Paso de los Toros, 25 de abril 1971
Muy pocas serán mis palabras en la noche de hoy; hace frío y ustedes han permanecido aquí por casi tres horas. Hace doce años —lo recordaba un orador hace unos instantes— compartí con ustedes el momento más dramático de la vida de esta ciudad. Fue en ocasión de las inundaciones del año 1959. He recordado siempre, con emoción profunda, la noche de la evacuación, la labor abnegada de los ferroviarios, el trabajo —hasta último momento y en instancias realmente dramáticas—, de los funcionarios de UTE en la represa; las telefonistas que acá, cuando ya habíamos volado parte del muro de contención, estuvieron cumpliendo con su función hasta el último momento.
¿Cómo superó el pueblo de la ciudad de Paso de los Toros aquella emergencia? La superó trabajando unido, sabiendo todos juntos que se estaban jugando no sólo su propio futuro y su propia vida, sino que se estaban jugando el destino mismo de su pueblo. La superó unido, pueblo y ejército mancomunados.
Y en aquellos momentos nadie preguntó si el que estaba a su lado en los campamentos del norte, si el que le daba una ayuda o quien de él la recibía era blanco o colorado, si era cristiano o marxista. Todos estaban bajo el imperio de las circunstancias, empeñados en una labor común. Todos estaban luchando hombro con hombro y codo con codo, porque vivían un momento de peligro, porque vivían una situación de emergencia para Paso de los Toros.
Hoy, doce años después, el país entero vive una situación de emergencia; el país entero —y ustedes lo han sentido en carne propia— está inmerso en la crisis más profunda de su historia: una crisis económica, una crisis social, una crisis política. La juventud angustiada, los jubilados que no reciben sus haberes, el comercio de Paso de los Toros, los productores del campo, todos sienten retaceado su presente, todos sienten limitado su futuro. Todos están, otra vez, viviendo momentos de emergencia nacional, y otra vez, como antes, sienten que solamente unidos podrán superar la grave coyontura por la que atraviesan.
Por eso quiero resaltar el valor de lo que ustedes corean a cada momento. Sí, es cierto: un, pueblo unido, jamás será vencido. Pero así como en 1959 ustedes supieron lo que tenían que hacer y superaron con heroísmo aquellos momentos, también ahora saben lo que tienen que hacer. Saben lo que nuestro Uruguay tiene que hacer para recuperar su presente y para ganar su futuro. Saben que la única posibilidad es alcanzar realmente una democracia y que ésta no sea sólo una palabra sino una forma de vida; saben que, para que exista democracia, tiene que haber justicia social; saben, en fin, que para ello es necesario que ustedes, el pueblo de la República, llegue al gobierno, para que exista un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Saben que el país entero vive una hora de emergencia nacional, que está comprometido, que ha sido de a poco comprometido y vendido al extranjero; que para recuperar a nuestro país, para labrar nuestro futuro, tenemos que afrontar una labor de liberación nacional. Saben además que esa labor de liberación nacional, que significa cortar la dependencia económica con el extranjero, tiene para nosotros un profundo sentido. Por eso lo repetimos en todos nuestros actos y lo consagramos en nuestro programa: el Uruguay se salvará, el Uruguay alcanzará el camino de su liberación, si realiza y cultiva efectivamente, si todos y cada uno de nosotros realizamos y cultivamos efectivamente un firme antimperialismo.
Porque si queremos ser orientales de verdad, si queremos ser nosotros los que fijemos nuestro futuro, los que labremos nuestro camino, debemos cortar todos los vínculos de dependencia y ser nosotros mismos quienes decidamos adonde queremos ir y cómo queremos ir. Pero para eso es absolutamente imprescindible que, además de alcanzar el gobierno, el pueblo llegue al poder. Esto es muy claro: la oligarquía actualmente dominante, el pequeño grupo que se ha adueñado del poder y que gobierna en beneficio de ese mismo pequeño grupo, jamás va a emprender la tarea de la liberación nacional, porque lo impiden sus íntimas vinculaciones con el extranjero. Sólo el pueblo, con clara conciencia del momento que vive y del futuro a que aspira, podrá realizar esa tarea.
