Versión taquigráfica completa del seminario «Fuerzas Armadas del Uruguay: diálogo sobre los nuevos desafíos de la defensa nacional»

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   El pasado 9 de octubre en el Palacio Legislativo se realizó el seminario “Fuerzas Armadas del Uruguay: diálogo sobre los nuevos desafíos de la defensa nacional”. La apertura estuvo a cargo de la Ministra de Defensa Nacional, Sandra Lazo; el Secretario de la Presidencia de la República, Alejandro Sánchez y el Senador Felipe Carballo (integrante de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Senadores).

Video con la intervención en este evento del coronel (r) Gustavo Vila, experto en estrategia militar (LAONDADIGITAL TV.

Luego hablaron sobre; El futuro y la defensa nacional, la Inteligencia Artificial (I.A.), ciberdefensa y guerras del futuro; por los siguientes panelistas: Mag. Federico Monteverde; el Cnel. (R) Mag. Gustavo Vila; el Prof. Dr. Ing. Gustavo Betarte y el Jefe de Ciberdefensa, Cap. Nav. (CG) Claudio López.

Continuando el evento sobre el tema; “Fuerzas Armadas en tiempos de paz, Cooperación, emergencias y apoyo a la ciudadanía”. intervinieron: la Lic. Antrop. Virginia Rial; Min. Noelia Martínez Franchi, de Cancillería; el Subdirector de SINOMAPA, Cnel. Ismael Andrés y el Lic. En Ciencias Políticas, Alejandro Pasquarello.

Los panelistas continuaron con; “Frontera, el Narcotráfico y el terrorismo. Defensa en las fronteras”. con la exposición del Jefe Mayor del Estado de la Defensa (ESMADE), Gral. del Aire Rodolfo Pereyra; el Director de Formación Militar, Mag. Diego D´Elía Parente y el Subdir. de la Policía Nacional, Crio. Gral. Alfredo Clavijo.

Finalizando el seminario, los oradores; la Dir. de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa, Lic. Nastasia Barceló; el ex Dir. Gral. Cnel. (R) Daniel Locatelli y el Prof. Carlos Luján. con el tema: “Defensa como política de Estado y compromiso nacional” .

A continuación la versión versión taquigráfica completa de cada expositor

 

Transcripción de los organizadores

Fuerzas Armadas del Uruguay: diálogo sobre los nuevos desafíos de la  defensa nacional. 

Un encuentro para dialogar y reflexionar sobre el presente y el futuro de la Defensa Nacional  en Uruguay. Se abordarán temas de innovación, paz y defensa fronteriza con una mirada  estratégica. 

Secretario de la Presidencia de la República, Alejandro Sánchez 

Hola, muy buenos días a todas y a todos. La verdad es un gusto estar con ustedes esta  mañana. Creo que hace muy bien la Comisión de Defensa en convocar en el Parlamento de  la República a este seminario de debate sobre temas tan relevantes para nuestro país como  es la defensa nacional y su vínculo con los nuevos desafíos que tenemos como nación. Yo  creo que este es un tema que necesitamos que se debata mucho más. De hecho, nuestra  ley marco general de defensa establece con muchísima claridad que la cuestión de la  defensa nacional no es solo una tarea del factor militar, sino que es una tarea del conjunto  de la ciudadanía y las instituciones y por tanto, me parece que estar permanentemente  poniendo en debate y actualizándonos sobre los desafíos y los riesgos que tenemos por  delante, creo que son claves y más en un mundo – yo me salté todo el protocolo, pero creo  que es parte del asunto- pero creo que tenemos un mundo incierto, dicen casi todos los  analistas. Tenemos un mundo fraccionado, tenemos un mundo que está avanzando a pasos  agigantados a cuestionar el conjunto de instrumentos del multilateralismo que fuimos  construyendo a lo largo del tiempo y están bajo cuestión o bajo sospecha. Tenemos un  escenario internacional de enorme conflictividad global en donde naturalmente esas  tensiones globales también tienen un impacto en nuestra región y creo que por tanto 

tenemos que ver cómo nos posicionamos y cuáles son los desafíos que tenemos en este  terreno pensando lo que está sucediendo a nivel global. 

Los países de Sudamérica o el continente latinoamericano, por suerte, es un continente  signado por la paz y la democracia, pero no es ajeno a las tensiones globales, no es ajeno a  las presiones ni a el desarrollo dentro de nuestros territorios de expresiones que dan cuenta  y son producto de esta confrontación global que podemos resumirla en esa confrontación  entre Estados Unidos y China, en el plano comercial y en el plano tecnológico, que hasta el  momento hay quienes dicen que estamos frente a una nueva Guerra Fría, que es esta  confrontación entre estas dos superpotencias que en definitiva también impactan a nuestra  región por dos componentes centrales. 

Por uno, porque China es socio comercial prioritario de más de 100 economías emergentes  en el en el mundo y particularmente es un socio comercial relevante no solo para el Uruguay,  sino para el conjunto de los países latinoamericanos y por tanto hay una serie de intereses  comerciales y de relaciones que tenemos con China y con el escenario que se está  desarrollando en Asia, donde evidentemente se están instalando las clases medias del  mundo y están demandando mucho más alimento y nosotros somos productores de  alimento y por tanto hay un enorme desafío en nuestros vínculos allí y nuestras relaciones  también con el conjunto ya centradas quizás más en los valores en lo que tiene que ver con  los derechos humanos y la democracia, podemos decirlo con Occidente o con Europa.  

Por tanto, la región está atravesada por esos conflictos entre intereses comerciales y  valores. Y hasta el momento esas pujas que se vienen sucediendo en el mundo impactan en  cómo nos posicionamos nosotros en los foros globales, en los foros de Naciones Unidas, en  dónde nos posicionamos en función de los conflictos que se están generando o que se  están agudizando. De hecho, el conflicto en Ucrania ha dinamitado la relación entre  Occidente y Rusia, y los procesos que se han llevado últimamente desde Estados Unidos o 

algunas otras decisiones han ido acercando Rusia a China y se está conformando un  espacio geopolítico que está empezando a disputar un conjunto de temas en el mundo que  nos van a impactar y nos impactan en América Latina. 

Nosotros tenemos un conjunto de recursos naturales que debemos proteger y esas  tensiones las podemos ver claramente y yo diría una de las grandes definiciones que  deberíamos tomar en términos de defensa si uno de los componentes centrales y  estratégicos de la defensa no es la Amazonia, que naturalmente nosotros no estamos en la  Amazonia, pero estamos dentro del marco de acción de la Amazonia que comparten un  conjunto de países latinoamericanos. Y solo quiero llamar la atención sobre lo que fue en el  año 2019, los incendios en el Amazonas, donde el presidente Macron planteó que el  problema de los incendios de la Amazonia tenía que ser un tema de discusión del G7. 

En su momento, el presidente de la República de Brasil, Jair Bolsonaro, confrontó duramente  a Francia diciendo que este era un planteo colonialista y por tanto yo creo que con la  capacidad de recursos, la biodiversidad que existe en la Amazonia es un componente que  nosotros debemos colocar los latinoamericanos y los sudamericanos como un eje central  de nuestras miradas o sobre la defensa. Porque si nosotros no logramos mantener un  continente de paz y las intervenciones o las acciones de lo que está sucediendo en la  confrontación geopolítica internacional empiezan a incidir en el continente, podemos tener  dificultades en los aspectos que tienen que ver con nuestra democracia, nuestra seguridad,  nuestra defensa y la preservación de nuestros recursos naturales y estratégicos en el  continente. 

Y yo creo que este es un componente que hay que poner con mucha más intensidad en  nuestra mirada estratégica y es la preservación, la defensa y, por supuesto, una política  responsable con respecto a la Amazonia y todo el impacto que esto implica y cómo se mira  desde el mundo entero. Diría que ahí hay un componente muy importante para pensar y  analizar los temas de nuestra seguridad, de nuestra defensa nacional. Yo diría que los  países de la región estamos intentando en este contexto internacional conflictivo tener una  estrategia de no alineamiento flexible y esto implica, desde mi punto de vista, la necesidad  de una mayor coordinación, de discusión, de actualización, tanto sea doctrinaria como en  términos de nuestras miradas estratégicas, de lo que piensan los centros de estudios  estratégicos, de lo que piensan las distintas Fuerzas Armadas de la región para tener una  mirada compartida y común sobre los riesgos. 

Y esto no es solo un problema de los ministerios de Defensa o de las Fuerzas Armadas,  también es de nuestras cancillerías y también es de nuestra política diplomática a nivel de la  región de integración. Si no tenemos una mirada común y compartida sobre los riesgos,  difícilmente podamos establecer una política seria en el contexto actual que nos permita  tener una mirada estratégica sobre nuestra defensa. Además de los temas que también  implican o imparten relaciones complejas en la región. Pensemos que la región hoy no tiene  grandes conflictos interestatales, pero sí hay tensiones. Pensemos entre la tensión que se  está dando entre Venezuela y Guyana, nada más ni nada menos por una región, el Esequibo,  que es una región que es muy rica en hidrocarburos y en definitiva allí hay tensiones  geopolíticas que se empezaron a acrecentar.

De hecho, Venezuela tomó la decisión en su momento de designar autoridades de esta  región y eso ha generado, por suerte, no hubo una escalada de agresiones, pero sí hay un  componente de tensiones nada más ni nada menos por un recurso estratégico como son  los hidrocarburos. Pensemos en los conflictos que puedan haber entre Bolivia, Chile y Perú  con respecto a la salida del mar. O naturalmente el tema que hoy está mucho más  encaminado en términos diplomáticos de las Malvinas. Son temas que podemos incorporar  a los desafíos y las tensiones. O pensemos lo que se viene conversando con respecto al  Canal de Panamá y las últimas tensiones que han habido en ese sentido. 

Yo creo que son temas que necesitamos reflexionarlos para ponerlos, porque en definitiva si  bien tenemos un continente de paz, de democracia y tenemos que mantenerlo así para  garantizar nuestra seguridad y nuestra integridad de nuestro Estado y nuestros pueblos, no  es ajeno a tensiones, tensiones geopolíticas, tensiones e intereses de potencias  económicas mundiales y tensiones también intrarregionales que ponen en cuestión muchos  de estos desafíos y ahí tenemos que sentarnos a discutir cómo gestionamos los bienes  ambientales comunes porque en definitiva si no de lo contrario, como aquel intento que  recién reseñaba de del presidente Macron de pensar que el G7 puede tener autoridad sobre  los bienes ambientales comunes que tenemos en nuestro continente. Vaya, si tenemos un  trabajo importantísimo allí. 

Yo quiero ir terminando, pero creo que también tenemos un desafío de nuevo tipo, el  ciberdelito, el crimen organizado, el mercado del narcotráfico, que está generando enormes  tensiones y que vuelve a traer a la mesa un debate que yo creo que debemos dar con mucha  más seriedad y muchos más elementos, que tiene que ver nuevamente en esta relación  sobre una seguridad integral, cómo actúa y cómo se relaciona en este caso nuestras  fuerzas armadas en lo que tiene que ver con los aspectos de seguridad. De hecho, se ha  puesto nuevamente arriba de la mesa. Naturalmente hay componentes que hacen a la  defensa que tienen que ver con el control del crimen organizado, el control de nuestras  fronteras, el control de nuestro espacio aéreo, pero se ha puesto arriba la mesa con mucha  fuerza nuevamente la posibilidad del papel de nuestras fuerzas armadas en los temas de  seguridad interna y que yo creo que esto merece un debate mucho más razonado y menos  de la tribuna. 

Creo que es un tema que tenemos que involucrarlo porque además hay experiencia, y creo  que deberíamos aprender de esa experiencia para no cometer nuevos errores. Naturalmente  estas son tensiones para nuestros países, que seguimos siendo países del tercer mundo.  Pensemos que los temas de crimen organizado le cuestan al continente cerca de 3.5 puntos  del PIB. Y solo para dejar una cifra, en un continente que necesita, en el marco del cambio  tecnológico y la reducción tecnológica, invertir mucho más en innovación y tecnología, esos  3.4 del PIB representan doce veces más de lo que invierte la región en investigaciones y  desarrollo. Si será un tema relevante para la sobrevivencia de nuestros Estados, para la  cohesión de nuestras sociedades, para el bienestar de nuestros pueblos, para la generación  de una matriz productiva mucho más intensiva en conocimiento y para una inserción  internacional mucho más acorde a las necesidades que están demandando nuestras  sociedades.

Vaya si acá tenemos un problema serio con respecto a cómo equilibramos los gastos que  realiza la sociedad en su conjunto sobre los desafíos que tenemos. Vertimos doce veces  más y tenemos un problema además que nos afecta la democracia, que nos afecta la  violencia, la violencia interpersonal y los niveles de cohesión de nuestras sociedades, pero  gastamos doce veces más en eso que en investigación y desarrollo. Yo creo que aquí hay un  tema para pensarlo globalmente y ese es un tema esencialmente de defensa porque hace a  la cohesión de nuestras sociedades, porque hace a la integridad de nuestros territorios,  porque hace al control de nuestras fronteras, porque hace al control de nuestro espacio  aéreo y porque hace, en definitiva, a la necesidad de la convivencia. 

Así que naturalmente tenemos enormes desafíos y yo diría que un componente muy  importante entonces, para ir terminando, es necesitamos sostener en un mundo donde los  conflictos se están agravando, sea vía diplomática, comercial o incluso militar, necesitamos  mantener un continente de paz y ese tiene que ser el eje principal de nuestra política de  defensa de la región para poder preservar nuestros recursos naturales, utilizarlos  racionalmente y mantener cohesionada nuestra sociedad. Por tanto, creo que el Uruguay y  nuestras Fuerzas Armadas junto con la cancillería han hecho un aporte sustantivo en la  política de paz y en nuestra participación en los procesos de paz dentro del marco de  Naciones Unidas. 

Y yo creo que el Uruguay tiene una gran experiencia y prestigio para poder ofrecer desde los  aspectos militares o la intervención de nuestros cuadros militares en las misiones de paz,  como la incorporación de otras oficinas del Estado uruguayo, ofrecer el Uruguay como una  plataforma de solución de controversias y trabajar decididamente en un componente donde  el eje de paz y de solución de controversias y de mediaciones en conflictos tiene que ser un  eje central de nuestra estrategia de defensa nacional. Y yo creo que el Uruguay está en  inmejorables condiciones, inmejorables condiciones, porque tiene prestigio internacional,  porque tenemos una democracia sólida, porque tenemos una democracia de partidos que  se relaciona correctamente institucionalmente y porque tradicionalmente el Uruguay ha  defendido el derecho internacional y la solución pacífica de las controversias. Por tanto, en  este sentido, yo creo que hay varios temas que debemos actualizar. Tenemos nuevos  riesgos, tenemos viejos problemas, pero necesitamos decididamente tomar una decisión  firme de que estos temas no sean temas reducidos a aquellos que se dedican a trabajar en  estos asuntos, sino que sean mucho más extendidos en el debate del sistema político de la  sociedad uruguaya en su conjunto, para tener una visión compartida de los riesgos, las  amenazas, pero por sobre todo de las oportunidades. Así que muchas gracias. 

Senador Felipe Carballo 

Primero que nada, muchísimas gracias a todos y todas por hacerse presente en esta  actividad. Nosotros como integrantes de la Comisión de Defensa nos parecía que era  importante poder generar, digamos, una instancia de estas características que, como bien  dijera el Secretario de Presidencia hace un momento, la necesidad de tratar la defensa  nacional no tiene que ser un tema únicamente de los militares, sino que en realidad tiene  que ser un tema de toda la sociedad y generar un ámbito que de alguna manera nos permita  conocernos, ponerle rostro también a cada una de las políticas y de las propuestas que se  van a ir desarrollando. Sin saltarme el protocolo, agradecerle al Secretario de Presidencia, a  la señora Ministra, a los oficiales de las tres armas, también a la academia y también a las  organizaciones civiles que hoy están participando también de este de este evento que nos  va a generar, sin duda, los elementos y los instrumentos necesarios para la tarea que  tenemos por delante. Y ver desde este ámbito, desde el legislativo, pensar también en cómo  aportar instrumentos, herramientas que vayan en esa dirección de lo que hace un momento  se planteaba. Hacer los mayores esfuerzos y nuestras contribuciones para la paz, para que  los instrumentos de la defensa nacional y frente a las amenazas que hoy estamos teniendo,  desde el punto de vista legislativo seguramente tendremos muchos elementos para poder  aportar y a su vez a partir del propio intercambio que vamos a tener en el transcurso del día  de hoy, van a generarse insumos, instrumentos para poder trabajar justamente en esas  tareas legislativas que tenemos por delante. Por lo tanto, la bienvenida a todos y a todas.  Realmente un gusto estar en esta actividad que va a estar generando, sin dudas insumos  muy importantes en el transcurso de toda la jornada de la mañana de hoy a los efectos  justamente de contar con los instrumentos y las herramientas necesarias para contribuir a  una mejor defensa nacional. Muchísimas gracias a todos.

Ministra de Defensa Nacional Sandra Lazo 

Buenos días para todos, para todas. Es un gusto estar acá. Saludamos a las autoridades  militares, civiles, al Secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, que acaba de hacer y de  dar un contexto geopolítico que le da marco, un marco importante a esta actividad. Confieso  y también fuera del protocolo que cuando el Senador Felipe Carballo me llamó diciéndome  que tenía pensado promover una actividad como la de hoy, digamos que no me preocupé  porque a mí la verdad que los desafíos en debate, en exposición de ideas, me generan todo  lo contrario, me generan una gran expectativa, pero que además sea en esta casa que hoy  está llena y que es una casa que conocemos desde hace muchos años y que es ni más ni  menos que la representación de la ciudadanía uruguaya, una representación que en el  Estado de derecho se da y aquí están los tomadores de decisiones. Y para tomar decisiones  que afectan para bien o para mal la vida de las instituciones, la vida de las instituciones del  Estado, hay que tener conocimiento. Y ese conocimiento no se da solamente, por supuesto  que sí se da desde el lado académico, sí se da desde la práctica, desde la estrategia, pero se  da también en el debate, en el debate ciudadano. Por lo tanto, celebro y me parece que esto  viene muy bien porque la casa está llena y hemos asistido a muchas actividades en esta  maravillosa, arquitectónicamente hablando y hablando de arte, maravillosa Sala de Eventos  del Palacio Legislativo. Entonces, agradezco también al senador, en tanto integrante de la  Comisión de Defensa del Senado que haya promovido esta actividad.  

Voy a hacer algo que tiene que ver con el momento que estamos viviendo. Nos vamos  acercando a fin de año y cuando nos acercamos a fin de año, además de las agendas que  parece que van a explotar, sucede que vamos haciendo balances y en esos balances, ¿qué  hacemos? Lo que hacemos es revisar lo que nos planteamos al comienzo, cómo venimos. Y  yo creo que ese balance imperativamente me obligó a mirar qué dijimos el día 7 de marzo  cuando asumíamos la responsabilidad del frente del Ministerio de Defensa Nacional. Y de  esa oratoria tomé algunos espacios que tienen que ver con esos desafíos de la defensa  nacional en diálogo y muchos de los conceptos que Alejandro Sánchez ponía sobre la mesa,  por ejemplo, la defensa nacional como bien público, como función esencial y permanente y  además indelegable e integral del Estado, tiene mucho que ver con cómo la construimos  entre todos, porque el Estado somos todos. 

No puedo menos que hablar de lo que fue el proceso allá comenzando por 2005, cuando el  extinto presidente Tabaré Vázquez en el primer gobierno del Frente Amplio tomaba  posesión del cargo y lanzaba un debate nacional en defensa, un espacio de intercambio que  contó con aprendizajes de experiencias nacionales e internacionales, con participación de  militares, con participación de civiles, de expertos, con la academia, con los sindicatos, con  las organizaciones sociales, centros sociales de las fuerzas armadas, que organizó talleres,  mesas de intercambio, de discusión, estábamos hablando de eso, todo ese debate tuvo su  fruto y ese fruto fue ni más ni menos que la Ley Marco de Defensa Nacional, la primera,  cuando estamos conmemorando de alguna manera 40 años ininterrumpidos de  democracia, la primera en 40 años que encara con mucha valentía el tema de la defensa  nacional.

