/ Un día como hoy (22/1), sesenta y tres años atrás, comenzaba en el desaparecido hotel San Rafael de Punta del Este la octava reunión de consulta de cancilleres de la Organización de Estados Americanos con un único punto a tratar: la expulsión de Cuba del organismo. Fidel Castro, en diciembre anterior, se había declarado marxista leninista hasta el fin de sus días y el régimen cubano había comenzado a expandir su revolución al resto de las Américas.
La votación de Cuba se cumplió el 31 de enero siguiente luego de intensas negociaciones y operaciones de todo tipo. Haití con su voto de apoyo a la expulsión logró el dinero necesario para construir el aeropuerto de Puerto Príncipe. Una broma de la época decía que la coima aeroportuaria se había pagado en una habitación del San Rafael.
El canciller brasileño la calificó de coima aeroportuaria. La delegación de Estados Unidos fue encabezada por el secretario de estado Dean Rusk, que recibió un escupitajo cuando cruzaba la plaza Independencia. Kennedy, que siguió el trámite de la reunión minuto a minuto, creía contar con el voto de Argentina y de Brasil. Esto no ocurrió pese a que lo unía una gran amistad con el canciller argentino Miguel Cárcano. Cárcano dueño de una estancia de cuatro mil hectáreas en Córdoba, había sido anfitrión en abril de 1941 en su campo cordobés de un jovencísimo John Kennedy.
A ultimo momento, el gobierno de Arturo Frondizi resolvió abstenerse de votar la expulsión. Lo mismo que el gobierno de Jango Goulart, quien a ultimo momento intentó contactarse con su canciller para que votara la expulsión lo que finalmente no ocurrió. Se dice que esta reunión en Punta del Este le permitió a Jango conocer este hermoso lugar que luego eligió para su exilio en Uruguay una vez depuesto por el golpe militar de Castelho Branco.
El hecho fue tal importante que el 1º de febrero de 1962 el presidente Kennedy recibió a la delegación estadounidense con un acto en el jardín de las Rosas de la Casa Blanca (crédito imagen Librería JFK). la abstención de Argentina le costó el puesto de Frondizi, dicen que tambien a Jango Goulart.
El canciller argentino tenía raíces uruguayas, su madre fue Ana Sáenz de Zumarán, tía abuela del dirigente nacionalista Alberto Sáenz de Zumarán.
Durante su estancia en Córdoba, el joven Kennedy estrecho fuentes vínculos con la bella hija del dueño de casa: Stella «Baby» Cárcano. La amistad perduró hasta la muerte del futuro presidente. Aseguran que si Kennedy no se hubiera enlistado en la Marina seguramente esa relación hubiera pasado a otro estadio. Quizás, el futuro presidente de los Estados Unidos se habrìa transformado en el tio de Alberto Zumarán y tio abuelo de la escribana Zumarán. Nada ocurrió y el potencial contrafáctico solo sirve para pensar en cosas que nunca ocurrieron.
El presidente John Kennedy recibe al secretario de estado Dean Rusk y al resto de la delegación en un acto en el Jardin de las Rosas de la Casa Blanca.
El diplomático uruguayo José Antonio fue durante años el secretario general de la OEA y tuvo una actuación decisiva en la reunión del San Rafael.
El canciller argentino Miguel Cárcano Saenz de Zumarán fue un amigo cercano de John Kennedy
Marcelo Gallardo
Periodista. Punta del Este, Uruguay. mpgallardo@me.com
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