el aire que respiramos”. Agregó que “los Consejos de Salarios nos hacen mejores como país y nos harán mejores si los extendemos a los sectores estatales, como las intendencias del interior del país y a los sectores privados donde aún no ha llegado o es frágil”. Agregó que debe incluirse también en la agenda de los Consejos de Salarios los temas de la formación y capacitación profesional, la salud y seguridad laboral, la cuestión de género, las situaciones de discriminación o acoso, el sistema de cuidados, el sistema de salud, la innovación, el horizonte de nuestro desarrollo productivo. “Es ahí donde tenemos que participar todos”. Destacó en tal sentido la importancia del Diálogo Social convocado por el gobierno para el mes de setiembre próximo.
“Que los cambios no se detengan”
El XII Congreso culminó con un amplio consenso estratégico y una lista única para la dirección, que fue integrada sin ningún voto en contra por Fernando Pereira como presidente y Joselo López como vicepresidente, en tanto Marcelo Abdala desempeñará la secretaría general. Los documentos fueron aprobados por amplísima mayoría. En la dirección electa en el Congreso no figura ninguna mujer, pero el novel presidente Fernando Pereira declaró que en lo inmediato se habrá de integrar a tres mujeres en el nuevo Secretariado de la central, responsables de otras tantas áreas, y que se proyecta impulsar una reforma en los estatutos que imponga la presencia de representantes del sexo femenino en la dirección, en forma taxativa.
A juicio de Fernando Pereira, el XII Congreso significó “un salto cualitativo” en la vida de la central obrera, y estimó que “sin duda se votó una estrategia hacia adelante que tiene un primer paso este año en la discusión del Presupuesto Nacional y en primer término del presupuesto educativo”. Argumentó, con cifras, a favor de un aumento salarial para los docentes de las diversas ramas de la enseñanza, en el cuadro de una necesaria recuperación salarial para el conjunto de los funcionarios públicos. Un segundo momento del año serán los Consejos de Salarios. “Si se estima que en este quinquenio el PBI va a crecer en el entorno del 15%, naturalmente nosotros aspiramos a que el salario de los trabajadores crezca en el entorno de ese 15%”, expresó.
Pereira valoró positivamente el hecho de que el Congreso haya sido abierto por el presidente de la República, y clausurado por el ministro del Trabajo, Ernesto Murro, lo cual otorga “una legitimidad formidable al movimiento sindical”. No es común, agregó, que un presidente y el movimiento sindical puedan hablar en el mismo lugar, y que este último pueda plantear con claridad sus demandas al Poder Ejecutivo, por ejemplo la necesidad de gravar más a los sectores más pudientes de manera a contemplar las necesidades de la población en materia de educación, salud, vivienda. “Con matices y diferencias, entendiendo que somos independientes, pero no indiferentes ni prescindentes”. En otro lugar dijo que “somos parte del bloque social de los cambios”. El Congreso aprobó además la invitación del presidente al movimiento sindical de participar en el Diálogo Social de setiembre, en la que éste puede aportar mucho en la perspectiva de Uruguay 2030 o 2050, de más largo plazo.
En declaraciones posteriores, Fernando Pereira dijo que el Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT prepara un proyecto para fijar precios de referencia a artículos de la canasta básica familiar, y que no reiterará el pedido de volver a instalar un control de precios, porque eso ya fracasó en Uruguay en la década del 60. Se trata en suma de elegir una canasta familiar precisa, y de fijar precios de referencia. En esta declaración también aludió a la nueva configuración de la dirección del movimiento sindical, la integración de las mujeres y a la vez planteó la posibilidad de llegar a una central con diez o doce grandes confederaciones en lugar de las 79 organizaciones sindicales actualmente existentes.
Insistió asimismo en la independencia del movimiento sindical, lo que se demuestra entre otras cosas por el hecho de que en diez años y bajo gobiernos de izquierda, el movimiento sindical realizó más de cuarenta paros generales. Y estas movilizaciones y paros fueron fundamentales para alcanzar una serie de importantes conquistas, entre las cuales enumeró las siguientes: que se convocaran los Consejos de Salarios, que se votara la ley de libertad sindical, que se impulsara la ley de responsabilidad penal empresarial, que se votara la ley que protege a las trabajadoras domésticas, para que las 8 horas de trabajo llegaran al sector rural, para que la ley de maternidad se ampliara en número de semanas, para ampliar las licencias a los trabajadores privados para posibilitarles el estudio, entre otras. Su conclusión es que “estas conquistas fueron posibles porque hubo un movimiento sindical movilizado y porque hubo un gobierno que con una sensibilidad absolutamente distinta a los que había antes de 2005”. El reclamo, en este sentido, es “que los cambios no se detengan”.
Esta es una excelente síntesis de las relaciones entre el movimiento sindical y el gobierno, y muestra a la clase obrera organizada asumiendo su papel en la coyuntura nacional como parte del bloque social de los cambios progresistas, como ellos mismos se definen.
Por Niko Schvarz
Periodista y escritor
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