La ley 18650 nació con el respaldo unánime en ambas cámaras de esta casa y dice cosas  que son esenciales para nosotros como Estado. La defensa nacional comprende el conjunto  de actividades civiles y militares, dirigidas a preservar la soberanía y la independencia de  nuestro país, a conservar la integridad del territorio y de sus recursos estratégicos, parte de  lo que acaban de mencionar quienes me precedieron en la oratoria. Lograr involucrar en  estos temas al conjunto de la ciudadanía, a toda la sociedad, a los trabajadores, a los  estudiantes, a los intelectuales, a los empresarios, a la academia, a los partidos políticos  que sustenta la democracia, es parte de ese desafío que plantea este seminario en el día de  hoy.  

Porque es verdad, la defensa tiene un componente militar. Las Fuerzas Armadas son  responsables de la ejecución de las actividades de la defensa nacional, pero la sociedad  toda tiene que involucrarse y el compromiso de la población desde las áreas civiles de la  defensa es primordial. Y eso se da de diferentes maneras, a través de la instrucción, la  capacitación de la sociedad civil organizada en la gestión de riesgos, a los que mencionaba  Alejandro hoy, en prevención, en mitigación y respuesta ante desastres naturales,  epidemias, incendios, inundaciones. Tenemos experiencias múltiples durante estos 40 años,  pero voy a hablar de las que me ha tocado estar como participante, lo que han sido las  diferentes instancias donde frente a la situación de vulnerabilidad de compatriotas allí  hemos estado trabajando en conjunto diferentes instituciones del Estado. 

Acaba de terminar el decreto del frío extremo, donde estuvo el Ministerio del Interior, estuvo  el Ministerio de Salud Pública, estuvo Presidencia de la República a través del SINAE, estuvo  la presencia de las Fuerzas Armadas. Tenemos el desafío de seguir avanzando en la  complementariedad, en la integración del sistema educativo militar al sistema educativo  público nacional, de acuerdo con la normativa aprobada a través de la ley que mencioné  anteriormente. De alguna manera esta actividad tiene ese marco, tiene ese contexto  geopolítico regional e internacional que daba el Secretario de Presidencia y entendemos que  nuestro personal, lo digo hoy como conductora, hay un cambio que hemos asistido en los  últimos años, yo diría que en el último siglo. 

Si, y acá me salgo un poco del protocolo, pero si nos ponemos a pensar para atrás, y eso  queda muy claro en aquella cartelera que tiene la asignación de los nombres de cada uno de  los ministros, que desde el surgimiento de este país como nación, los tomadores de  decisiones en ese sentido, en doscientos años fueron varones. En 2005 tuvimos la  presencia de la Ministra Azucena Berrutti, hoy esa responsabilidad ha recaído sobre mí, pero  no lo quiero decir desde el punto de vista referencial, porque todavía hoy y basta mirar  muchas veces las redes sociales, hay una controversia a ver si las mujeres podemos opinar,  podemos conducir o podemos hablar de temas que históricamente han sido asignados a  los varones. Yo creo que es un gran desafío que tiene la sociedad, una sociedad que nos  nuclea a todos en igualdad de condiciones. Eso es lo que dice la Constitución de nuestra  República. 

Pero esos cambios también han hecho que hoy tengamos, afortunadamente, unas Fuerzas  Armadas que integran en igualdad de condiciones a las mujeres. Y quería decirlo porque  también tiene que ver con esa visión que permanentemente tenemos que rever y reeditar en 

lo que son los desafíos que se vienen. Y en ese sentido, nuestro personal tiene que tener las  posibilidades, las garantías, para el desarrollo profesional, la continuidad educativa, en  especial el personal subalterno, en complementariedad con el sistema educativo nacional.  Impulsar de alguna manera esa senda de recuperación del crecimiento para mejorar, para  generar mayor cantidad y calidad de trabajo que permita una mejor distribución del ingreso.  No son temas ajenos a la defensa nacional. 

Ahí están los desafíos y seguramente la jornada de hoy va a ser una jornada muy  enriquecedora para los tomadores de decisiones que están en esta casa, para quienes no  tenemos varitas mágicas, sino que contamos con la cooperación de nuestro personal y de  la ciudadanía, que es, en definitiva, quien toma decisiones cada 5 años y nos lleva a los  lugares que ocupamos. No olvidarnos de ese detalle creo que es algo imperativo y que en  estas circunstancias de debate, de exposición de ideas, no deberíamos dejar de referenciar.  Muchísimas gracias.

Maestro de ceremonias 

Damos inicio al seminario de defensa nacional “Fuerzas Armadas del Uruguay, diálogo  sobre los nuevos desafíos de la defensa nacional”. En esta instancia se busca promover un  espacio de reflexión y análisis sobre el presente y el futuro de la defensa nacional,  considerando los cambios tecnológicos y estratégicos que configuran el escenario  contemporáneo. El seminario reúne especialistas, académicos y representantes  institucionales con el propósito de contribuir al fortalecimiento del pensamiento estratégico  desde una visión integral de la defensa en tiempos de transformación global.  

Muy buenos días a todas y a todos y gracias por su presencia en este seminario sobre  defensa nacional. Damos inicio a la primera mesa de la jornada llamada “El futuro y la  defensa nacional”. Invito a los oradores a la mesa.  

En esta mesa junto a especialistas en la temática se abordarán los nuevos desafíos que  plantea la inteligencia artificial, la ciberdefensa, y las transformaciones tecnológicas  en la planificación estratégica de la defensa nacional, así como los nuevos  escenarios que configuran las guerras del futuro. En primera instancia, hará uso de  la palabra el magíster Federico Monteverde, especialista en gobierno electrónico y  protección de datos, con destacada formación en tecnologías de la información. 

Magíster Federico Monteverde 

Muy buenos días. Muchas gracias a los organizadores por la invitación, a las autoridades  nacionales, señores legisladores de la Comisión de Defensa, mandos militares, señoras y  señores. Dos precisiones antes de comenzar. En primer lugar, vengo acá invitado a título  personal y sin ningún tipo de vinculación con las instituciones a las cuales pertenezco, y por  

lo tanto voy a dar una versión absolutamente independiente y particular mía. Y en segundo  lugar, esto que compartiré con ustedes es una síntesis de un trabajo más amplio, más  profundo, que va a más detalle, que está en poder de la organización del evento, así que  quien esté interesado lo tiene a disposición. 

Ahora sí, permítanme comenzar planteando una escena. Imaginen una unidad militar  cualquiera. En plena noche, las pantallas se encienden solas, los sistemas detectan una  amenaza. Los algoritmos deciden qué priorizar, todo pasa en cuestión de segundos y el ser  humano, que alguna vez fue el centro de la acción, apenas alcanza a observar el resultado.  Esa escena no es del futuro, es del presente y nos obliga a formularnos una pregunta que ya  no es técnica, sino política y ética. ¿Qué lugar le queda al juicio humano cuando las  decisiones empiezan a ser automatizadas? La inteligencia artificial ya forma parte del  ámbito de la defensa. Nos ofrece nuevas capacidades de eficacia, de precisión, de  anticipación, pero también nos plantea un desafío: que la velocidad de las máquinas no  sustituya a la prudencia de la deliberación. Porque la defensa, y esto conviene recordarlo, no  se mide solo en capacidad de fuego o en cantidad de datos procesados. La defensa es ante  todo una expresión de soberanía y la soberanía cuando se delega sin reflexión se convierte  en dependencia. Por eso el tema que nos convoca hoy no es simplemente tecnológico, es  profundamente humano.

Se trata de decidir si la inteligencia artificial será un instrumento al servicio de la política o si  será la política la que empiece a depender de cómo funcionan los algoritmos. La técnica  avanza, pero el sentido, ese bien escaso y esencial, solo puede venir de nosotros, porque  ningún código, por perfecto que sea, puede reemplazar el juicio moral que sostiene una  decisión justa. Esa convicción es la que nos guía hoy, porque el verdadero núcleo de la  reflexión que quiero compartir con ustedes es el siguiente: integrar la inteligencia artificial  en la defensa no es solo una cuestión de capacidad técnica, sino de equilibrio. Un equilibrio  entre la potencia de la técnica, la orientación de la política y la medida de la ética. De ese  equilibrio dependerá que la inteligencia artificial se convierta en una herramienta al servicio  de la soberanía, y no en una soberanía entregada a la herramienta. 

En Uruguay, nuestra doctrina de defensa nacional establece algo fundamental, que las  fuerzas armadas son el instrumento militar del Estado, subordinado siempre al poder  político legítimo y al marco jurídico y ético que le da sentido. Esa subordinación no es una  formalidad, es lo que garantiza que la defensa sea una expresión de soberanía y sino de  fuerza sin dirección. Ahora bien, la incorporación de la inteligencia artificial no altera ese  principio, pero pone a prueba la forma en que lo ejercemos. Porque la técnica no es neutra.  Cada innovación tecnológica modifica nuestra circunstancia, nos ofrece nuevas  posibilidades, por supuesto, pero también nos impone nuevas dependencias. Hoy los  sistemas automatizados amplían nuestra capacidad de vigilar, anticipar y reaccionar, pero al  mismo tiempo nos permiten ver más lejos y actuar con mayor rapidez y al mismo tiempo  reconfiguran la forma en que concebimos la propia defensa. Reconfiguran la forma en que  concebimos la propia defensa. Acortan los tiempos de decisión, redistribuyen  responsabilidades y transforman la relación entre la acción militar y la conducción política.  Por eso, el desafío no está en la autonomía de las máquinas, sino en la autonomía de la  doctrina, en su capacidad de seguir orientando la acción en un contexto donde la velocidad  técnica amenaza con desplazar a la reflexión humana. No se trata de negar la utilidad de la  inteligencia artificial, para nada. Se trata de tener presente que la eficacia sin orientación no  es progreso, sino pérdida de rumbo. Y en defensa, la pérdida de rumbo no se mide en  pérdidas económicas, sino en legitimidad, en confianza y en soberanía. 

La doctrina uruguaya establece el marco dentro del cual la fuerza actúa en conformidad con  el orden jurídico y los valores que lo sustentan. El desafío que plantean las nuevas  tecnologías es preservar la coherencia de ese marco cuando la velocidad de la técnica  tiende a reducir el tiempo disponible para la deliberación política. La cuestión no es solo qué  puede hacer la inteligencia artificial, sino cómo podemos integrarla sin que distorsione lo  que somos. La inteligencia artificial nos ofrece algo tentador, la promesa de un dominio  total sobre la información y el tiempo. Pero cuanto más dependemos de los algoritmos para  procesar la realidad, más difícil se vuelve mantener una mirada verdaderamente política  sobre ella, porque la defensa no se agota en la reacción inmediata, requiere deliberación,  contexto, prudencia y los sistemas automáticos no deliberan, calculan. Y entre calcular y  deliberar hay una distancia que ninguna tecnología puede suprimir. 

En campos como la vigilancia marítima o la ciberdefensa, la inteligencia artificial cumple un  papel decisivo. Detecta patrones, anticipa amenazas, filtra información, pero cada una de  esas tareas redefine silenciosamente la práctica de la defensa. Lo que cambia no es solo la 

herramienta, sino el ritmo, el criterio y la naturaleza de la decisión misma. Esa  transformación nos obliga a revisar la doctrina, pero no para desecharla, sino para  sostenerla, porque sin doctrina la defensa se convierte en mera gestión técnica del riesgo.  La cuestión no es si incorporamos la inteligencia artificial, sino en qué condiciones la  incorporamos, sin perder la brújula política y moral que nos orienta. Y esa brújula, conviene  recordarlo, no se programa, se forma. Se forma en la educación, en la experiencia del  mando y en la deliberación democrática. Cuando una decisión se automatiza, debemos  preguntarnos, ¿sigue siendo humana porque alguien la supervisa o solo lo parece? 

La supervisión no puede ser un trámite, debe ser una responsabilidad consciente y  soberana. La técnica no reemplaza la prudencia y sin prudencia la defensa puede volverse  eficaz, pero no justa. Damas, Caballeros, la inteligencia artificial no es el enemigo para nada.  Es una herramienta muy valiosa, siempre que tengamos presente quién debe decidir y por  qué decide. La técnica nos ofrece medios extraordinarios, pero la política y la ética deben  seguir definiendo los fines. Si alguna vez la defensa deja de ser un acto de deliberación  humana, no habremos alcanzado independencia tecnológica, sino perdido soberanía  nacional. Por eso, el desafío no es ampliar las capacidades de las máquinas, sino preservar  el criterio de quienes las dirigen. Defender al país no es solo proteger su territorio, es  también proteger el sentido de su acción, su coherencia, su humanidad. 

La inteligencia artificial puede ayudarnos a mirar más lejos, pero solo la conciencia puede  decirnos hacia dónde vale la pena mirar. Porque en la defensa, como en la política, no basta  con saber cómo actuar, hay que saber por qué. Y esa es la brújula que nunca debemos  perder. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Magíster Federico Monteverde. A continuación escucharemos al Señor  Coronel retirado Magíster Gustavo Vila, especialista en estrategia nacional de inteligencia,  con amplia experiencia en el estudio de la defensa y las transformaciones tecnológicas. 

Señor Coronel retirado Magíster Gustavo Vila 

Buenos días. Es un placer participar de este evento al cual considero todo un desafío. La  defensa nacional, a mi entender, es una construcción colectiva en la cual deberíamos  participar todos los orientales y creo que estas instancias dan la posibilidad de ello. En  primer lugar, quiero expresar que las opiniones son mis opiniones, no es la postura  institucional del CALEN. Creo que un tema importante en una sociedad como la nuestra que  no tiene la necesaria cultura de seguridad y defensa es, por más de que el Secretario de  Presidencia lo aclaró muy bien, que una cosa la defensa nacional y otra cosa la defensa  militar. La política de defensa nacional del año 2014 dice claramente que la defensa  nacional tiene cuatro herramientas: la económica, la diplomática, la seguridad pública y la  defensa militar. Con la LUC del 2020, le incorporamos una tercera, la del conocimiento,  porque la inteligencia está presente, está integrando el CODENA. ¿De acuerdo? 

Entonces, eso en primer lugar para delimitar el campo. Creo que es pertinente una opinión  que se la robé al doctor Chediac, no sé si se ve bien, pero el Dr. Chediac un poco en broma,  un poco en serio, dice que en apariencia los orientales tenemos una muy baja percepción  del riesgo y pensamos que lo que pasa en otros lados no nos va a pasar nunca a nosotros,  que estamos vacunados contra todos los problemas y ello de ninguna manera es así. Un  poco buscando una analogía, si el avestruz, por ahí se dice que mete la cabeza en la tierra, a  veces creo que los orientales somos un país de avestruces y metemos la cabeza en la tierra  porque no nos queremos enterar de cuáles son los riesgos que enfrentamos en esta  sociedad globalizada hiperconectada del siglo XXI.  

Voy a abusar del Secretario de Presidencia, me adelantó campo. Uruguay está inserto en un  barrio del sur global. Nos guste o no nos guste, estamos ahí. Estamos rodeados de dos  gigantes, 240 millones de brasileños, el doble de Rusia, Rusia está peleando en Ucrania, y un  montón de argentinos por el oeste son todos hermanos y todos nos queremos. Pero cuando  tenemos países tan grandes, a veces el abrazo de un país grande nos sofoca. Y discrepo  con que América Latina es una zona de paz. Yo creo que América Latina creemos hacer de  cuenta, queremos los orientales pensar que es una zona de paz, pero no nos olvidemos que  acorde las estadísticas del Banco Mundial, América Latina es la zona más violenta del  mundo, es la zona más inequitativa del mundo y desde mi perspectiva la pobreza, por  aquellos por la cuales la sufren, es una forma de violencia. ¿De acuerdo? Entonces yo no  puedo evitar pensar que en un mundo que está mutando de un entorno VUCA: volátil,  incierto, complejo, ambiguo; a un entorno VANI: frágil, ansioso, no lineal, incomprensible. 

Es todo un desafío conducir los destinos de un país, máxime cuando tenemos que hay una  agenda de seguridad mucho más compleja, la emergencia de actores no estatales, como  que ha perdido importancia las Naciones Unidas, el concepto de no injerencia, nos plantea  todo un desafío. Y en ese contexto, Uruguay desde sus dos ediciones de la política defensa 

nacional se ha dado amenazas. Y los orientales hemos sido coherentes. ¿Por qué digo  “hemos sido coherentes”? Porque en realidad si uno mira las amenazas de la política 2014 y  la política de la amenaza 2020, hay una relativa coherencia. Estas son las 10 amenazas que  señala la política de defensa nacional 2020 que todavía están vigentes.  

Todas estas amenazas se caracterizan por ser muy multidimensionales. Una amenaza  multidimensional es una amenaza compleja, sino pensemos un poquito lo que supone cada  una de esas 10 amenazas, amenazas complejas que afectan a todas las expresiones del  poder nacional y que para solucionarlas requieren de todas las expresiones del poder  nacional. Y bien, ¿qué deberíamos hacer los planificadores? Todas las amenazas no son  iguales. Hay amenazas que tienen capacidad y voluntad para dañar los intereses nacionales  y los objetivos nacionales que también están determinados en las políticas de defensa  nacional, y hay amenazas que no tienen voluntad, pero sí tienen capacidad para hacerlo.  Entonces, ahí tenemos una caracterización de esas amenazas. A su vez, esas amenazas me  permiten establecer cinco escenarios. ¿Por qué hablo de escenario? Y porque tengo que  trazar estrategias, tengo que ver cómo voy a ampliar los medios. Entonces, nos podemos  plantear cinco escenarios. 

Un escenario convencional, un escenario no convencional político, un escenario no  convencional criminal, un escenario híbrido y un escenario de emergencia o catástrofe.  Obviamente cada uno de esos escenarios va a tener afectaciones o amenazas principales y amenazas secundarias.  

El escenario uno, el escenario convencional, es un escenario actualmente de muy poca  probabilidad. Es muy poco probable el escenario uno. Escenario uno el cual se caracteriza  por la presencia de un actor estatal en condiciones de agredir la soberanía, amenaza  principal, y amenaza secundaria, llevar adelante ciberataques. Un escenario dos de poco  probable, un escenario no convencional, político, poco probable, con la presencia de actores  no estatales, actores no estatales que pueden llevar adelante, obviamente, la violación de la  soberanía y conducir actos de terrorismo. Un escenario tres no convencional, criminal, en el  cual, desde mi punto de vista, estamos insertos, es un escenario que está en desarrollo, con  la presencia de actores no estatales, caracterizado por, como amenaza principal, todas las  expresiones asociadas al crimen organizado y como amenaza secundaria, ciberataques. Un  escenario número cuatro híbrido, el cisne negro, la wild card, el escenario menos deseable,  el escenario de pesadilla, la combinación de dos o de los tres escenarios. Hoy es un  escenario poco probable, pero hay, desde mi perspectiva, una tendencia a que sea en algún  momento, en el mediano plazo, probable. ¿La presencia de quiénes? Actores no estatales y  actores estatales. Y si no pensemos, la triple frontera, ¿a cuántos kilómetros está de  Uruguay? ¿Y quiénes operan en la triple frontera? Ahí tienen por qué, no estoy asustando a  nadie. Digo, es una realidad. Nos podrá gustar o no, pero es una realidad. 

