La identidad barrial

Tiempo de lectura: < 1 minuto

Proveniente del histórico Camino de los Hormigueros, la historia del barrio Pocitos se percibe en vecinos y comerciantes que mantienen sus costumbres. Ejemplos reiterados son la permanencia y fidelidad de clientela hacia determinados restaurantes locales incluyendo los que, no obstante la actual diversidad, conservan la   gastronomía tradicional como las “parrilladas”.

La asiduidad de su clientela retroalimenta un servicio tan personalizado entre funcionarios y usuarios de las prolijas mesas que en poco tiempo   produce una confianza mutua que deviene en comodidad y recomendaciones externas. Tal es el caso de la Parrillada y restorán MONTECITO de la calle Pagola en la confluencia de Pocitos con el barrio La Mondiola.

Allí mediodías y noches, propietario y familia de Gabriel Canti aportan una sabrosa conexión entre la cocina, la parrilla con Gerardo Ramos y una avezada interface de Mitchel Carren para servir a los comensales. Todo se desarrolla bajo un agradable salón con cielorraso de madera y sucesión de ventanales en la tranquila esquina de las calles Pagola y Achiras.

El murmullo de las conversaciones sobre notas de música suave estira la velada y el remate no puede ser mejor dado lo razonable de la adición. Regresar caminando al domicilio cercano, aún entrada la noche, es una ventaja más que premia tener identidad y pertenencia barrial.   

Luis Fabre

 

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.