En el momento actual, desde el punto de vista de la concepción política del país, las posiciones están muy bien definidas. De un lado están aquellos que quieren el sostenimiento del régimen actual, antipopular, en beneficio de unos pocos; del otro, los que quieren realizar los cambios necesarios para que el país pueda transitar las vías del progreso, para que la democracia sea una verdad, para que la justicia social sea alcanzada. Por un lado está la oligarquía, adueñada del poder; por el otro lado está el pueblo.
Ante esa alternativa, hemos hecho nuestra opción. Yo estoy con mi pueblo, y no puede ser de otra manera. Cuando hace casi cuarenta años ingresé. a la Escuela Militar y presté el juramento a la bandera, juré al mismo tiempo defender a mi patria y proteger a mi pueblo. Por eso estoy aquí; por eso estoy en el Frente Amplio, para cumplir con mi juramento de soldado y para cumplir con mi juramento de ciudadano. Nuestra misión es muy clara. Nosotros somos profundamente patriotas, somos profundamente orientales; y es porque somos patriotas, es porque somos orientales y queremos seguir siéndolo, que estamos al servicio de nuestro pueblo, desde las filas del Frente Amplio.
Hace doce años, en las circunstancias dramáticas que recordábamos antes, muchas veces me correspondió adoptar decisiones duras. Muchas veces —como cuando decretamos la evacuación de esta ciudad— hubimos de tomar decisiones que mucho nos dolían. Pero lo hicimos porque teníamos la seguridad y la conciencia de que con esas duras decisiones estábamos protegiendo al pueblo de Paso de los Toros, porque era su propia vida la que se estaba jugando. Así también ahora, frente a las circunstancias que vive nuestro país, estamos decididos a tomar todas las medidas y todas las decisiones que correspondan, por duras que ellas sean, para salvar a nuestro país.
Tenemos la conciencia, la seguridad de que somos fuertes, porque tenemos el apoyo y la fortaleza del pueblo. Por eso no tememos al futuro, por eso no tememos la tarea a cumplir; por eso estamos. decididos á realizar todo lo que haya que realizar. Lo hemos dicho muchas veces: somos una fuerza constructiva, somos una fuerza de orden positivo. Con el concurso del pueblo uruguayo vamos a labrar el futuro del Uruguay, el Uruguay promisorio que todos queremos. Somos conscientes y estamos seguros porque nos sentimos fuertes: tenemos la fortaleza del pueblo, que es la única que vale, tanto en las luchas políticas como en las luchas de los países.
¿Cómo somos fuertes? ¿Por qué somos fuertes, conscientes, serenos? Es que somos también una fuerza pacificadora. Sólo nosotros podemos asegurar la pacificación tan necesaria para el Uruguay. Lo dijimos el 26 de marzo en Montevideo y lo repetimos aquí: somos una afirmación pacífica, no queremos la violencia. Pero no le tenemos miedo a la violencia.
Con esa seguridad, con esa confianza, con el apoyo del pueblo, no hay tarea que sea imposible para los orientales. Hoy al mediodía los integrantes del Frente Amplio de la ciudad de Paso de los Toros me regalaron un pequeño banderín con la firma de sus integrantes. Es esta bandera, la bandera que Otorgués, por mandato de Artigas, enarboló el 26 de marzo de 1815 en la ciudad de Montevideo. Es la bandera que simbolizaba la lucha por la libertad, la culminación de la libertad de un pueblo que estaba peleando por su vida y su futuro. Hoy, otra vez, con esta bandera que hemos hecho nuestra, y con el compromiso que para mí, personalmente, significa este obsequio de los frentistas de Paso de los Toros,afirmo ante ustedes mi responsabilidad, mi compromiso en el sentido de agotar mis energías en la lucha por el futuro del pueblo oriental.
Con ustedes, por esa bandera, mi juramento y mi compromiso: con el Frente Amplio, hasta el triunfo.
Líber Seregni
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.
Otros artículos del mismo autor:
- Edila Marianela Cura, lo que esta haciendo Israel en Gaza es un genocidio
- Uruguay reclama a Israel garantizar la protección de la vida, personal diplomático
- 17 Estados europeos apoyan públicamente la iniciativa de sancionar a Israel
- Trump hablo con Zelensky y Putin; las «cinco condiciones de Rusia»
- La censura de la batalla en West Point