Y el escenario número cinco, el escenario de emergencia o catástrofe. Es un escenario  actual, un escenario presente. Obviamente ustedes van a ver que ahí no hay voluntad,  porque las inclemencias meteorológicas, el daño medioambiental, ahí no hay una voluntad,  paz. Estos escenarios obviamente afectan directamente a la defensa nacional, son el punto  focal de la defensa nacional, pues afectan la soberanía, la independencia, la paz de la 

República. Y lo que está recuadrado en rojo es precisamente el escenario de nuestras  guerras del futuro o en algún caso de nuestras guerras actuales. ¿Cuál es la herramienta  que dispone el Estado para combatir estas amenazas? El sistema de Defensa Nacional, no  lo inventé yo. Artículo 7, Ley de Marco de Defensa Nacional. Muy sucintamente, la ley nos  dice que el sistema de defensa nacional estará integrado por poder legislativo, poder  ejecutivo y el CODENA. 

Ahora, el sistema de defensa nacional no puede responder a un capricho, sino que tiene que  tener una arquitectura racional que responda en primer lugar a los intereses nacionales a  defender, en segundo lugar, los objetivos nacionales a defender, en tercer lugar, las  amenazas que nosotros visualizamos y en cuarto lugar nuestro poder nacional. Y si son  optimistas, nuestro potencial nacional, todo lo que podríamos llegar a ser en función de  esas cinco expresiones del poder nacional. Ahí tiene el diseño de un sistema de defensa  nacional racional, cuando considera todo esto. Si no la consideramos, es un wishful  thinking, es pensamiento desiderativo. Un sistema nacional de defensa nacional que tendría  que tener capacidad ¿para qué?, para actuar y disuadir a las amenazas que venimos  mencionando en las dos diapositivas anteriores. Sistema nacional, ¿por qué sistema? Yo lo  visualizo en subsistemas. 

Si ustedes se ponen a pensar esa breve integración que nos da el artículo 7 de la ley marco  que habla de poder legislativo, poder ejecutivo y CODENA es lo que está simbolizado ahí. Lo  único que yo le llamo subsistema y lo descompongo. Esos subsistemas tendrían que tener  capacidad para actuar y disuadir los escenarios uno a cuatro y para actuar en los escenarios  cinco. ¿De acuerdo? Pero desde mi perspectiva, y acá rescato un poco lo que dijo la  ministra, para mí está faltando un componente fundamental que es la educación, el  subsistema educativo nacional. Desde mi perspectiva, el Ministerio de Educación y Cultura  tendría que integrar el CODENA. ¿Por qué? Porque no hay sistemas buenos ni malos. Lo que  hace bueno o malo un sistema son las personas que operan dentro del sistema. Y lo otro  que estaría faltando desde mi punto de vista es el subsistema jurídico legal. ¿Cuáles son las  tres precondiciones? Porque tienen que existir precondiciones para que esto pase. 

La primera es sensibilidad hacia la defensa nacional y voluntad política para implementar  todo lo que esto supone. En segundo lugar, estamos hablando de un proyecto nacional  compartido, algo que trascienda los colores, algo que sea por encima de blanco, colorado,  Frente Amplio, Partido Independiente, Cabildo Abierto, que sea Oriental y que no cambie  conforme rotan las administraciones. Un proyecto nacional compartido. Y lo tercero, a favor  de eso, una cultura de seguridad y defensa que hoy los orientales adolecemos. Y bueno, y no  los voy a abrumar con la diapositiva siete y la que viene, serían las conclusiones. Lo pueden  leer ahí. Yo creo que la educación es la mejor inversión que podemos hacer en defensa  nacional. ¿Por qué? Y por lo que hablamos. Porque no hay sistema, no hay fuerzas que  funcionen por sí misma. No las animan robots, las animan personas. Y la función de la  educación, ¿cuál es? Y es dar conocimiento y dar valores. Educar, ¿qué es? 

Es darle herramientas a una persona, formar buenos ciudadanos, formar ciudadanos  íntegros, comprometidos, solidarios. ¿Verdad? Y vieron que no dije caritativo, porque  entiendo que la caridad no es justicia. Solidarios, comprometidos, íntegros. Esa es la 

función de la educación. El desarrollo económico, y el desarrollo económico es  fundamental. Una persona que tiene necesidades básicas insatisfechas, ¿ustedes la van a  hacer combatir eventualmente hasta la muerte, por un estado que gestionó su pobreza? No,  no va a funcionar el sistema. Y en la otra diapositiva, lo que interesa señalar y para no  robarle tiempo a los demás conferencistas, es el enfoque sistémico. Enfoque sistémico,  ¿qué supone? Supone lógica sistémica. Supone pensar que si afecto un subsistema, si toco  en su sistema, voy a afectar a todos los demás. Entonces, cuando quiera modificar algo,  tengo que modificarlo holísticamente. Hay una lógica sistémica. 

Y después, pensemos y seamos específicos, diseñemos modelos de sistema de defensa, de  Fuerzas Armadas, de fuerzas policiales, sui generis, de orientales y para orientales. Lo que  funcionó en otra realidad no tiene por qué funcionar acá, o tal vez sí. Y repito, creo que  tenemos que hacer un muy buen uso de recursos escasos. Y el recurso más valioso nuestro,  ¿saben cuál es? Es la población. Tenemos que aportar una conjuntez, a una conjuntez  ampliada. ¿Qué entiendo yo por conjuntez ampliada? Cuando hablamos de conjuntez  hablamos de Ejército, Marina, Fuerza Aérea. Incluyamos a la policía. Conjuntez ampliada.  Perdóneme, Ministra, Ministerio de Defensa Nacional y Ministerio del Interior. ¿Y si creamos  un Ministerio de Seguridad? Y esa persona, porque el espectro de la violencia es amplio,  administra justamente los elementos para accionar contra esa forma de violencia y tiene  todos los elementos en sus manos. 

Digo, ojo, son ideas que estoy tirando, pero entiendo que en estos ámbitos es donde se  deben discutir. La población no puede ser un ente pasivo, tiene que participar, hay que  incorporarla a la defensa nacional. Defensa nacional, no dije defensa militar, defensa  nacional. Uruguay no tiene una defensa civil. Cuando hay una emergencia climatológica, ¿a  quién recurrimos? Ejército, Intendencia primero y después Ejército Nacional. En Argentina,  los bomberos son voluntarios. Tal vez hay que apelar justamente al compromiso de la  ciudadanía, porque eso es defensa nacional también. Y no me quiero seguir extendiendo y  quiero concluir.  

Tal vez por nuestra estatura estratégica y por nuestro poder nacional, Uruguay solo podrá  disuadir y actuar contra esas 10 amenazas, que ojo, como muy bien decía la Ministra, el  Secretario, fueron diseñadas por todo el espectro político y eso es positivo, pero para  disuadir y actuar contra esas amenazas, considerando nuestra estatura estratégica, nuestro  poder nacional, y considerando las amenazas de la era digital, solo podremos conjugarla en  la medida que exista la voluntad política para implementar lo que se escribió en el 2010. El  Artículo 2, el derecho y el deber de los ciudadanos a participar en la defensa nacional. ¿Y por  qué pongo ahí una defensa nacional en clave artiguista? Y bueno, porque tal vez cuando  Artigas decía “nada debemos esperar que no sea de nosotros mismos” hace un poquito  referencia a esto, y el derecho y el deber de la ciudadanía a participar en la defensa nacional  no hace sino abrevar en el viejo concepto artiguista de pueblo en armas encuadrado por sus  fuerzas armadas y sus fuerzas policiales. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Señor Coronel retirado Magíster Gustavo Vila. Ahora hará uso de la palabra  el Profesor Dr. Ingeniero Gustavo Betarte, especialista en seguridad informática y  ciberdefensa, con importante trayectoria académica e investigadora en el área de la  computación. 

Profesor Dr. Ingeniero Gustavo Betarte 

Muy buenos días. Agradezco a todas las autoridades, a los organizadores y saludo a todas  las autoridades presentes. Voy a ir un poco rápido porque me dijeron que no tengo mucho  tiempo para hablar, prefiero concentrarme en el contenido de mi presentación. Como verán,  el título de la presentación es bastante ambicioso, ¿okay? Es un tema que obviamente no  voy a poder delinear con la importancia que tiene en los pocos minutos que tengo acá, pero  por lo tanto voy a ser esquemático, sobre simplificador, y voy a tratar de focalizarme en  algunos conceptos, en algunos puntos que yo considero que son la esencia de lo que quiero  presentar acá y después tendremos tiempo para discutir esto en otras instancias. Hay un  documento también escrito por ahí que toca alguno de estos temas.  

Yo también estoy aquí a nivel personal. Yo soy profesor titular de la Facultad de Ingeniería  de la Universidad de la República. Pero acá estoy expresándome personalmente, ¿de  acuerdo? Aunque yo de alguna forma siempre siento que estoy representando a la  Universidad.  

Entonces, ¿qué entendemos por ciberdefensa? Repito, esquemático y sobre simplificador.  Bueno, podríamos decir que son las estrategias y tecnologías, ¿sí?, que son utilizadas para  proteger sistemas, sistemas de información, redes y datos. ¿Protegerlas de qué? De las  amenazas cibernéticas. En el contexto de este seminario, yo acá lo que quisiera hacer  énfasis es en la protección de los activos críticos del Estado. En Uruguay tenemos un gran  debe. En el 2008 se definió que teníamos que construir un catálogo. Cuando digo activos  críticos es importante tener en cuenta que en estos últimos 30 años ha habido un shift, ha  habido un movimiento entre lo que eran los activos físicos hacia los activos digitales. 

El hecho de que todas las empresas, organizaciones, instituciones digitalizan sus acervos,  hace transformar lo que son activos en activos digitales. En Uruguay sí tenemos ese gran  debe, tenemos que tener un catálogo delineado de cuáles son los activos críticos digitales  de nuestro país. ¿Por qué? Porque al tener identificados esos activos, de la mano vienen las  infraestructuras críticas de nuestro país, que son las que ya lo hemos visto, lo estamos  viendo desde hace años, pero en estos en este último año en particular, están bajo  constante ataque. ¿De acuerdo? Entonces, tenemos que tenerlos bien identificados para  poder empezar a defendernos. Seguridad 100% no existe, de acuerdo. Pero sí hay que hacer  todo lo posible para prepararse. 

¿Cuáles son los componentes claves de la ciberdefensa? En mi visión simplificada, todo lo  que tiene que ver con inteligencia de amenazas. Esto es tratar de entender qué es lo que  está pasando con nuestros activos fuera de los perímetros de nuestras organizaciones e  instituciones. Threat hunting se dice en inglés. Inteligencia de amenazas es un campo muy 

activo, muy importante y en el que nuestro país todavía no le estamos dando la importancia  necesaria. Bueno, obviamente todo lo que tiene que ver con el aseguramiento de  infraestructuras y sistemas de información. Y por otro lado, la respuesta a incidentes. Ya  hemos visto también en todo este tiempo que una cosa va de la mano de la otra. ¿Cuál es el  objetivo fundamental de la ciberdefensa? Prevenir, detectar y responder a ciberataques.  

¿Qué entendemos por soberanía digital? Esto es un concepto, una noción relativamente  nueva que todavía se está discutiendo tanto a nivel académico, como organizacional, como  gubernamental. Se está tratando de entender qué es lo que efectivamente se quiere, si se  quiere decir, se piensa con soberanía digital. Yo lo resumo en la capacidad de una nación  para controlar su infraestructura digital, sus datos y sus tecnologías. Piensen ahora cuál es  la realidad en nuestro país ¿Dónde operan nuestros sistemas? ¿Dónde residen nuestros  datos? ¿Quiénes son los dueños de las tecnologías que utilizamos? Bueno, claramente yo  creo que estamos muy lejos de ser una nación soberana digitalmente y tenemos que  empezar a entender qué es lo que significa para nuestro país y cuál es el esfuerzo que  requiere recorrer ese camino. ¿Cuáles son los aspectos claves de la soberanía digital?  Soberanía datos, todo tipo de datos, independencia tecnológica, uy, ya sé, esto es un poco  más difícil, tenemos que seguir remándola como la venimos remando, pero bueno, hay  cosas que de todas formas se pueden hacer o por lo menos se pueden tomar criterios, se  pueden tener determinados tipos de criterios guiados por conceptos de soberanía cuando  decidimos contratar y utilizar tecnologías que no son nacionales y eso es muy importante.  Control regulatorio, esto es fundamental, esto es importante, un control regulatorio con  capacidad punitivas, que también de alguna forma es lo que nos falta en este país.  Tenemos controles, tenemos la ley de protección de datos personales. El estado no tiene  capacidad punitiva casi. Ahora eso cambió en la última rendición de cuentas, pero hace falta  mucho más. Hace falta más gobernanza y más capacidad punitiva en lo que tiene que ver  con las responsabilidades de la protección de los datos de la ciudadanía, de la nación y del  Estado.  

¿Cuál es el objetivo de la soberanía digital? Proteger los intereses nacionales y reducir la  dependencia extranjera. Difícil, lo sé, pero bueno. La interdependencia entre ciberdefensa y  soberanía digital. Sigo siendo sobre simplificador, ¿de acuerdo? Pero estoy poniendo el  énfasis en determinados puntos. La ciberdefensa es esencial. A partir de lo que definí como  ciberdefensa y de lo que definí por sobrianidad digital, es claro que es esencial para  mantener la soberanía digital. Protección mínimo, lo mínimo que subrayo es protección de  infraestructura y activos críticos del Estado y de la ciudadanía de nuestra nación. La  soberanía digital, por otro lado, proporciona el marco legal y regulatorio para la  ciberdefensa. Es muy importante tener un marco regulatorio claro para cómo se ejerce la  ciberdefensa en nuestro país. 

¿Cuáles son los desafíos? La interdependencia global para implementar controles,  herramientas de soberanía digital, dependemos del resto de las naciones. Están habiendo  iniciativas muy interesantes al lado nuestro. Nuestros hermanos brasileros a nivel  académico ya están creando su primera cloud soberana digital para todas las instituciones  académicas del país. Obviamente si nos dan menos de un 1% de las capacidades que van a  tener para implementar esa nube soberana para el aparato académico, yo creo que entra  todo el Uruguay ahí tranquilamente. Hay que estar atento. Es una iniciativa que ya se está  implementando y está siendo desarrollada.  

Amenazas en evolución, por supuesto, hay que estar siempre permanentemente preparado.  Y bueno, y el equilibrio entre la seguridad e innovación para tener tecnología nacional, sí ya  lo se dijo varias veces, se puso el énfasis, este país tiene que invertir más en I+D, tiene que  invertir más en desarrollos tecnológicos propios. Tenemos las capacidades, hay que invertir,  hay que formar, hay que capacitar y hay que invertir en I+D investigación, I+D y en desarrollo  tecnológico. Podemos desarrollar tecnología nacional que puede ser utilizada para la  ciberdefensa.  

Ahora, estaba planteado el tema de la inteligencia artificial. Bueno, ¿cuál es el papel? Ya lo  subrayamos a Federico, el magíster Monteverde. Ya de alguna forma delineó algunas  ventajas de la inteligencia artificial. Bueno, obviamente la inteligencia artificial, ¿cómo puede  participar activamente, positivamente en la ciberdefensa? en lo que tiene que ver con  detección de amenazas, el análisis de datos automatizado para identificar anomalías y  predecir ataques, ya hay bastante terreno avanzado, digamos, en la utilización del  aprendizaje automático. Para eso es una muy buena herramienta. Respuestas  automatizadas pueden efectivamente mitigar amenazas rápidamente, pero obvio siempre  hay que tener cuidado de cómo se toman las decisiones. Detección de phishing y malware,  todo lo que tiene que ver con procesamiento de lenguaje natural, de machine learning, está  puesto al servicio del entendimiento de cómo nos comunicamos, cómo nos expresamos los  humanos desde hace más de tres décadas. Eso puede ser utilizado para entender cuando  mi abuela recibe un correo donde le están pidiendo que este ponga la power para entrar a su 

cuenta de e-Brou. Esas cosas pueden ser detectadas automáticamente también con  herramientas de inteligencia artificial.  

¿Cuáles son los desafíos que presenta la inteligencia artificial para la ciberdefensa? Bueno,  así somos los humanos. La tecnología está ahí, ya está haciendo aprovechar lo que llama la  inteligencia artificial adversaria. Ya se están utilizando y estos grandes modelos que están  haciendo las estrellas de la inteligencia artificial, ya se sabe cómo pueden ser manipulados  para que se transformen en adversarios. Esto es muy importante. Todavía no hemos  terminado de entender cómo operan los modelos. Además, tenemos que empezar a  entender cómo pueden ser utilizados para atacarnos. Hay que investigar, hay que estudiar,  hay que entenderlo y hay que hacer un uso responsable de inteligencia artificial, todo lo que  tiene que ver con sesgos y la dependencia excesiva de la automatización. ¿Okay?  

El impacto de la IA en la soberanía digital. Bueno, la inteligencia artificial puede ayudar a  hacer cumplir la soberanía de datos procesando información dentro de la frontera. Se está  empezando a ver una tendencia, o un impulso a tratar de desarrollar soluciones propias  nacionales de explotación de sistemas de inteligencia artificial. Bueno, podemos hacer eso  y podemos utilizarlos, digamos, para hacer el tratamiento de los datos de nuestra de nuestra  nación. 

Bueno, la vigilancia impulsada por IA da soporte a la protección de lectura crítica. Eso ya se  está impulsando. ¿Cuáles son los desafíos? La dependencia de la inteligencia artificial  extranjera. Hoy por hoy sí estamos en un 100% de dependencia de las grandes  corporaciones tecnológicas en el uso de la inteligencia artificial. Además de que le estamos  dando todos nuestros datos de hace décadas. ¿Okay? Ya tienen todos nuestros datos y  aparte tienen las capacidades de procesarlos y de desarrollar, de inferir conocimientos, de  perfilarnos para atacarnos. Hay que poner atención en esos puntos. 

Bueno, obviamente todo lo que tiene que ver con preocupaciones éticas, hablamos de  defender los datos de la ciudadanía, si los datos están en manos de estas inteligencias, hay  que tener cuidado, hay que tener cuidado con los sesgos, hay que tener cuidado con cómo  puede ser manipulada esa información y bueno, hoy obviamente todo lo que tiene que ver  con amenazas cibernéticas impulsadas por IA. Nosotros tenemos estudiantes de  investigación de posgrado de maestría de doctorado que ya están empezando a desarrollar,  porque para saber defenderse hay que saber atacar. Ya están empezando a desarrollar este  tipo de técnicas. Estamos tratando de entender cómo utilizar todas estas técnicas para  efectivamente crear, generar ataques y atacantes inteligentes automatizados.  

O sea, como conclusión, la IA, en este contexto, una espada de doble filo. Presenta  muchísimas oportunidades en el contexto de la ciberdefensa y la soberanía digital, bueno,  detección mejorada de amenazas, respuesta automatizada, algunas más. Riesgos, IA  adversaria, sesgos, dependencia de tecnologías extranjeras. Yo pongo el énfasis de alguna  forma en algo que decía Federico. Yo soy profesor titular del Instituto de Computación. Soy  uno de los profesores de la carrera de Ingeniería en Computación pública de la UdelaR de  este país. Obviamente, no me voy a poner en contra de los avances tecnológicos. Sí, por  supuesto que hay que impulsar, que hay que apoyarse la tecnología, pero con los análisis de  riesgo muy, muy bien hechos y con los controles adecuados. Hay que avanzar, hay que 

apostar a la tecnología, pero siempre siendo consciente de que la última palabra la tenemos  que tener nosotros los decisores, con los riesgos en la mano. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Profesor, Dr. Ingeniero Gustavo Betarte. A continuación, para finalizar esta  mesa, hará su presentación el Señor Jefe de Ciberdefensa, Capitán de Navío, Claudio López,  especialista en ciberseguridad y ciberdefensa, con amplia experiencia en operaciones y  estrategias vinculadas a los nuevos escenarios de guerra híbrida. 

Señor Jefe de Ciberdefensa, Capitán de Navío, Claudio López 

Hola, muy buenos días a todos. Uruguay está, no en este plano, por suerte. En otro plano, un  plano virtual que es el que manejamos y el que cada día nuestra vida se entiende más a  ellos. Por lo cual, mi desafío acá es explicarles en 10 minutos qué es la ciberguerra. Muchas  veces cuando se habla de ciberguerra a ustedes en la cabeza se les pasa una película Star  Wars, con naves espaciales, mismo entre los militares. Por lo cual vamos a mostrárselo  para que sepan qué es la ciberguerra. ¿Les parece? Les voy a pedir dos favores. El primero,  necesito 10 minutos de ustedes acá, la cabeza acá. Porque esto es una presentación de 40  que se resume a 10. La segunda, no me presten atención a mí. Miren los monitores. Esta es  una historia real de ciberguerra. 27 de junio de 2017, Ucrania. Todos los monitores de  Ucrania comienzan a mostrar este mensaje, todos los monitores de las empresas  ucranianas comienzan a mostrar ese mensaje. Todos, donde ustedes quieran que van y ven,  está eso. 

Está eso, desde una ATM, como ven ahí, a la tienda de un supermercado. Ahí lo ven, un  supermercado. Van al supermercado, tienen todos esos monitores, ese mensaje. ¿Qué dice  ese mensaje? Bueno, para los que sabemos de esto, esa es una ransom note, es una nota de  ransomware y que los indica el atacante y que les acaba de anular la máquina y por lo cual  ustedes van a tener que pagar para recuperar, por lo cual hay un caos generalizado en  Ucrania.  

¿Qué es el ransomware? El ransomware, y se los voy a explicar acá, es lo siguiente. Ustedes  tienen sus archivos en su computador, Excel, Word, Photos, ustedes lastimosamente van a  engancharse al mail, en un fishing, en algo y van a ejecutar algo malicioso. Eso que ejecutan  malicioso trabaja sobre su máquina y cifra el contenido. Es decir, el contenido se vuelve  absolutamente ilegible, por lo cual perdieron toda la información. ¿Cómo yo recupero esa  información? Y pagamos. No hay otra. 

Por lo cual yo pago a quien me hace esto y él con un servicio de primera me lo recupera y  ahí estoy. Eso es lo que sufrió el Banco Hipotecario hace 48 horas. Es lo que sufrió el  Ministerio de Transporte y Obras Públicas el año pasado. Es lo que sufrió la Armada hace  dos años. Es el terror de toda empresa y de país. Es un ataque de Ransomware. 

Vamos a verlo en vivo, ¿le parece? Para que lo vean in situ. Ahí lo tiene ejecutándose. Yo  tengo una carpeta, la abro, tengo mis fotos, todo normal, abro otra carpeta, esto es un  comportamiento normal de una máquina, tengo archivos Word que yo voy abriendo. Ahí  estoy viendo bien. Yo estoy trabajando normalmente. Como les dije, yo bajé algo malicioso.  En este momento lo abro, es un archivo PDF que yo no me di cuenta que tenía algo malo, lo  ejecuto y ahí empieza el proceso de cifrado en una máquina. El proceso de cifrado empieza  a cambiar todos mis archivos a situación ilegible, por lo cual yo empiezo a ver mis archivos  y no empiezo a leer nada. El sistema me dice, «no sé qué es eso, no sé cómo abrirlo”. Yo  acabo de perder toda mi información. Toda mi empresa acaba de perder toda mi  información. Esto es ransomware. Por lo cual lo único que queda, como yo les dije, es pagar.  Y ahí voy a tener el resultado. Esa es la ransom note. Como nosotros vimos en Ucrania, el  ejemplo que estamos desarrollando, era una pantalla negra, acá es una pantalla blanca que  me da las indicaciones para yo pagar y recuperarme. La Ransom Note ya era conocida en  Ucrania. Era un ransomware ejecutado dos años antes, que se llamaba Petya, Petya  Ransomware. Por lo cual ellos dijeron, «Che, pero esto es una organización criminal que  busca anularnos y lo que busca es beneficio económico, como cualquier organización  criminal”. 

Pero había cosas que no cerraban en ese ataque sufrido y las cosas que no cerraban eran  las siguientes. Todas las víctimas eran organizaciones públicas y privadas. No había  personas como víctimas, cosa que es muy raro. La segunda, todas las víctimas estaban  ubicadas en Ucrania. Ustedes saben muy bien que en el ciberespacio no hay fronteras  físicas, por lo cual la guerra es dispersa. Es muy difícil contenerla, pero aquí todas las  víctimas estaban en Ucrania. La tercera es que la forma de dispersión era perfecta. Algo  nunca ha visto. La dispersión es como él se dispersa dentro de una empresa que anula todo.  Lo vieron en el supermercado. Él anula todas las cajas, por lo cual tiene que ir saltando de  una a otra. Era perfecto. Y la cuarta era lo que extrañaba más, esto es un ransomware, es  una organización criminal. Por lo cual ellos agarraron y dijeron, «Che, y si yo pago”. Y  probaron, pero no hubo respuesta. Por lo cual dijeron, vamos a terminar de pagar. Acá hay  una respuesta. Por lo cual yo pago, no viene. Che, pero qué clase de criminal es este que me  ataca y yo pago y no me devuelve nada. 

Vamos a ir respondiendo. La uno. Después de un análisis que llevó un año, todas las  víctimas y organizaciones eran organizaciones públicas y privadas, no personas. Se  descubrió que así como nosotros vimos el PDF, la entrada a lo que explotaba todo eso era  una aplicación llamada MeDoc. MeDoc es una aplicación para pago de impuestos en  Ucrania. Entonces esa aplicación la tienen todas las empresas ucranianas. Y acá venía la  explicación. Ah, por eso las personas no fueron afectadas, porque como persona uno no  trabaja con esta aplicación. La segunda, ¿por qué todas las víctimas estaban ubicadas en  Ucrania? Bueno, porque lógicamente el programa MeDoc era utilizado únicamente en  Ucrania, no fuera de las fronteras. Y una cosa especial, se hizo el día de la jura de la  Constitución, cosa que llamaba la atención y empezaron a atar cabos. ¿Qué pasa con el día  de la jura de la Constitución en Ucrania? Las empresas están en licencia, por lo cual quién  atacó buscó justamente eso, que cuando atacara no hubiera nadie que respondiera del otro  lado.  

La tercera, la forma de difusión era perfecta y acá es donde se empieza a poner realmente  llamativa esta situación. El ransomware utilizaba para propagarse una aplicación llamada  Eternal Blue. Eternal Blue es un arma diseñada por la NSA americana, el grupo elite cyber de  la NSA americana se llamaba Tailored Access Operation y diseñó una aplicación llamada  Eternal Blue, que lo que buscaba la NSA americana era mapearnos a cada uno de nosotros,  quizás lo lograron, con nuestros dispositivos. Es decir, yo era Claudio López y ellos sabían  cuál era mi dispositivo y a través de Eternal Blue ellos accedían a nuestros dispositivos. Por  lo cual allá se investigaba Claudio López qué celular tiene e ingresaban a mi celular. Por eso  Eternal Blue era fabuloso, entraba a cualquier dispositivo. Pero le fue robado, porque sonaba  raro que la NSA americana fuera la que atacó.  

Como último, no es un ransomware. Che, ¿qué es esto? Pero si yo pago, no me lo devuelven,  acá no hay una organización criminal atrás. Porque, ¿qué es lo que pasaba? Como les dije,  pago y sigue cifrada la situación. Por lo cual entramos en la era nueva. Eso no era un  ransomware, era un wiper. ¿Qué es un wiper? Un wiper es el diseño de la bomba en el  ciberespacio. Es el ransomware sin vuelta atrás. Por lo cual, si ustedes se mentalizan y  viajan al ciberespacio, es como si yo les tirara una bomba dentro de la empresa. Les hago  desaparecer toda la información, pero no tienen vuelta atrás. ¿Entienden el concepto?  Destrucción, el único objetivo, destrucción es una bomba en el mundo virtual. Como les dije,  no fue cualquier fecha, fue el 27 de junio, el día de la Constitución de Ucrania, por lo cual 

buscaron que quien fuera afectado no pudiera responder. Todo apuntó a que los actores, la  atribución es algo que tenemos que tomar con cuidado, pero los actores fueron la unidad  elite del RU ruso, del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Rusas en la unidad 74455,  mundialmente conocida como Sandworm. 

Por lo cual y terminando, todo lo que hacía ver que estábamos ante Petya Ransomware era  errado, no era Petya. Por lo cual este ataque emblemático en el mundo de la ciberdefensa  se pasó a definir como NotPetya, no era Petya. 

NotPetya es el comienzo de las guerras híbridas. Es la simbolización de lo que es una  bomba dentro de un Estado, una bomba lógica dentro de un Estado. Y es emblemático a su  vez porque participan en el ataque dos grandes de los grupos nación que existen en el  mundo, SA americana y el GRU ruso, los grupos de elite de ambos países. Esto fue Notpetya,  una historia real de ciberguerra. Muchas gracias.  

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Señor Jefe de Ciberdefensa, Capitán de Navío Claudio López.  Agradecemos a los expositores por sus valiosos aportes y damos por finalizada la primera  mesa de la jornada. Invitamos ahora a los presentes a disfrutar de un breve corte para  retomar luego con la segunda mesa del seminario. Muchas gracias. 

La siguiente mesa es “Fuerzas Armadas en tiempo de paz, cooperación, emergencias y  apoyo a la ciudadanía”. Damos inicio a esta jornada con los oradores que están ahí. En  primer lugar va a hacer uso de la palabra la Magíster Virginia Real, antropóloga con estudios  sobre género y Fuerzas Armadas, con amplia labor académica en temas de misiones de paz  y formación militar. 

Magíster Virginia Real 

Buenos días. Bueno, en primer lugar agradecer a quienes me invitaron, a autoridades, a  todos los presentes, a Santiago Tricánico, que es el que hizo el nexo para presentarme en  esta actividad y bueno, particularmente a los cadetes de la escuela que vi por allí que han  sido estudiantes estos años y bueno, oficiales que he tenido el honor de ser docente en dos  casas militares como son la Escuela Militar y el Instituto Militar de Estudios Superiores.  

Bueno, venía con una presentación formal este para estos 10 minutos, pero me interpeló de  pronto la palabra, ¿cuál es mi desafío? Que en la primera mesa la Ministra habló de eso, del  concepto del desafío. Y antes de continuar con lo que traía planteado, que tiene que ver con  mi trayectoria en los procesos de formación militar desde una perspectiva particularmente  

de lo que es el abordaje de la antropología, mi desafío tiene que ver con dos aspectos. 

Uno es el de poder transmitir los conocimientos formales de una disciplina como es la  antropología y particularmente el campo de lo que es la metodología de la investigación en  estas instituciones. Y por otro lado, creo que el desafío que más me interpelaba tiene que  ver con mi propia trayectoria y en estos casi 16 años que llevo trabajando en estas  instituciones y en la Universidad de la República, tratar de tender pequeños campos, unir los  campos. Y bueno, mi abordaje del campo de la defensa, parte de lo que es el mundo de lo  micro, de lo que es la cultura, la docencia, pero también el abordaje desde lo que es la  cultura y tiene que ver con las microrelaciones de las instituciones. El autor Marc Augé nos  dice que hacer antropología es estar con, es construir desde el entre. Esta frase, que parece  sencilla, explica el núcleo de lo que se intenta promover en espacios de encuentro entre  instituciones percibidas como distantes. 

Estar con implica compartir un tiempo y un espacio de conocimientos, pero también asumir  la experiencia del otro en su singularidad, en su historia, en su modo de habitar el mundo.  Ese gesto epistemológico y ético es el que da sentido a las instancias de trabajo conjunto  entre Ejército Nacional y sociedad civil. Se convierten en lugares donde el diálogo se vuelve  herramienta y el reconocimiento mutuo, una forma de construcción democrática. Las  relaciones entre el mundo militar y universitario han atravesado a lo largo del tiempo  tensiones, desconfianzas y silencios. Sin embargo, es precisamente en la recuperación de la  palabra y en la apertura al diálogo, donde radica la oportunidad de generar conocimiento  situado, plural y socialmente relevante. 

Esta instancia me permite mostrar una línea de investigación y extensión que vengo  desarrollando desde la antropología sobre la cultura del mundo militar, sus prácticas  institucionales, sus discursos, sus formas de organización y su papel en la sociedad  contemporánea. Esto implica también un compromiso de conocer y dialogar para poder 

transmitir una historia que permita comprender la pluralidad de experiencias que conforman  lo que es nuestra identidad.  

El vínculo entre el ejército e instituciones educativas públicas ha tenido expresiones  concretas y sostenidas en el tiempo. Particularmente yo voy a hablar desde mi experiencia  que integro bueno, docente en la Escuela Militar en el IMES y en la facultad de humanidades  de la Universidad de la República. Desde el año 2009 se han realizado actividades de  intercambio a nivel de investigación, docencia y extensión entre Escuela Militar, Instituto  Militar de Estudios Superiores por un lado, y el Instituto de Antropología de la Facultad de  Humanidades y Ciencias y la Red de Laicidad de la Universidad de la República por otro.  Estos intercambios impulsados por docentes e investigadores de ambos espacios buscaron  crear una zona de contacto, ese “entre” institucional donde el aprendizaje mutuo fuera  posible. Un ejemplo es esta que fue la primera conferencia realizada en 2010 que se tituló  «Uruguayos ante identidades africanas y conflictos étnicos», coordinadas junto con la  doctora Sonia Romero Gorski. 

En esa oportunidad cadetes de la Escuela Militar y estudiantes de etnología de la Facultad  de Humanidades se encontraron. La actividad se centró en aspectos sociales y culturales de  los grupos étnicos que intervienen en conflictos internacionales. El objetivo fue generar una  instancia de sensibilización, familiarización y reflexión conjunta en torno a las realidades  culturales que los futuros oficiales podrían enfrentar en el extranjero, así como los dilemas  éticos y humanos que conlleva la participación en contextos de conflicto. La experiencia fue  significativa no solo por el contenido abordado, sino también por la creación de un espacio  de diálogo simétrico entre estudiantes de formación militar y civil. Se trató de un ejercicio de  reciprocidad intelectual y emocional donde ambas partes pudieron poner en cuestión sus  propias representaciones del otro. Los cadetes descubrieron en los antropólogos una forma  de mirar la realidad que complementaba la suya. 

Los estudiantes de humanidades a su vez pudieron comprender que detrás de la estructura  militar hay personas con inquietudes, dilemas y deseos de conocimientos. La actividad  generó insumos teóricos útiles para formación futura de oficiales y de los estudiantes. Los  encuentros académicos fortalecen los lazos institucionales y promueven una apertura hacia  el entorno social actual. Son instancias significativas porque permiten la circulación de  saberes y las experiencias diversas al tiempo que generan un capital simbólico de confianza  y cooperación. La antropología en este sentido, actúa como puente, no solo describe las  diferencias, sino que las traduce, las vuelve inteligibles y crea lenguajes que pueden ser  compartidos.  

Otra actividad importante fue la coordinación entre el Ejército Nacional y la Red de Laicidad  de la Universidad de la República, coordinación que hicimos con el General Mario Moreira,  que hoy estaba presente, iniciada en diciembre de 2020. 

En aquel encuentro se presentó la propuesta del Ejército Nacional sobre la estrategia de  inclusión del pasado reciente en los programas de formación institucional. A partir de ese  diálogo surgió la idea de entrelazar lazos de investigación e intercambio académico sobre  un mundo militar desde una mirada interdisciplinaria involucrando investigadores civiles y  militares. La intención fue crear un espacio de reflexión densa en el sentido geertziano, una 

comprensión profunda, contextualizada y crítica de las prácticas, valores y memorias que  atraviesan la vida militar. En este marco, lo que fue la materia metodología de la  investigación del curso de capacitación para jefes, propuso una experiencia singular, la  realización de entrevistas como parte de la formación. Ese ejercicio buscó promover el  desarrollo de capacidades investigativas en oficiales, estimulando la observación, la  escucha y la interpretación como herramientas. 

Así se transformaron en investigadores de su propio entorno, capaces de producir  conocimiento sobre institución, procesos y su relación con la sociedad. El valor de este tipo  de experiencias reside en que trascienden la mera transmisión de contenidos, constituyen  espacios de transformación personal y profesional. Para muchos de los participantes, el  primer contacto con las metodologías cualitativas del acercamiento, la entrevista, la  observación participante, la reflexión sobre el propio rol, implicó un ejercicio que los  descolocó. Pasar del comando a la escucha, del orden a la pregunta, del mandato a la  interpretación, supuso un desafío y a la vez una oportunidad para descubrir otras formas de  comprender la acción humana. Los testimonios recogidos de esas experiencias revelan  curiosidad, apertura y un interés genuino por el conocimiento sobre el otro. 

Cada año los cursos de formación de la Escuela Militar y del IMES generan un capital de  información amplio actualizado sobre temas de relevancia nacional y regional. Existen  líneas de investigación consolidadas que buscan mejorar la formación de oficiales del  Ejército, potenciando la generación de datos académicos y técnicos que contribuyen a la  mejora continua de la institución. En este sentido, el diálogo con la Universidad de la  República y otros centros de formación universitaria y de investigación, no es una simple  colaboración, sino una estrategia de coproducción de conocimiento, en la que la experiencia  práctica y la reflexión teórica se retroalimentan. Es fundamental entonces aspirar a sostener  y ampliar el espacio de producción y reflexión compartida, contribuir a la generación de un  conocimiento pertinente, situado y comprometido con la realidad social de la República.

La idea entonces es poder avanzar hacia una sistematización de estas informaciones y  profundizar en estos encuentros. En relación con los estudiantes y docentes y civiles, lo que  comenzó hace unos 15 años con incertidumbre y extrañeza, se transformó en curiosidad y  luego en encuentro y asombro permanente de ese encuentro. Ese tránsito tan humano y  formativo es la esencia misma de lo que es la educación. Aprender implica siempre  desplazarse de un lugar conocido a uno nuevo, asumir el riesgo de no saber, de dejarse  interpelar. La posibilidad de conciliar visiones diversas del pasado, de la historia, de la vida  misma, sin negar heridas, pero apostando al diálogo, constituye un ejercicio de ciudadanía.  El encuentro entre el campo militar y el campo civil se convierte en un laboratorio ético  donde se crean formas de conocimiento mutuo, comprensión histórica y proyección  compartida. 

Estrechar vínculos institucionales en acciones colectivas e interdisciplinarias es una forma  de proteger la democracia también. Las experiencias desarrolladas desde 2009 hasta hoy  muestran una continuidad y una madurez de las instituciones que merecen ser fortalecidas.  Han permitido pasar del recelo a la confianza, del monólogo institucional al diálogo  interdisciplinario, de la transmisión de saberes a la producción conjunta de conocimiento.  Este proceso puede leerse como una práctica de copresencia, estar con, pensar con,  construir con. No se trata de diluir las diferencias, sino de hacerlas convivir  productivamente. Y en el contexto latinoamericano, donde las relaciones entre Fuerzas  Armadas y universidades han estado marcadas por la memoria de episodios y épocas  complejas, experiencias como todas estas, como la de hoy, adquieren un valor simbólico y  político fundamental. 

Representan la posibilidad de transformar las instituciones a partir del conocimiento, de  reconstruir confianzas, de generar sentidos comunes orientados al bien público. Y pensar  que la fortaleza de la defensa, en realidad, como la fortaleza de cada institución depende  esencialmente, radica, en la fuerza, en la solidez y en la sabiduría de cada uno de los  integrantes de la institución. Eso es lo que permite que sea haga masa, constituya un cuerpo  fuerte y permita esa defensa.  

Bueno, me quedaron algunos elementos interesantes un poco desde la perspectiva, fui  tomando nota de las ponencias anteriores, y me pareció como un concepto que puede llegar  a ser interesante. Importante incluir también en el concepto de defensa empezar a hablar de  cultura, no de cultura de defensa, sino del concepto amplio antropológico de la cultura como  componente fundamental y característica de la especie humana total. 

Y quizá poder hablar de, un término un poco jocoso, de una defensa ojaldre, así como en  distintas capas, tomando en cuenta también en todos estos procesos que hoy se  presentaban de los aspectos sociales, jurídicos, los aspectos que tienen que ver con la  cultura, lo étnico, la clase, los grupos de estatus, género, los sistemas de creencias, las  formas de las tecnologías, los lenguajes y los imaginarios de la sociedad que son  fundamentales en todos estos procesos.  

Bueno, me quedó presentarles distintas experiencias. Esto fue ese encuentro en diciembre  de 2020 en la Universidad, en que se encontró en la Sala Maggiolo del edificio central,  recibió el rector, el vicerrector Juan Cristina, representantes el Comandante en Jefe y los 

integrantes de la formación del Ejército. Después las experiencias de 2021 y bueno, por ahí.  Bueno, gracias.

Maestro de ceremonias 

Bien, a continuación tiene la palabra la Ministra Noelia Martínez Franchi de Cancillería.  Diplomática de carrera, licenciada en estudios internacionales y magíster en políticas  públicas, con una destacada trayectoria en tema de paz, cooperación, participación de las  mujeres en operaciones internacionales. Adelante, ministra, cuando usted quiera.  

Ministra Noelia Martínez Franchi de Cancillería 

Bueno, muchas gracias. Qué desafío, ¿no? Después de los paneles que hemos tenido de  esta presentación, hablando un poco más desde la academia, tener que ahora hablar desde  otra institución, pero que está muy vinculada a todos los temas de defensa, como es la  cancillería. 

Y tengo la suerte de que ya en la primera presentación que hizo el Secretario de la  Presidencia nos puso un poco en sintonía con este contexto internacional, que es el que  justamente tomamos en cuenta desde cancillería para para establecer los lineamientos, las  prioridades que estamos desarrollando constantemente en materia de inserción  internacional y de política exterior. Yo quiero agradecer la invitación y me parece que estas  instancias de diálogo diverso y que involucran a las distintas instituciones, y en este espacio  donde luego se adoptan muchas de las decisiones y las políticas que son las que guían  nuestro accionar, es sumamente valioso. Nosotros muchas veces cuando desde cancillería  hablamos del tema de Fuerzas Armadas o de defensa, tendemos a siempre hablar de  misiones de paz. 

Entonces, le comentaba al Coronel que no le voy a robar todo lo que él tiene para aportar en  esa materia y simplemente comenzar quizás de forma un poquito más macro, señalando  que a ver, como han hecho referencia aquí a la Ley Marco de defensa nacional, la política de  defensa nacional tiene que estar en estrecha coordinación con la política exterior. Eso es  algo que nuestras instituciones tienen muy presente y que justamente implica tener en la  mira los principios no solo de derecho interno y de derecho internacional, sino aquellos  principios que el país siempre promueve a nivel externo, como es la paz, la no intervención  en asuntos internos de otras naciones, la solución pacífica de controversias. Esos son  principios que nosotros decimos que están en la política exterior, que es una política  exterior de Estado. 

Y acá hay muchos académicos que han escrito más que yo y que saben de ese tema, pero  bueno, eso lo decimos con orgullo porque significa que hay acuerdos básicos entre todos  los partidos y las distintas administraciones, han sostenido esos principios que, por  supuesto, luego vamos adecuando y priorizando muchas veces según el contexto  internacional que es el que nos marca luego lo que en el día a día tenemos que hacer. Y la  política, la Ley Marco defensa nacional también habla de la acción diplomática como  instrumento de solución de estos conflictos. Desde la cancillería estamos haciendo mucho  énfasis ahora justamente en este otro aspecto, en hablar de construcción de paz y reforzar  todo lo que tiene relación con la prevención de conflictos, como señalaba el Secretario de la  Presidencia, con todo lo que Uruguay puede hacer para articular, para promover diálogos.

Nosotros tenemos una reputación y un prestigio que nos antecede, que es el que a nivel  multilateral muchas veces se valora del país y creemos que no solo tenemos una  oportunidad ahora de aprovecharnos de esos antecedentes, sino que tenemos la  responsabilidad de hacerlo, que en el contexto texto en el que estamos a nivel regional e  internacional, el país tiene para aportar, como lo ha venido haciendo y ha venido aportando a  nivel justamente de bienes globales, como es la construcción de paz con nuestras misiones  de paz, que siguen siendo una herramienta muy valiosa para justamente intervenir en  situaciones de conflicto. También tenemos herramientas que nos permiten poder siempre  fomentar la búsqueda de consensos. Creo que eso es algo que nos desvela día a día a  todos los que trabajamos en cancillería, nos desvela mucho a nivel no solo multilateral,  donde cada vez es más difícil conseguir consenso, sino también a nivel regional y eso  estuvo señalado mucho cuando hizo la presentación el Secretario de la Presidencia,  justamente esto que decimos, bueno, de la región como zona de paz y cooperación, quizás  que lo mencionamos mucho por zona que no tiene, que no posee armas nucleares y que  queremos mantenerlo así de esa manera, pero también tratar de cohesionar la región en  esos temas que hoy nos unen más allá de las diferencias que podamos tener y la seguridad  y las nuevas amenazas a la seguridad son uno de esos temas. 

Por eso, cuando ahora estamos ejerciendo la presidencia pro tempore o rotativa del  consenso de Brasilia, que es a nivel de América del Sur, o queremos luego ejercer la  presidencia de la CELAC, lo que lo que intentamos es poder abordar como países estos  temas que son ejes que nos preocupan absolutamente a todos. Y pensamos que sería muy  lindo, como se consiguió, por ejemplo, en el marco del consenso de Brasilia, ya en una  oportunidad poder reunir a ministros de defensa con ministros de relaciones exteriores  justamente para dar mirada regional a los nuevos problemas, nuevos y viejos, que nos  aquejan. Poder quizás reiterar esa experiencia. Creemos que estamos nosotros situados en  un momento en el que toda forma de diálogo puede justamente contribuir a poner una  mirada colectiva sin dejar de vista, por supuesto, los intereses nacionales. Eso lo sabemos  muy bien y eso es parte también de lo que tomamos siempre como prioridad en nuestra  acción exterior.  

Además de todo lo que tiene que ver con las misiones de paz, que como decía, no quiero  profundizar demasiado, pero que sin duda son una herramienta de la política exterior y de  nuestra inserción internacional, desde Cancillería la coordinación que ejercemos con el  Ministerio de Defensa y con las Fuerzas Armadas, y que esto habla también un poco del rol  que las Fuerzas pueden tener también en tiempos de paz, que era lo del panel, es muy  variado, no solo está relacionado con ser parte de SINOMAPA que integramos, sino que hay  múltiples instituciones, en las que muchas veces se desconoce que cancillería forma parte,  y en las que tenemos diálogos constantes. 

Hablo del tema antártico, del Instituto Antártico. Coordinamos allí posiciones que tienen que  ver con cooperación científica, conservación de los recursos, pero que son también temas  que debemos ver desde el punto de vista geopolítico, porque a nadie escapa que esa es la  realidad y la visión que tenemos que tener. Coordinamos también en la esfera marítima,  terrestre, aérea, pero coordinamos temas de armas químicas, armas biológicas. En todas  esas comisiones la Cancillería forma parte, la integra y quizás también un poco ejerciendo 

ese rol que nos caracteriza de coordinador interinstitución. Muchas veces cuando son  diversas las instituciones que ven técnicamente alguno de estos temas, desde Cancillería lo  que intentamos es promover acercamientos y así como queremos hacer a nivel regional o  multilateral, también hacer internamente, facilitar el diálogo, facilitar los encuentros y una  mirada común y diversa a estas temáticas. 

La verdad es que me puse a hacer un listado y son muchísimos los temas en los que  colaboramos. Por supuesto que vemos también en conjunto toda la temática nueva de  ciberseguridad, frontera y límites, que estábamos hablando justo al comienzo, que sin dudas  desde todo lo que tiene que ver con la soberanía marítima, pero también con el uso de los  recursos compartidos, nos involucra. Bueno, temas hasta que tienen que ver con datos  geoespaciales, geográficos, infraestructuras críticas, terrorismo. Son infinidad, pero sobre  todo lo que nos resulta importante y nos parece que no podemos dejar de valorar es  también que esa mirada que tenemos interinstitucional y que tenemos con el Ministerio y  con las fuerzas debe también ser permeada por diálogos que tenemos que hacer más  asiduamente con la academia, con la sociedad civil, con otros actores, porque muchas  veces nos concentramos en, cada uno tiene sus competencias, por supuesto, pero se  enriquece muchísimo más cuando en temas que se tornan muy complejos las miradas  pueden recibirse desde todos los ámbitos.  

Así que la verdad es que yo no quería entrar en los temas que me gustan mucho porque ahí  vi una una foto que hablaba del seminario Mujeres Paz y Seguridad, que ese es otro de los  temas que hemos trabajado muchísimo con defensa, pero me parecía que esto iba un poco  más allá y que lo que se pretendía justamente es hablar de esta mirada amplia que tenemos  que darle a las problemáticas que tenemos que enfrentar como país y reiterar eso, que la  coordinación interinstitucional es lo que lo que nos va a hacer justamente poder hacer  frente a los desafíos, pero sobre todo aprovechar las oportunidades y que tenemos la  responsabilidad de estar a la altura de lo que la ciudadanía demanda y nuestro país merece.  Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Seguidamente hará su presentación el Coronel Ismael Andrés, Subdirector del Sistema  Nacional para las Operaciones y Mantenimiento de la Paz (SINOMAPA) con importante  experiencia en cooperación internacional y misiones de paz. Adelante, Coronel. 

Coronel Ismael Andrés, Subdirector del SINOMAPA 

Bueno, primero que nada, muchas gracias y con el permiso de las autoridades de gobierno,  militares, policiales y civiles. Lo primero que quería hacer es destacar el desafío y me dieron  las palabras de Noelia, el desafío que es para uno hablar en el marco de estas mesas  pobladas de gente con tanta capacidad y tanto conocimiento. Y a eso le tengo que sumar un  desafío personal referente a un a un emotivo mensaje que me llegó antes de entrar de mi  señora diciendo que me olvidé los lentes en casa, por lo cual probablemente se me dificulte  un poco más. Primero que nada, hay una frase que a mí me gusta mucho de Dag  Hammarskjöld, que fue un secretario general de Naciones Unidas en la década del 60, que  es “las misiones de paz no es un trabajo para los militares, pero solo los militares pueden  llevarlas a cabo”. 

Creo que eso ilustra la importancia que tiene que tener el factor militar en la en las misiones  operativas de paz. Yendo de lleno al tema, creo que en Uruguay tenemos que tener claro que  son separados, desde el punto de vista conceptual, es el marco histórico en el cual Uruguay  

se ha desempeñado en misiones operativas de paz, que excede incluso el tiempo que ha  tenido la Organización de Naciones Unidas en busca de la paz mundial. Inclusive el Uruguay  ha sido partícipe de esa búsqueda de la paz mundial a través de enviar observadores  militares a la guerra del Chaco Boreal en la década del 30, particularmente en el 33 en el  marco de la Liga de las Naciones, anterior a la creación de Naciones Unidas. Ese es el  marco histórico referencial y el marco más importante que tenemos hoy, que es el marco  legal, implica que los que estamos desplegados en misiones operativas de paz no somos  solo los militares, somos representantes de un país. 

Todos llevamos la misma bandera y representamos no solo a nuestras Fuerzas Armadas,  sino al gobierno de ese país. Y está claramente definido, como ya fue ampliamente  explicado en la ley marco defensa, en la política de defensa. Yo lo lo he vivido en los últimos  dos años de forma muy pragmática, muy práctica en base a la interacción que he visto  gracias al marco que le da SINOMAPA, al relacionamiento con el Ministerio de Relaciones  Exteriores, con el Ministerio de Defensa, con el Ministerio Interior, inclusive con el Ministerio  de Economía y ver lo importante que es para el país el hecho de mantener y quizás mejorar  el despliegue de efectivos nuestros en misiones operativas de paz. El marco histórico le ha  dado a Uruguay un lugar de privilegio en cuanto a la representación en Naciones Unidas. Al  día de la fecha, Uruguay lleva más de 56,000 efectivos desplegados en misiones operativas  de paz. 

Tenemos más personal desplegado en misiones operativas de paz que Indonesia, que tiene  217 millones de habitantes. Eso es algo que a mí esos números realmente impactan. Nos  hemos desplegado en más de 30 misiones operativas de paz. Hemos sido partícipes de los  cambios del enfoque de Naciones Unidas para con las misiones de paz. Vivimos el cambio 

que se logró en base al reporte de Ibrahim en el 2000, por el cual las Naciones Unidas  cambiaron totalmente su enfoque, pasaron de ser tropas que se interponían entre dos  grupos beligerantes a los efectos de tratar de minimizar, a pasar a ser actores principales en  una zona de conflicto en la cual la amenaza mutó. La amenaza pasó de ser país contra país  o grupo armado contra país, a ser diferentes actores que se mueven a nivel nacional de  cada país y las misiones operativas de paz pasaron de ser un muro a ser un interlocutor  entre la población y creo que ahí se empezó a ver claramente que el principal armamento de  Uruguay no era el fusil, no era la capacidad bélica que podemos llegar a desplegar misiones  operativas de paz, que en realidad muchas veces no está a la altura de las amenazas que  enfrentamos, sino es la capacidad de diálogo y la empatía que muestra el uruguayo,  cualquiera sea su extracción, su uniforme, ante la necesidad ajena, a la necesidad de otras  naciones. Creo que esa es la principal arma y uno de los de los expositores de la primera  mesa mencionaba lo importante que es tratar de evitar, de utilizar la inteligencia artificial,  por supuesto que cada vez es más necesaria, pero no permitir que esa inteligencia artificial  en algún punto deje de lado la toma de decisiones humanas, porque eso es fundamental,  porque esa es la diferencia entre traer un soldado vivo o un soldado muerto para nosotros  de misiones de paz. La toma de decisiones a nivel humano, que para mí es fundamental.  

En la actualidad tenemos más de 1000 efectivos desplegados en misiones operativas de  paz. Somos el país que ocupa el lugar número 14 en el mundo en cuanto a personal  desplegado. Tenemos muchos desafíos y creo que vienen muchos más desafíos a futuro. 

La ONU tiene muchos, el mundo tiene muchos desafíos, porque así como mutó la amenaza  en la década del 90 y del 2000, ha mutado en los últimos años. Hace 10 años tener un casco  azul, o ni siquiera el casco, una una boina azul, en cualquier ámbito en las misiones  operativas de paz era casi que tener un escudo, que realmente a uno lo protegía. Hoy en día  tener un casco, un chaleco y estar dentro de un vehículo blindado blanco es ser un blanco  fácil para esas amenazas que tienen capacidades técnicas, capacidades tecnológicas,  empleo de inteligencia artificial orientado al uso de armamento bélico muy tecnificado.  Todas esas capacidades mucho más superiores que las que la ONU está desplegando en  misiones operativas de paz.

Lo vivimos nosotros, trágicamente, en enero de este año cuando la inteligencia artificial  aparentemente fue lo que guió a una munición hasta uno de nuestros vehículos, causando  la muerte de un soldado, la lesión permanente de un sargento, varias lesiones más y  después otra muerte que puede estar enrabada a esa situación. Entonces es importantísimo  entender los desafíos, entender que los desafíos no solo pasan por el cambio de la  amenaza, sino yo lo que veo hoy es un escalón muy grande entre la capacidad existente en  cuanto a inteligencia artificial orientada al equipamiento bélico y la capacidad a la que  nosotros podemos llegar a tener acceso. El escalón es realmente enorme, casi que  imposible de saltar, a pesar de los esfuerzos enormes que están haciendo y que los veo  porque incluso uno de los de los referentes de lo que es la ciberdefensa en el ejército pasa  por ser un muy buen amigo mío. O sea, que realmente veo los esfuerzos enormes que hace  toda la comunidad que está preocupada al respecto.  

Los desafíos incluyen no solo el cambio en las amenazas, incluyen aumentar la inserción de  la mujer. Si bien Uruguay ha sido una punta de lanza en esto del proyecto Elsie, Mujer paz y  seguridad, y la iniciativa de tratar de incrementar el número de mujeres que integran los  contingentes en misión operativa de paz, no por lograr un estándar a nivel mundial, sino  porque realmente lo hemos visto de que llevar mujeres, yo le digo en broma a mis  compañeros a veces, si querés que algo se haga rápido, pedíselo a un hombre, si quieres  que realmente se haga, pedíselo a una mujer. Porque capaz que nosotros lo hacemos  rápido. Ah, ya, pin, pam, pum, a otra cosa. La mujer le va a poner y debe tener  indudablemente una explicación física y que yo no tengo. Le pone mucho más empeño,  mucho más cariño, mucho más dedicación, para las mismas tareas que nosotros hacemos  con facilidad. Y es un desafío el incrementar ese número. Es un desafío llegarle más a la  población civil que nosotros vemos en las áreas de misión operativa de paz, a la cual  muchas veces no le podemos llegar con todo lo que quisiéramos por esa barrera invisible,  pero infranqueable que es que la cultura en algunos lugares del mundo no les permite hablar 

a las mujeres con un hombre ni buscar la protección de un hombre ante una situación muy  compleja. Entonces eso es un gran desafío.  

Después tratar de mantener los niveles de capacitación. Los niveles de capacitación, que sé  que el esfuerzo es permanente a través del sistema educativo, a través del sistema de  enseñanza de ejército y particularmente a través de la Escuela Nacional de Operaciones de  Paz, que está dentro de los niveles de las escuelas latinoamericanas, sino en el primer lugar,  rascándole la ropa al que está en el primer lugar, en cuanto a capacidad y en cuanto a  iniciativa para la formación de nuestro personal.  

Y esos son todos desafíos que tenemos a futuro. Bueno, los desafíos, como les dije, un  pequeño hito que marcó ese nivel de desafío fue la ministerial a la que acudió la ministra, en  el cual la ONU dejó de pedir a futuro capacidades militares. Pide, sí, algunas capacidades  militares, pero en realidad lo que más pide es sistemas que involucren la inteligencia  artificial, que involucren la lucha contra la desinformación y la contra información. Sistemas  de inteligencia más adaptativos a las diferentes situaciones y todo eso cuando yo voy con  mi fusil me sobrepasa, sobrepasa mis capacidades y creo que ese es uno de los desafíos  más grandes que tiene, no Uruguay, el mundo, porque lo dijeron en Berlín, para cubrir a  futuro. Pero que nunca falte el factor humano, que es el que trae a tierra todos esos  desafíos de una manera pragmática y termina siendo el que logra los objetivos en el campo  de batalla, o en un ambiente operacional complejo en defensa del resto de los seres  humanos. Eso sería el final de mi exposición y le agradezco a la Ministra que no me robó  mucho más este material de las misiones de paz. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Cierra esta mesa el licenciado en Ciencias Políticas, Alejandro Pasquariello, especialista en  la articulación entre el poder militar y la sociedad civil esencial para reflexionar sobre la  defensa como servicio a la democracia en tiempo de paz. Adelante, Alejandro. 

Lic. en Ciencia Política Alejandro Pasquariello 

Bueno, buenos días. Muchas gracias a quienes han llevado adelante esta iniciativa tan  necesaria. Muchas gracias, Santiago, por invitarme a participar. Gracias a mis antecesores,  han sido más que clarificadores. Realmente me han dejado poco que decir. Bueno, no  obstante voy a hacer un pequeño aporte.  

En el año 2011 el Ejército Nacional festejó sus 200 años. Si bien es cuestionable que aquella  vieja fuerza artiguista fuera efectivamente un ejército, lo realmente cierto es que estamos  ante la presencia de una institución que es más antigua que la propia República Oriental del  Uruguay. Dicho esto, desde la percepción de la sociedad civil, y por eso vuelvo a reiterar lo  importante de estas jornadas, hay mucho desconocimiento en materia militar, en lo cual  mucho se habla y realmente poco se sabe.  

Si uno ensayara el ejercicio hacer una compulsa, mucha gente respondería que habría que  eliminarlas y muchas otras responderían, «Hay que sacarlas a la calle para que combatan la  delincuencia.» Ahora bien, esta institución subordinada al control civil en la figura del  Presidente en acuerdo con el Ministro de Defensa o en Consejo de Ministros, es la  institución que ostenta el monopolio de la violencia legítima del Estado, ostenta el  monopolio de la amenaza, de la utilización de la violencia legítima y en última instancia su  utilización efectiva, ¿verdad? Es un detalle muy importante. Y volviendo al tema del control  civil, el mismo siempre se va a ejercer mejor desde una democracia sana, con sólidas  instituciones y que tenga una gran legitimidad que en el escenario contrario. 

Por otra parte, Uruguay, por historia y por destino, es un país tradicionalmente pacífico.  Como un país de paz también, como decía el coronel Andrés, tempranamente participó de la  de las misiones de paz, incluso anterior a Naciones Unidas ya había participado y posterior  en el año 52 en en la frontera India-Pakistán en Cachemira con el envío de observadores,  prosiguió en los años 80 en el conflicto Irán-Irak, e Irak-Kuwait, y en el 82 en la península de  Sinaí, donde con un componente de ingenieros tenía la misión de controlar la ruta donde  pasaba toda la logística de la zona. Y de esta manera llegamos a 1992, Camboya, la primer  misión grande que hubo, la cual llega en medio de una enorme coyuntura crítica. Voy a tratar  de hacer lo más concreto posible para no robarles demasiado tiempo. Pero, ¿qué ocurre en  el 92? Ocurren varias cosas. La primera es fundamental. En el 89 cayó el muro y se termina  el mundo bipolar. Esa hipótesis de conflicto.  

La segunda, más regional. En el 85 se firma el convenio Alfonsín-Sarney de Foz de Iguazú,  puntapié inicial de lo que luego sería el Mercosur. O sea, que esa segunda hipótesis de  conflicto entre Brasil y Argentina también se desmorona. En el 90, con el ascenso de Luis  Alberto Lacalle a la presidencia, ustedes recordarán que hubo algunos focos de conflicto  que se vieron manifestados con una época de atentados con bombas. Un colega de ustedes 

me confesó para un trabajo anterior que yo tuve, que Camboya fue una gran válvula de  escape, mucha disconformidad que había en ese momento se encolumnó detrás de la  primer misión de paz que fue Camboya y ahí la presión en parte se diluyó. Camboya,  evidentemente, fue un éxito que abrió las puertas a las que vinieron después con Haití, por  citar las más grandes.  

Y acá me quiero detener en algunas externalidades que tienen las misiones. No es taxativo  lo que voy a decir, pero sí es lo que se me ocurre. Cosas que están bien y que dieron sus  frutos. Por ejemplo, para el soldado profesional siempre es mejor estar en un teatro de  operaciones. Eso es claro. Lo segundo, una manera de renovar el equipamiento que sea  más económica a través del dinero que ingresaba por las misiones. Lo tercero, fundamental,  el ingreso para los soldados y oficiales a través de las misiones. No me quiero olvidar de  algo que es muy importante, que es el aporte de las unidades potabilizadoras de agua que  se realizó, un recurso vital, fundamental. Esto es impresionante y a veces queda un poco  desapercibido. El aporte de las unidades potabilizadoras de agua es realmente muy  interesante. Y por último, el enorme prestigio que se han ganado con mucho merecimiento y  de que gozan actualmente las Fuerzas Armadas uruguayas a través de las misiones de paz. 

Todas estas son algunas, seguramente tenga algunas otras más que me estoy olvidando, de  las externalidades positivas que tienen dichas misiones. Y otra que se me olvidó, el paliativo  al presupuesto, de la mano con lo que habíamos hablado hoy, de la coyuntura crítica del  gobierno de Lacalle. Después de la dictadura, el presupuesto para defensa con el primer  gobierno Sanguinetti bajó y con Lacalle volvió a bajar y ahí quedó demasiado bajo y el  ingreso por misiones de paz fue un paliativo a todo eso.  

Y para terminar, porque no les quiero robar demasiado tiempo, algunos desafíos que tienen  las Fuerzas Armadas más allá de todo lo que se dijo en esta mesa y en la anterior. Hoy  tenemos un mar territorial mayor a la propia superficie terrestre. Es decir, que necesitamos  tener una Armada que tenga lancha de respuesta, que tenga radares para que no se sigan  robando nuestros recursos ictícolas. Tenemos el problema del narcotráfico, por lo cual  también necesitamos radares, aeronaves de respuesta para controlar todas las fronteras.  Ya en 2018 la ley 16977 había asignado a las Fuerzas Armadas la custodia de las fronteras  hasta 20 km al interior del territorio y bueno y muchas otras cosas más que me interesa  dejar claras si se podría en lo posible avanzar hacia esas nuevas transformaciones y nuevos  desafíos.  

Así que bueno, yo les agradezco mucho por escucharme y a mis compañeros también. Así  que bueno, muchas gracias por todo.  

Maestro de ceremonias 

Bien, de esta forma hemos cerrado esta mesa y ya estamos invitando para la próxima. 

Continuamos con la tercera mesa de la jornada titulada “Fronteras, narcotráfico y  terrorismo”. En esta mesa se abordarán los desafíos que enfrentan las fronteras terrestres y  marítimas, el combate al narcotráfico y al crimen organizado y las amenazas emergentes  vinculadas al terrorismo, considerando la importancia de la cooperación regional y la  articulación institucional en materia de defensa fronteriza.  

En primera instancia, hará uso de la palabra el Comisario General Alfredo Clavijo,  Subdirector de la Policía Nacional, con formación en análisis criminal y gestión en seguridad  y destacada trayectoria en el ámbito de la seguridad pública. 

Subdirector de la Policía Nacional Comisario General Alfredo Clavijo 

Bueno, buenos días a todas y todos. Primero quiero saludar a las autoridades, señora  Ministra, Subsecretario de defensa, al Senador Carballo, agradecer a Tricánico también por  la invitación. Para mí, primero voy a hablar de manera personal, es todo un desafío estar  acá, es un orgullo, es un honor. Más allá de las investiduras y de lo que se ve de nosotros,  soy Alfredo, vengo de la ciudad de Minas, el departamento de Lavalleja, me crié en el barrio  Estación, en el barrio del batallón del 11 de infantería. Tuve una formación en la educación  pública plena y total. Fui a la escuela 8 Guillermo Cuar, el liceo 1 Eduardo Fabini, capaz que  aquí, ahí veo a un coterráneo mío, hoy alto oficial de la Fuerza Aérea y bueno, somos pocos.  Venimos de un lugar donde la presencia de lo uniformado es muy presente y mucha. Así que  eso como para humanizarnos un poco en algo que para nosotros y para mí nos preocupa,  nos ocupa y nos pone a reflexionar 

Entiendo que lo importante sería que reflexionemos y mi mensaje acá, que tiene una parte  institucional, que va a ser la primera parte y va a tener una parte personal también, que me  voy a permitir dejar para todas y todos.  

Primero que nada, cuando hablamos de las fronteras y aparece el narcotráfico, el terrorismo,  pero me voy a centrar en todo lo que amenaza hoy en día a nuestra gente, a nuestra  seguridad, a nuestra estabilidad, y a veces solo pensamos en esa cuestión de lo bélico o lo  que atenta contra la salud humana, como es el narcotráfico, los estupefacientes, pero  también quiero dejar en claro que hay desarrollo en juego, productos de primera necesidad,  educación, convivencia, mejor convivencia, todo eso atenta contra nosotros, la salud, todo lo  que vemos ahí, que traté de hacerlo muy didáctico para que, me imaginé que a esta hora  íbamos a estar todos un poco ya cansados, entonces dije, no texto, sino eso que está ahí,  porque lo que nos rodea son industrias bélicas, son industrias farmacéuticas, son  multinacionales bélicas, porque Brasil tiene una industria bélica enorme, porque Argentina  ha basado mucho de su desarrollo en esas fábricas, en esas industrias, megaindustrias  bélicas, farmacéuticas o de desarrollo de tecnología, por ejemplo, que se ha hablado mucho.  Pero todo eso nosotros lo adquirimos, no lo desarrollamos, no lo producimos, por ende  terminamos siendo un consumidor de todo lo que produce esos países. 

Pero, ¿qué tipo de consumidor? Mientras ese consumo sea de manera controlada y lícita, va  a estar bien. Ahora, hay una amenaza muy grande que todo eso quieren ingresar de manera  ilegal, amenazante, que nos amedrente y que ponga en juego muchas cosas. Primero, la  seguridad, la inestabilidad, los cuidados y por ende la soberanía. Porque son organizaciones 

criminales que ya obviamente no tienen fronteras y que nos están queriendo infiltrar con  todo lo que puedan para poder vulnerarnos y mantenernos en un estado de tensión  permanente que de alguna manera lo más importante que nos afecta y entiendo es la  convivencia, es el libre uso y usufructo del espacio público, de la libre convivencia, de la  recreación, de la educación, del acceso a la salud, porque todo eso termina en nuestros  barrios donde, acá se ha dicho mucho y la verdad quedé maravillado, pero en esa cuestión  de que a veces el Estado gestiona las situaciones de pobreza donde viven las personas,  porque todo esto termina donde las personas son más vulnerables, donde sus necesidades  básicas no están a veces, no es que estén satisfechas, sino que no están. Y nosotros somos  testigos de eso. Nuestro personal, nuestras mujeres y varones policías están todos los días  viendo eso en el territorio. Pero acá como vinimos a hablar de frontera, y yo no voy a hablar  de la defensa desde lo militar, obviamente, pero sí que nosotros tenemos somos parte de un  sistema que quiere defender y que debe defender y tenemos una gran responsabilidad  como funcionarios y funcionarias públicas. 

Entonces, aquí el mensaje más claro es cómo lo estamos haciendo. Consideramos que lo  estamos haciendo con todas las capacidades que tenemos, pero con una  interinstitucionalidad operativa aún débil, donde hay debes que tenemos, donde debemos de  pensarnos todas y todos más juntos, porque este no es un problema de unos u otras, es un  problema de todos y todas, es una amenaza, es una realidad. Entonces, no sé de qué  institución son las personas, pero las personas que están trabajando en esta protección, en  este control y por ende esta defensa de nuestras fronteras principalmente, son todas y  todos uruguayos que queremos lo mismo entiendo.  

Pero institucionalmente tenemos desafíos para actuar operativamente, porque les voy a  dejar mi siguiente mensaje. Así trabajamos hoy en la frontera, así controlamos la frontera.  Cada uno está haciendo algo y cada uno está monitoreando lo que está haciendo. La 

pregunta es, ¿por qué no lo estamos haciendo juntos? ¿Por qué no estamos juntos en esto?  ¿Por qué no podemos encontrarnos en esos consensos y dejar los disensos para otro  momento, porque históricamente están y acá es así, hay que decirlo, hay que ser sincero,  pero creo que nos debemos esa chance que tenemos, esa oportunidad, de hacer algo  diferente, de dar un mensaje diferente a la comunidad, comunidad que tiene que ser parte,  como se ha dicho acá, en toda esta defensa, porque está en la ley. La sociedad civil tiene  que ser parte de esto. Tenemos que integrarla en este control fronterizo en el cual los que  estamos acá estamos todos, está todo, está lo que tiene que ver con lo uniformado,  estamos todos, pero lo que no está uniformado, también la cancillería, el Ministerio de  Economía, por medio de las aduanas, nosotros con la Dirección Nacional de Migración,  Identificación Civil y todas las instituciones que están en el territorio tienen que ser parte de  un sistema que trabaje mucho más integrado, mucho más unido y en línea, 24 horas los 365  días del año, porque necesitamos estar a esta distancia, no podemos estar a un teléfono,  necesitamos estar más juntos porque la amenaza es real, es enorme y ellos sí están cerca,  ellos sí están unidos por todos los sistemas y dejan de lado cualquier diferencia que tengan.  ¿Para qué? Para penetrarnos, para amedrentarnos y para volvernos la vida más difícil. Y en  eso se nos va el futuro, entiendo yo, de nuestro país y de la seguridad interior que  necesitamos conservar como un equilibrio, como un equilibrio fundamental para  desarrollarnos. Y lo digo desde la convicción de un funcionario público que lo que quiere es,  en esto que está para mí ya en el final de la carrera, dejar lo mejor que pueda sin importar  que alguien nos recuerde, pero que nosotros recordemos que somos parte de esta historia  que deja algo mejor para las nuevas generaciones, para todas nuestras niñeces,  adolescencias, para los que están creciendo, para mis hijos, mis hijas, para todos ellos. Yo  creo que eso nos debemos, y ese es el mensaje que queremos dejar acá y este es el  concepto que queremos dejar.  

Creemos en que hay que crear, señora Ministra, una gobernanza en el control de las  fronteras. Se ha dicho de todo acá y cada vez que decían algo, estaban dando la definición  de la gobernanza. Y la voy a, me voy a permitir porque la voy a leer para no equivocarme,  que es una definición que da Naciones Unidas de la gobernanza. Y estoy terminando porque  la idea es que sea corto, pero que deje un mensaje claro. “La gobernanza es el ejercicio de la  autoridad económica, política y administrativa para gestionar los asuntos de un país en  todos los niveles. Comprende los mecanismos, procesos e instituciones mediante los  cuales los ciudadanos y los grupos expresan sus intereses, ejercen sus derechos legales,  cumplen sus obligaciones y median sus diferencias”. Eso es lo que nos debemos. Yo  entiendo que con eso, si nosotros podemos lograr esto que está ahí, que es esa gobernanza,  quiero que atiendan la imagen que está en el fondo y voy a repasarme. Así estamos, así  deberíamos estar, mirando todos juntos ese país y protegiéndolo, defendiéndolo de lo que  sea, interactuando, porque tenemos desafíos en los pasos habilitados, en los pasos no  habilitados. Nos falta más presencia, nos falta tecnología, pero nos falta más ganas de  trabajar juntos y en equipo cercanamente.  

Creo que está sobre la mesa, el gobierno lo está poniendo sobre la mesa y nosotros lo  celebramos y estamos para apoyar, Señora Ministra, desde el Ministerio de Interior, le traigo  el mensaje del Ministro, de nuestro Director de la Policía Nacional para aportar de lo que  sea. Si hay que aportar, nosotros vamos a aportar con lo que sea, con lo que tengamos, 

humildemente lo decimos, pero queremos ponerlo aquí y dejar este mensaje. ¿Por qué?  Porque con más control habrá más protección, por ende, cuidaremos mejor a las personas.  Y hasta ahí llega la institución. Pero ahora viene Alfredo, que les dice que con todo eso  tendremos más y mejor democracia, que si será importante en estos días. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Comisario General Alfredo Clavijo. A continuación escucharemos al Señor  General del Aire, Rodolfo Pereira, Jefe del Estado Mayor de la Defensa, piloto de combate y  especialista en operaciones aéreas y estratégicas vinculadas a la defensa nacional. 

Sr. Jefe del Estado Mayor de la Defensa (ESMADE) Gral. del Aire Rodolfo Pereyra 

Buenos días a todos y todas. Agradezco a las autoridades en primera instancia esta  oportunidad que nos han dado. No es normal que un militar esté aquí sentado y dando una  presentación, y la oportunidad de estar con todos ustedes también compartiendo de  nuestras actividades, cosas que por otros lados aunque él no lo haya dicho, tenemos una  gran amistad entre las fuerzas y ojalá que en el futuro se pueda dar que estemos todos  unidos en la protección de nuestro país.  

Yo voy a tratar un tema que es táctico, pero en realidad me van a decir ¿por qué está un  General acá para hablar temas tácticos? Porque en realidad lo que voy a hablar es de cómo  se fueron desarrollando estas actividades de frontera y analizando y sacando conclusiones  para tener de esa lección aprendida las necesidades o poner, mejor dicho, las necesidades  de cambio que ella requiera para mejor funcionamiento en este proceso hasta que podamos  lograr los objetivos finales que tenemos y algo ha sido expresado en este momento. Lógico  que ese análisis se hace a un nivel estratégico, por supuesto, a un paso de dárselas a las  autoridades para que lo tomen en consideración y bueno y a partir de ahí mejorar.  

Bien, como saben bien, la Ley 19677 promulgada el 26 de octubre de 2018, último periodo  de gobierno del presidente Tabaré Vázquez, en realidad fue un inicio de una política también  nacional, debido que esto trascendió en el tiempo también. Autoriza a las fuerzas armadas a  realizar tarea de vigilancia y apoyo a organismos con jurisdicción y competencia en la zona  fronteriza, medida que abarca desde aduana hasta migraciones, desde el Ministerio de  Ganadería, Agricultura y Pesca al Ministerio de Salud Pública e inclusive en el apoyo  también de nuestras fuerzas que tienen funciones policiales, como son la Prefectura  Nacional Naval o la propia Policía Nacional.  

En ese sentido, la zona fronteriza está definida en unos 20 km de ancho, tomado de la desde  el límite internacional hacia el interior del territorio y se exceptúa de ella los centros  poblados. O sea, esto es lo que quiere decir que dentro de los centros las unidades militares  no pueden estar actuando. Tiene una longitud aproximada de unos 1260 km, tomando en  cuenta desde la desembocadura del río Uruguay, o sea, desde Punta Gorda, yendo por el  norte y llegando a la desembocadura del arroyo Chuy. La ley mandata a las fuerzas armadas  a realizar, en la zona fronteriza, el patrullaje, la identificación de personas y control de  vehículos y la detención en caso de flagrante delito. En otros tres artículos, la ley se refiere a  la conducta adoptar por las fuerzas en el cumplimiento de su misión, por ejemplo, el empleo  racional, progresivo y proporcional de la fuerza. Hasta aquí llegamos a lo que vienen a ser  las reglas principales. 

El 12 de marzo del 2020, ya en el gobierno del presidente de Lacalle Pou, se promulga el  decreto 92020, reglamentación de la ley 19677. Aquí es donde decimos que hay una  continuidad, o sea, hay una política de Estado en el cual se mantiene lo decidido en el  gobierno anterior. El texto comienza disponiendo el cumplimiento de la tarea asignada sin  perjuicio de las funciones policiales, tanto marítima como aérea. Ustedes saben bien que la  Armada Nacional tiene una función policial a través de la Prefectura Nacional Naval, en la  cual atiende todo lo que es delitos y faltas de todo el espectro en el medio en la jurisdicción  naval. Y por el otro lado, la Fuerza Aérea cumple la función de policía aérea, a los términos  de atender los delitos y faltas aeronáuticas. Otra parte, se dispone que dentro de la zona  fronteriza cada fuerza mantiene su jurisdicción, lo que agrega una línea divisoria dentro de  la zona. Y si ustedes ven ahí, yo estoy marcando un uno entre paréntesis. Bien, no lo voy a  comentar ahora, lo voy a dejar para adelante, pero quiero que le presten atención y  recuerden esto. La regla de actuación. Bueno, aquí entramos en un terreno escabroso. Yo no  sé si es que queríamos o quería la autoría que desempeñara una tarea de control o que se  nos hiciera un poco más difícil, verdad. Bien, si vamos al primer punto ahí que habla de la  identificación de persona, dice, «Solo en el caso de cometer o intento de cometer un delito o  que se disponga a cometerlo.» Bien. Imagínense ustedes actuando nuestras tropas en  patrulla en el campo. Bien, ¿cómo puede hacer para identificar que haya una persona o un  grupo de personas que esté cometiendo un delito? Es algo bastante difícil. Mucho menos y  no le podemos identificar. A no ser que salga el paisano por allí por el fondo y empiece a  gritar que le están robando algo. Si no, no tenemos forma de poderlo identificar y de poder  actuar. Lo mismo va a pasar en cualquier puesto de control que tengamos desplegado en  alguna de las de las rutas o caminos que tenemos en nuestra jurisdicción. Control de  vehículos. Se exige documentación del vehículo, subcarga y del conductor. Aquí sí, al  conductor se le pide la documentación, igual que los papeles de lo que tiene la carga, igual  que la información del vehículo. Pero cuando hablamos de vehículos estamos hablando de  vehículos que transportan personas o cosas, así lo dice justamente el decreto, cosas. Un  vehículo que puede traer cuatro personas, solo el chófer se va a identificar. Los otros tres no  tenemos la potestad de hacerlo. O sea, que pueden venir personas tal vez ilegales, pueden  venir narcotraficantes, puede decir gente que está requerida y sin embargo, van a seguir su  camino sin ningún problema. Por otra parte, si en el caso de que no podemos detener la  persona tampoco si no tiene un flagrante delito, o sea, que el camionero, por ejemplo, que  viene con una carga que él está con su autorización de realizarla, no se le va a abrir, no se va  a controlar la misma, no. O sea, que tiene que ser previamente detenido. Otra vez caemos en  el error. Digo, si no tenemos pruebas, no lo vamos a detener. La única forma que a mí se me  ocurre es que en la habilitación de la carga diga que está trasladando cerdos y cuando uno  pueda ver a través de la jaula que los cerdos tienen cuerno, es la única vez que va a poder tener una infracción, sino ese individuo va a continuar su camino. ¿Qué quiero decir con  todo esto? Que muchas cosas de las medidas que se tomaron preventivas, tal vez porque  pensando como que los militares siempre estamos abusando y no es así, nos ajustamos a  la ley como corresponde, al final terminan siendo negativas esas decisiones para el  proceder y para los objetivos que queremos tener en frontera.  

Por otro lado, siguiendo con los procedimientos, dice, «Las fuerzas armadas realizarán la  persecución de personas en caso de flagrancia dentro o de continuar fuera de la zona  fronteriza, en coordinación con las otras autoridades”. Y aquí viene la parte que nos  compete la observación, “no pudiendo realizar fuera de la zona fronteriza detención alguna.» 

Esto quiere decir que, por supuesto, nosotros siempre vamos a estar coordinando con las  autoridades policiales de los movimientos que tengamos fuera de la zona fronteriza, pero  muchas veces, como se nos ha explicado, no están las unidades disponibles cerca del lugar  donde ocurrió el hecho, o no saben dónde están.  

O sea, que nosotros podemos acompañarlo tal vez y bajarnos en el primer boliche que  encuentren a tomar algo con el delincuente, pero sin embargo no lo podemos apresar y  estamos hablando que eso se inició dentro de la zona de frontera. O sea, ahí es el número  tres. Otra observación, o sea, lo que quiero decir esto, que a veces el poner tantas medidas,  tantas trabas, lo que nos lleva es a disminuir nuestras capacidades en el lugar. Y por  supuesto, a los resultados que queremos tener en general.  

A pesar de todo esto, ahí pueden ver los resultados que hemos tenido en estos 4 años,  perdón, 3 años, 3 años que llevamos. Recordemos que cuando se implementó la práctica  del decreto a los dos días estalló la pandemia, o sea, que los objetivos cambiaron, quedó  todo en standby hasta el año 2022 que empezamos de vuelta. Se van a encontrar con  muchos casos ahí, la mayoría fueron atendidos por nuestra prefectura con apoyos nuestros  de las Fuerzas Armadas y también nosotros consideramos en estos números, porque más  allá que no se contempla en la ley, pero sí entendemos que los aeropuertos son fronteras,  son fronteras del aire, por lo tanto sumamos ahí también los números y es alarmante las  1000, a ver si veo desde aquí, las 1115 municiones que se han incautado hasta ahora.  Todos, la mayoría de ellos, pocos son de la frontera, la mayoría son en el aeropuerto. Esto  es lo que significa que cuánta gente está armada. Ojo, algunos son de extranjeros que están  saliendo del país. Eso me da a entender o entró con munición y nadie la detectó o estuvo  manejando armas dentro del país y nadie se preocupó después de detenerlo. Son señales  nada más.  

La fuerza empleada, un número estimativo, digo, es lo que hay normalmente. De ahí a veces  se aumenta más con los medios que siempre tenemos en vuelo o en navegación haciendo  recorridas también. Aquí están los puntitos que marqué ahí, el 1, 2 y 3. Y hay uno más, un  cuarto que lo voy a dejar para lo último, que son las propuestas que hacemos para mejorar  nuestra actuación. Y en el artículo 3, que habla sobre el ámbito de actuación espacial de las  Fuerzas Armadas, lo que queremos hacer es eliminar los límites jurisdiccionales de las  Fuerzas Armadas en la zona fronteriza. Este tema de las jurisdicciones de las fuerzas es un  tema que es para hablar por mucho tiempo y sobre todo dentro del ámbito militar. Es algo  que yo no comparto porque va en contra justamente de lo que dice el artículo 17 de la Ley  Orgánica de las Fuerzas Armadas, la 19775 que dice “la estructura operativa se organiza en  base a los principios de unidad de mando, eficiencia conjunta, despliegue dinámico y  flexible”. Si yo tengo una línea entre las dos fuerzas, eso significa que todo esto que está  dicho acá no se está cumpliendo. Sería para otro tema hablar de lo que es las jurisdicciones  y cuándo se deben de aplicar las jurisdicciones. Que en el caso, ya adelanto que en el caso  es válido, sí, entre la Prefectura Nacional Naval con la Policía Nacional y lógico el espacio  aéreo que es único, es indivisible porque aparte solamente de la materia lo que hace  justamente la fuerza aérea. Ya que cualquier avión como no lo vemos, no tenemos  capacidad de hacerlo, una vez que aterriza el avión, lo que esté adentro ya es delitos, faltas, 

delitos, lo que se cometa, que va a ser pasado a la autoridad competente, por supuesto, y no  actúa la Fuerza Aérea en ese sentido.  

En lo en lo que respecta a la identificación de persona, bueno, lo que queremos es aplicar la  ley 18315, la ley de procedimiento policial, o sea, que nos permita identificar a las personas,  porque es la forma de que dije de todos estos delitos que pueden estar pasando por delante  

de nuestras narices no lo podamos detectar. Tal vez hay movimiento de personas  irregulares que están trabajando de una manera como ha pasado en Artigas, esclavizadas o  algo que la están llevando y no lo sabemos. Autorizar la detención fuera de la zona  fronteriza en los casos que la persecución se origine dentro de la misma. O sea, si el delito  fue cometido, si hay una persecución es porque hay un escape de alguien o algo que no  quiso parar o se evade. Bien, razones tiene, esa persecución la tenemos que seguir y hasta  que no nos encontremos con la policía, nosotros los podemos detener y por supuesto que  después automáticamente esto ya se da intervención del fiscal y se va a pasar la autoridad  policial. O sea, que es un punto importante que tenemos en cuenta.  

Y por último, apoyando lo que dijo acá nuestro camarada y el paso que le voy a dar ahora al  magíster de Elía, es el tema del comando conjunto, un deseo y una necesidad que tenemos  desde hace años. Tenemos que tener como comando único para el cumplimiento de lo que  dice la ley. Así que agradezco su atención y muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Señor General del Aire Rodolfo Pereira, Jefe del Estado Mayor de la  Defensa. Para finalizar esta mesa hará su presentación el Director de Formación Militar,  Magíster Diego D’ Elía Parente, licenciado en Relaciones Internacionales y magíster en  estrategia nacional por el Centro de Altos Estudios Nacionales (CALEN). 

Director de Formación Militar Magíster Diego D’ Elía Parente 

Bien, muchísimas gracias. Primero quiero agradecer al Senador Felipe Carballo por la  organización de este seminario de defensa nacional y obviamente las autoridades  ministeriales, la Ministra y el Subsecretario por la confianza y permitirme estar en esta  mesa. Saludar a todo el público presente, autoridades militares, policiales, civiles que nos  acompañan. Agradezco particularmente también a los directores del Ministerio de Defensa  Nacional su presencia.  

Primero me voy a poner, voy a hablar brevemente desde mi rol de director de formación  militar y después me voy a despojar de ese traje, digamos, y voy a hablar un poco de  frontera. Brevemente decir que en estos paneles que hemos hablado, mucho se ha tocado de educación. La Ministra lo dijo en la primera mesa. Luego el Coronel Vila hacía mención  en su primera intervención en la mesa uno. Habló Virginia también de educación y otros  expositores. El sistema de enseñanza militar ha pasado por varias etapas y hoy tiene uno de  los desafíos tal vez más interesantes de seguir trabajando, profesionalizando en esta lógica  de enseñanza, investigación y extensión como grandes pilares de este sistema de  enseñanza militar, incorporando obviamente los cambios, la dinámica que nos convierte a  todos en una máquina constantemente estar trabajando y pensando en lo que se viene en el  futuro. Obviamente la ciberseguridad es uno de los temas, la ciberdefensa, las nuevas  amenazas, que es un concepto que hay que discutirlo y eso tiene que estar reflejado en los  planes de estudio de nuestras fuerzas, pero también en la formación de los civiles que hay  dentro del sistema de enseñanza militar y sobre todo en la complementariedad que tiene  que tener el sistema de enseñanza militar con el sistema nacional de educación pública. Así  que, desde ese rol, me parece sumamente interesante destacarlo y reflexionar sobre la  importancia de este tipo de seminarios, actividades de corte académico que nos ayudan a  reflexionar y pensar en el concepto de cultura defensa o en el concepto de cultura bien  amplio, como decía Virginia.  

Me salgo de mi rol y paso a hablar de frontera. Me es difícil después de escuchar tanto al  Subdirector nacional de policía, Alfredo Clavijo, como al General del Jefe de Estado Mayor  que saben 10 veces más de lo que yo puedo aportar. Entonces, intentaré ser breve mi  explicación de lo humilde que puedo presentar hoy. Obviamente la ley de fronteras es un  avance sumamente importantísimo para nuestro Estado, tendiente a, si uno se fija en los  motivos en el momento de la votación, era crear una nueva herramienta para contrarrestar  una debilidad que tiene el Estado, que es la permeabilidad de sus fronteras. En algún lado un  poco mayor, en otro lado un poco menor. ¿Cuál era el objetivo? ¿Cuál es el objetivo de esta  herramienta? Evidentemente, ambos dos lo dijeron, realizar los mayores esfuerzos de  interconexión sistémica para paliar los efectos negativos de lo que son los actores 

criminales y los mercados criminales en grandes rasgos muy generales. Es decir, estamos  hablando del crimen organizado, ni más ni menos.  

Obviamente los estados han desarrollado algunas estrategias vinculadas a contrarrestar  estos actores y mercados criminales, que básicamente tienden a proteger a nuestras  personas, a nuestro territorio y a nuestras instituciones en un concepto de seguridad  bastante amplio. Porque recordemos que cuando hablamos de frontera, una de las  principales problemáticas es que se ataca a las ciudades de zonas fronterizas y ahí donde  un conjunto de ciudadanos sufren principalmente este accionar ilegal de las actividades del  crimen organizado y que luego viene al resto del territorio nacional. Entonces ahí  obviamente no estamos solos en esta en esta jugada. Nuestros principales aliados,  Argentina, Brasil también tienen normativa en ese sentido y han trabajado y tenemos que  seguir trabajando conjuntamente en ello.  

Para eso haré una breve exposición de una introducción, un estado de situación actual que  ya el General amplió. ¿Cuál es una posible herramienta que es la que estamos pensando  desde el Ministerio de Defensa en conjunto con el Ministerio del Interior y el Gobierno  Nacional en su conjunto? Y unas breves conclusiones. Básicamente lo que estamos  planteando es una nueva etapa de trabajo conjunto, que se trata de que las agencias que  trabajamos en seguridad y en defensa, pero también otros organismos del Estado,  trabajemos en la zona fronteriza, en este caso particular, pero todo en territorio nacional, de  forma eficiente y efectiva. Básicamente lo que se propone es un cambio de paradigma  cultural y organizacional basado, yo lo manejo en la estrategia de las 3C: coordinación,  comunicación y confianza. Tres pilares claves para que esta nueva herramienta funcione. Si  uno se pone a pensar en el estado de situación que el General recién decía, obviamente las  Fuerzas Armadas en su conjunto se despliegan en el territorio. Recién en general mostraba  los números de despliegue de cada una de ellas, pero lo hacen de manera independiente.  Falta coordinación, falta trabajo de interfuerzas, falta trabajo entre los actores del Estado.  Me refiero a las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, Migraciones, Aduana, Ministerio de  Ganadería, etcétera, etcétera, etcétera, SINAE, entre otros. Esto tiene que ver también con  cómo nosotros nos hemos regulado de alguna manera y seguir trabajando y mejorando en  temas de buscar ese mando conjunto operacional que nos permita bajar unas órdenes  claras de trabajo coordinado y en conjuntez.  

Hay que tener en cuenta que obviamente el primer problema lo tenemos dentro del  Ministerio de Defensa, que es donde tenemos que trabajar en esa lógica de pensar que  todos tenemos que trabajar en conjunto, pero también tenemos que pensar en quiénes  actúan en esa zona fronteriza. Y ahí yo decía recién el Ministerio del Interior con la Policía  Nacional, la Dirección Nacional de Inmigraciones, el Ministerio de Economía con la Dirección  Nacional de Aduanas, el SINAE, el Ministerio de Ganadería, Ministerio de Relaciones  Exteriores, Antel, Ancap, UTE, OSE, entes autónomos de nuestro Estado, Ministerio de  Transporte y Obras Públicas, etcétera, etcétera. Y eso nos permite pensar en que tenemos  que mejorar nuestra coordinación, que es clave el intercambio de información, de  inteligencia, de comunicaciones fluidas y que hoy, hay que ser sincero, es bastante baja.  Tenemos que pensar en el trabajo de interoperabilidad entre las fuerzas, pero también entre  los actores del Estado. Como decía, las zonas fronterizas tienen diferentes niveles de 

permeabilidad y eso hace que tengamos que tener diferentes reacciones o respuestas a  esos problemas.  

Ahora bien, una cosa que es importante destacar, este cambio de paradigma no tiene que  verse reflejado como exclusivamente en el ámbito militar o policial, es para todos, es para el  Estado, es para Uruguay, para cada uno de los ciudadanos. Buscar sinergias sistémicas es  la clave de este proceso. Entonces, repito, ese cambio basado en mayor coordinación,  mayor comunicación y mayor confianza entre las interagencias es clave. Buscar soluciones  a los problemas de coordinación, del intercambio de formación, interoperabilidad y la mejor  utilización de los recursos del Estado. En definitiva, es esencial y para eso obviamente  tenemos que pensar estructuras y una de las estructuras que se ha trabajado en este último  periodo, estos meses del inicio de gobierno es la creación de un comando conjunto  coordinado, centro coordinador unificado de seguridad en las fronteras. Que esto es  básicamente la presentación que Alfredo lo traía, trabajar todos juntos en un mismo espacio  que le permita al Estado uruguayo implementar un sistema de vigilancia territorial que  posee, insisto, un cambio de paradigma organizacional, el trabajo coordinado, el trabajo  pensado y específicamente con confianza. Recién decía Alfredo, el crimen organizado está  unido, está preparado, está coordinado, tiene los mecanismos necesarios y muchas veces  por encima de los propios recursos del Estado y eso nos hace pensar cómo podemos  combatir a eso. Entonces, esta herramienta que presentamos debe entenderse como una  herramienta que no tiene la exclusividad en el mundo militar o policial, como históricamente  siempre pensábamos que los asuntos de la defensa son asuntos exclusivamente militares.  No, no es así. Y pensar en esta herramienta es pensar en el futuro del país, en la protección  de nuestros ciudadanos, de nuestro territorio y de nuestras instituciones.  

Para terminar, básicamente lo que quiero reflexionar es en ese concepto de gobernanza que  planteaba Alfredo recién. Pensemos en una herramienta que nos permita a todos mejorar  nuestro estado de situación, mejorar nuestros niveles de coordinación. Pensar que  obviamente los intercambios de información de inteligencia son un campo de actuación  sensible que tiene que tener determinados protocolos, características reservadas que solo  se generan mediante sistemas claros de interacción y la confianza entre cada una de las  fuerzas. Y esa es nuestra tarea. Hoy estamos todos aquí juntos y este es el primer paso. A  partir de ahora nos queda la misión, el desafío de llevar adelante estos proyectos y lograr  efectivamente una herramienta útil y necesaria para el país. Muchísimas gracias. 

Maestro de ceremonias 

Muchas gracias, Director de Formación Militar Magíster Diego D’ Elía Parente. Gracias a  todos los expositores por sus presentaciones y al público por su atención. Damos cierre a  esta mesa sobre fronteras, narcotráfico y terrorismo. 

Bien, llegamos a la mesa de cierre de este seminario, dedicado a las reflexiones finales  sobre los temas tratados a lo largo de la jornada. A continuación, la Directora de Asuntos  Internacionales del Ministerio de Defensa Nacional, licenciada en Relaciones  Internacionales, Natasia Barceló, hará uso de la palabra. También solicitamos la presencia  del Coronel Daniel Locatelli y del profesor Carlos Luján. 

Directora de Asuntos Internacionales del Ministerio de Defensa Lic. Nastasia Barceló 

Muy buenos días a todos y a todas. Quiero en primer lugar agradecer la invitación y la  organización de este evento, al Senador Felipe Carballo, también a las autoridades  presentes el día de hoy, civiles y militares, en el nombre de la Ministra Sandra Lazo y el  Subsecretario Joel Rodríguez, para mí es un es un verdadero honor estar en esta mesa de  cierre, que tiene un gran desafío que es pensar a la defensa como política de Estado y desde  el compromiso nacional. Y para eso me gustaría iniciar con un asunto que creo que es clave,  pensar a la política de defensa por su relevancia estratégica, su relevancia política para el  desarrollo de la soberanía nacional y del bienestar de toda la sociedad en su conjunto.  Tenemos que pensar que no puede ser concebida como una política de corto plazo, como  una política limitada a los intereses de un gobierno de turno o de un partido político  concretamente. Por el contrario, yo creo que debe consolidarse como una verdadera política  de Estado. Y eso lo escuchamos de manera bastante frecuente, hablar de política de  Estado. Pero, ¿qué es una política de Estado? Bueno, es una política que se sostiene en el  tiempo a lo que nosotros llamamos la larga duración, el largo plazo. Y además es una  política que es consensuada, que es dialogada entre las diferentes fuerzas políticas y  sociales que encontramos en nuestro país. Asimismo, yo creo que debe estar muy alineada  con una visión de largo plazo de nuestro Uruguay, no solo desde el punto de vista  estrictamente de lo militar o de la defensa, sino también desde una perspectiva de  desarrollo, de desarrollo sostenible de nuestro país en los próximos años. 

Una política de Estado también implica una serie de valores conjuntos, de principios, de  objetivos, de estrategias que son duraderas y que aseguran la protección de aquello que  nombraba en una de las mesas anteriores Noelia Martínez, que es finalmente los intereses  nacionales de nuestro país. Y ese interés nacional, y creo que todos podemos compartirlo,  es el resguardo de la soberanía. La soberanía desde una perspectiva amplia. Ahora bien,  para ello creo que es imprescindible contar con Fuerzas Armadas plenamente subordinadas  al mandato constitucional y al servicio exclusivo del Estado y de toda la ciudadanía. Esto  garantiza su legitimidad desde el punto de vista democrático y el rol que deben tener al  servicio de la protección de nuestro territorio aéreo, marítimo, y también a lo que es hoy el  mundo de la ciberseguridad o de la ciberdefensa. El tema de esta mesa es la política de  estado y la política de defensa, y ahí a la hora de pensar y de diagramar la presentación,  estuve viendo desde el punto de vista histórico cuáles han sido las políticas exitosas de la  política de defensa que se han sostenido a lo largo de las últimas décadas, de los últimos  años. Y fundamentalmente desde lo que ha sido el retorno a la democracia a partir de 1985,  podemos trazar una línea del tiempo y de alguna manera identificar algunas políticas que,  con mayor o menor éxito, se han sostenido en el tiempo y que continúan hoy formando  parte de la gestión política de la defensa nacional. Y ahí quiero citar estos ejemplos. Uno de  ellos es la Política Antártica Nacional. En estos días, en estos meses, se cumplen 40 años  desde la adhesión del Uruguay al Tratado Antártico allá por 1985. Este es un ejemplo  emblemático de una continuidad que es institucional y también de coordinación entre  diferentes áreas del Estado, entre la academia, la ciencia, la visión de desarrollo del país y  también de la proyección de la defensa en los espacios polares, en los espacios globales,  que eso de alguna manera conforma también a lo que es esta política de Estado.  

Hace algunos días atrás veíamos un documental muy interesante en el planetario de  Montevideo sobre la Antártida. Y allí podíamos visualizar también como el Uruguay, muchas 

veces para toda la ciudadanía eso no está tan consciente o no forma parte de esa cultura de  defensa, como también tenemos un lugar en la Antártida y allí nuestra Fuerzas Armadas  están presentes, pero también otras instituciones del Estado que son fundamentales, el  Clemente Estable, la Universidad de la República, el Ministerio de Energía, Minería, a través  de Antel, a través de UTE. Entonces esa coordinación es en sí una política de Estado que  debemos resguardar y fortalecer en esta gestión de gobierno.  

Otro aspecto que es central y que se mantiene como una política de Estado ya hace muchas  décadas, sobre todo desde la redemocratización, repito, es la participación constante del  Uruguay en las misiones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Mucho se ha  hablado aquí justamente sobre la participación de los uruguayos, pero yo creo que lo  fundamental es que esto transmite una imagen de nuestro país, dentro de lo que es el  sistema internacional, como un Estado comprometido, con un principio fundamental, que hoy más temprano tanto la Ministra como el Secretario de Presidencia lo anunciaban, que  es el compromiso con la paz. Uruguay es un país comprometido con la paz, con el  multilateralismo, con la protección del derecho internacional humanitario. Y bueno, esta  trayectoria también ha permitido fortalecer las capacidades de nuestras fuerzas desde el  punto de vista operativo y también desde la perspectiva de la formación militar en contextos  que son de altísima complejidad y que sin la participación de Uruguay en esas misiones  sería muy difícil poder obtener.  

Voy nombrando dos líneas de continuidad política. Hay muchas más que las voy a ir  enumerando rápidamente. En la mesa anterior, Diego D’ Elía me precedía con el uso de la  palabra, y él señalaba una falta de coordinación y yo estoy de acuerdo en muchos  momentos, sobre todo en lo que son las áreas de frontera, también lo señalaba así este  Clavijo, pero también me gustaría destacar cómo el Ministerio de Defensa con otras  agencias del Estado, a pesar de esa falta de coordinación, ha venido de alguna manera  cooperando en pro del combate de estas llamadas, entre comillas, “nuevas amenazas” que  ya no son tan nuevas desde el punto de vista de la historia. Tenemos, por ejemplo, lo que es  el combate al terrorismo, al crimen organizado transnacional, a todos esos desafíos  ambientales que son causados o generados por este cambio climático que genera  consecuencias sociales de destrucción este en toda la ciudadanía uruguaya. Allí yo quiero  destacar la coordinación del Ministerio de Defensa con algunas agencias y otros ministerios  de nuestro país. Por ejemplo, la Junta Nacional de Drogas creo que ha sido con idas y  vueltas, con una posible, digamos, siempre elementos críticos para realizar a su actuación,  pero un logro desde el punto de vista de la política de Estado. También lo ha sido la  Secretaría Nacional para la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del  terrorismo, la Cenaclaft. Allí participa nuestro Ministerio de Defensa junto al Ministerio del  Interior, al Ministerio de Economía. Y creo que estos son ejemplos, son casos virtuosos de  una coordinación interinstitucional que también tiene un aspecto o una pata, por decirlo así,  en lo internacional que hacen que esa coordinación sea relevante para la defensa y también  para la seguridad internacional. Un cuarto elemento, un cuarto eje para pensar la política de  defensa como política de Estado, está dado por eso que hoy Alejandro Sánchez nos  planteaba al inicio, el cuidado de nuestros recursos naturales, de nuestros recursos  estratégicos que son fundamentales para nuestra soberanía nacional, pero también para lo  que es la integración del Uruguay en la región en América del Sur, en América Latina. Yo 

ahora recordaba que hace muy poco tiempo, en el año 2016, ocurrió lo que lo que fue  después de muchos años de gestión la ampliación de la plataforma continental. Y hoy el  Uruguay tiene un territorio marítimo con una riqueza muy diversa, que incluso es mayor de lo  que es, digamos, el suelo, a nuestro territorio. Poder tener una Armada con las capacidades  y una Fuerza Aérea, por supuesto, realmente capacitadas y con todas las herramientas  logísticas, técnicas, desde el punto de vista tecnológico y del desarrollo adecuadas para el  cuidado de esos recursos, creo que es el desafío que tenemos hacia el futuro de lo que es la  defensa de nuestra de nuestra soberanía nacional.  

Después creo que hay otras políticas de Estado que están muy vinculadas con lo que decían  anteriormente sobre la cultura, lo que decía allí la antropóloga Virginia Rial, la importancia  de la cultura y de poder pensar en fortalecer la identidad nacional, en clave republicana, en  clave democrática, poniendo en valor lo que ha sido la historia de nuestras Fuerzas  Armadas desde la construcción de nuestro país hace este 200 años. En este ciclo de  justamente en estos 5 años está conmemorando lo que es el bicentenario del Uruguay y  creo que allí tenemos una oportunidad de rescatar esos valores que están presentes en  nuestras Fuerzas Armadas y poner en valor el patrimonio histórico de la defensa.  

Alguien que me antecedió la palabra decía, «Bueno, el ejército nacional, desde el punto de  vista histórico, es tal vez es incluso más antiguo que el propio Estado Oriental del Uruguay  en lo que fue su conformación.» Entonces, poder poner en valor eso a través de proyectos  

culturales y ahí unir la defensa y la cultura creo que es un desafío en términos de política de  Estado que queremos asumir, que estamos dispuestos a asumir a partir de un trabajo  coordinado. Y ahí brevemente quiero nombrar un proyecto que con la Ministra de Defensa  junto a también al equipo del ministerio venimos desarrollando, que es generar rutas del  patrimonio de la defensa que muestren, que pongan en valor algunos bienes que son bienes  culturales y que forman parte de toda la de toda la ciudadanía. Allí contamos con el apoyo  del servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología, el SOMA de la Armada, del  Instituto Geográfico Militar, del Instituto Antártico uruguayo, del servicio de sensores  Remotos de la Fuerza Aérea Uruguay. Entonces una quinta línea de la política de defensa  como política de Estado creo que es poder trazar de manera concomitante una relación  entre lo que es la cultura y la defensa.  

Y por último, pero no menos importante, es la relevancia de una política de defensa  moderna, democrática, que incorpore de manera transversal lo que es la perspectiva de  género. Este es un asunto fundamental, promover la igualdad de oportunidades dentro de las Fuerzas Armadas, pero también dentro de lo que es el mando, bueno, militar y civil de la  defensa. Es fundamental erradicar cualquier tipo de discriminación, de diferencia, de  violencia basada en género. Debe constituirse en una política de Estado y también en un  desafío para el futuro de nuestra defensa nacional.  

Para finalizar quería simplemente decir que creo firmemente que para el caso uruguayo,  sobre todo que somos un país, digamos, pequeño entre dos grandes gigantes como Brasil y  Argentina en un continente, también lo decían anteriormente, muy desigual, muy conflictivo,  con, digamos, problemas enormes desde el punto de vista social. Creo que el Uruguay  necesita, es urgente tener una política de defensa que se sostenga en el tiempo y que sea 

compartida, sea dialogada con los diferentes sectores de nuestra sociedad, y que se abra a  nuestra a nuestro pueblo, a nuestra sociedad uruguaya para poder ser intercambiada,  dialogada, pensada y proyectada a futuro. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

A continuación cedemos la palabra al exdirector general, Señor Coronel Retirado, Magíster  Daniel Locatelli, politólogo y docente, director de la especialización en defensa nacional y  seguridad del Centro de Altos Estudios Estratégicos Nacionales y es director general de  políticas de defensa nacional del Ministerio de Defensa Nacional. Adelante, coronel. 

Coronel Retirado Magíster Daniel Locatelli 

Muchas gracias. Bueno, en primer lugar, agradecer la invitación a las autoridades del  Ministerio de Defensa, la señora Ministra, al Subsecretario, a quien me hiciera la invitación  personalmente el Magíster D’ Elía, el reconocimiento a la mesa, compartir con la licenciada  Barceló y con el querido amigo Carlos Luján, profesor mío en facultad, no porque él sea  viejo, sino porque yo hice la carrera de viejo, somos colegas, dimos clases juntos en el  CALEN, así que es un placer. También una audiencia calificada, donde veo autoridades  políticas, autoridades militares, de la educación, de las universidades y muchos camaradas.  

En esta mesa de cierre lo que se pretende es abordar la defensa nacional como política  pública y ya la licenciada Barceló explicó muy bien lo que es una política de Estado. No, no  voy a abundar en eso. Amplio consenso y permanencia en el tiempo, con el agregado que la  permanencia en el tiempo ya lleva administraciones distintas de distintos partidos políticos.  Pero tuve que reformular, ahora hace unos minutos reformulé un poco el orden porque me  voy a nutrir de alguna información y de muy buena información que recibí en mesas  anteriores, que fueron excelentes y que me dan pie para tres ejes que yo quería trabajar en  esta intervención.  

En primer lugar, la propia definición de la política de defensa hace a la interacción o a al  accionar civil y militar. Bueno, el accionar civil militar no está definido cómo es, pero sin  embargo a través de distintas ponencias podemos deducir y describir que esa interacción  no es exclusivamente el pueblo en armas, que es una situación digamos grave, última y de  muy baja probabilidad de acontecer, sino que esa interacción civil y militar es a nivel de las  instituciones, de las instituciones de seguridad, de las instituciones educativas como un  sistema como todo. En segundo lugar, de la misma ley marco, esto está sacado de la ley  marco, de la misma ley marco tenemos un sistema de inteligencia que fue descrito  anteriormente, el sistema por el Poder Ejecutivo, Poder Legislativo y el Consejo de Defensa  Nacional. Y el Consejo de Defensa Nacional es la gran innovación de la ley Marco. Quizás  hablo un poco porque yo fui 3 años y medio secretario del Consejo y alguna experiencia  pude extraer de esa de esa secretaría y de esa actuación, pero eso está presidido por el  presidente de la República. Ministro de Defensa, o Ministra, Ministro del Interior, Ministro de  Relaciones Exteriores, de Economía, Secretaría de Inteligencia Estratégica por Luc y  eventualmente otros porque también es flexible en su integración. Quiere decir que a nivel  del Estado tenemos un organismo del más alto nivel estratégico que combina las fuerzas de  seguridad, la economía y las relaciones exteriores, como lo decía Noelia en la mesa anterior,  ya tenemos la política de defensa por dos carriles. La política exterior y la política de  defensa. Y yo siempre digo que tanto la política exterior como la política de defensa son  como las vías del tren, deben marchar juntas, alineadas hacia una misma dirección y mucho 

más en un Estado pequeño como el nuestro. Y en tercer lugar de esta trilogía, las amenazas,  o sea, no hay defensa, no hay seguridad si no existen amenazas, verdad. Lo explicaban con  mucha claridad los que hicieron las intervenciones sobre ciberdefensa, sobre  ciberseguridad, sobre inteligencia artificial. Hasta videos vimos de cómo eso se  materializaba. O sea, las amenazas es fundamental y también nutriéndome de mesas  anteriores, las amenazas son multidimensionales.  

Entonces, se terminó aquello que nos dominó gran parte del siglo XX, que era la defensa  exterior era la defensa nacional y la defensa interior o la seguridad interior era la policía. Se  terminó. ¿Por qué se terminó? Se terminó porque nos mató la realidad y fue muy bien  descrito en mesas anteriores. No me voy a ahondar en eso, pero nos mató la realidad. Hoy  tenemos amenazas transnacionales que comienzan a 1500 km de acá, pero que ingresan a  nuestras fronteras violando nuestra soberanía por aire, mar y tierra.  

Multidimensionales que además nos interpelan del punto de vista teórico y del punto de  vista práctico. Del punto de vista teórico porque seguridad y defensa ya no son dos caras de  una misma moneda, ya ahora son complementarias, porque la seguridad que vemos acá en  la esquina, en la boca, despendio y en la cultura de violencia que eso desarrolla y expande,  comienza a 1500 km de acá, por una muy perfecta alineación y división de tareas de un  enemigo, de una amenaza, en este caso el narcotráfico. Me focalizo en el narcotráfico por  razones de tiempo, podríamos hablar de otras, que es parte del crimen organizado que  divide tareas. Hoy tenemos quienes plantan, quienes acopian, quienes transportan. Los  talleres mecánicos del doble fondo, la hidrovía, los aeródromos de la región, todo un  conjunto perfectamente coordinado de un enemigo que no necesita coordinación  institucional, no tiene los valores éticos que tiene que tener el Estado, ni valores morales  tampoco, y es mucho más eficiente del punto de vista criminal. Entonces, es eficiente del  punto de vista criminal y de otro lado, ¿qué tenemos? Y tenemos el Estado con sus  instituciones, con sus burocracias, con esto, con lo otro, con aquello, separado. Y la mesa  anterior justo habló de la conjuntez. Y de la necesidad, lo dijo el inspector Clavijo, lo dijo el  magíster D’ Elía, tenemos que trabajar en conjunto.  

Bueno, pero para trabajar en conjunto dos o tres consideraciones. No se trabaja en conjunto  a partir de una orden. Si yo doy la orden empiezo a trabajar en conjunto, nadie me va a dar  pelota. Nadie, por más que sea el presidente del mundo. Para trabajar en conjunto tenemos  que desarrollar una cultura organizacional, tenemos que faciarlo. No podemos decir “para  mañana empiecen a trabajar en conjunto”. Tenemos que entender lo que es la diferencia  entre comandar y liderar, que son complementarios, no son antitéticos, son  complementarios, se comanda, pero se lidera y se desarrolla una cultura institucional. Y esa  cultura institucional que nos lleva en el año del bicentenario, permítase la exageración,  tenemos 200 años de trabajar separados. Entonces, ¿cómo vamos a hacer para trabajar  juntos un día para el otro? No podemos. Tenemos que empezar a trabajar juntos en forma  coordinada, contra nuevas amenazas. El concepto de nuevas amenazas es interesante  porque fue una discusión teórica por allá por principios de los 2000 que se dio muy  fuertemente. No existen las nuevas amenazas. Había una parte de la academia decía, «No  existe.» Pues claro, porque el contrabando siempre existió, porque la droga es más vieja que  el mundo. Pero las nuevas amenazas no es que las amenazas son nuevas porque no 

existieran antes, son nuevas por el cambio cualitativo que representan, de la interacción  criminal, de la economía criminal, del mercado criminal y de cómo se apoya mutuamente.  Entonces, yo puedo tener la amenaza del narcotráfico en conexión con el terrorismo y con el  lavado de activos. Y en materia de coordinación, del otro lado, lo que nosotros tenemos  cuando trabajamos por separado, no es que no tengamos coordinación, tenemos  coordinación. Yo coordino con este, ella coordina con aquellos otros dos y aquellas otras  coordinan entre sí, pero no tenemos esa conjuntez como sistema que necesitamos para  este enfrentar una amenaza, como decíamos, que es muy compleja, que es  económicamente muy rentable y que es muy eficiente desde el punto de vista criminal.  ¿Estamos diciendo con esto que no que hasta el momento no se haya trabajado? No.  Estamos diciendo que tenemos, yo voy a hablar del Codena porque es lo que conozco, pero  no conozco un órgano superior, por eso hablo del Codena. Tenemos un órgano del más alto  nivel estratégico que comprende fuerza de seguridad, economía, relaciones exteriores e  inteligencia para valorar las amenazas. ¿Qué significa valorar una amenaza? Valorar una  amenaza significa entenderla en su concepción de cómo opera, de qué acciones produce, de cómo se reproduce, de qué riesgo se involucra, qué anticipación podemos tener para  valorar esa amenaza, qué anticipación estratégica, operacional y táctica podemos tener  para valorar esa amenaza. La valoración de la amenaza es fundamental. Entonces, para la  conjuntez tenemos que armar un comando conjunto, como decía en la ponencia anterior. 

Muy bien, perfecto. Armamos un comando conjunto, interinstitucional, o sea, ese comando  conjunto no pueden ser varios comandos conjuntos porque si no seguimos en la misma  trabajando cada uno dentro del ala de su Ministerio. Del Ministerio de Defensa por acá, el  Ministerio de Interior por acá, Relación Exterior, Ministerio de Economía, porque tiene  aduana, no. Ministerio de Interior tiene migración. Miren todas las instituciones que  podemos estar acá, relaciones exteriores. Entonces, el principio que hay que aplicar para no  tratar de pisar callos, porque esto es muy importante en materia de inteligencia y en materia  de seguridad, las instituciones son muy sensibles a que me pisen los callos. Si se me  disculpa la expresión coloquial.  

Entonces, lo que tenemos es que armar uno, ponerle cabeza y tener, bueno, centralidad  estratégica y descentralidad táctica, de manera tal de que ese comando conjunto se  alimente de inteligencia en forma permanente, inteligencia en tiempo real, inteligencia precisa y oportuna. Dos componentes básicos. Si la inteligencia no es precisa, no es nada, al  tomar decisión le estoy diciendo cualquier cosa y si no es oportuna es historia. Entonces,  inteligencia precisa y oportuna en tiempo real, permanente que le permita a los comandos  operacionales y a las unidades tácticas saber por dónde viene el enemigo, saber dónde va a  aterrizar la avioneta. Cada avioneta son 500 kg. Acá, este más o menos 400, 500 kg, 4  minutos, sin apagar motor. Si no sabemos el lugar donde está, ni que seamos flash,  llegamos. Entonces, tenemos que saber dónde llega. Para saber dónde llega, bueno,  tenemos que tener inteligencia previa, conocer las rutas de entrada, conocer los campos de  donde aterriza. Lo mismo pasa a nivel de los ríos, cuáles son los cruces. Lo mismo pasa a  nivel de la frontera terrestre. Tenemos que tener inteligencia y esa inteligencia, además de  ser interinstitucional, tiene que ser interestatal porque la amenaza es transnacional.  Entonces, si el país vecino no me dice que hay una aeronave volando en nuestra dirección o  que apagó este sus mecanismos de detección, yo no puedo saber, o sea, tiene que haber 

además a nivel internacional y ahí donde también juega mucho la policía, las fuerzas  armadas y relaciones exteriores en los acuerdos previos.  

Entonces, no me quiero extender más y esto lo voy a leer porque me parece que es  importante. Si queremos que estas instancias nos sirvan de reflexión para la acción,  tenemos que asumir de que no existe seguridad total. No vamos a tener 0 kilo en la frontera.  Lo que sí vamos a tener, vamos a elevar el costo del agresor, que eso es uno de los  principios de la disuasión. La disuasión agregamos el costo del agresor, entonces, y le  demostramos la capacidad y la resolución que tenemos para hacerlo. No alcanza solamente  porque si no tenemos la capacidad… De tener éxito, vamos a evitar el acopio, que es una  amenaza que se está dando en nuestro país, sabemos que es así para puertos lejanos con  la consecuente imagen positiva del país, pero también vamos a influir en la afectación que  tiene este flagelo en nuestros barrios y en nuestras esquinas.  

Y para ir concluyendo, entonces, valoración de amenazas, coordinación en todos los niveles  y acción conjunta institucional de civiles y militares, interinstitucional, de distintas  instituciones, no solamente la fuerza de seguridad, no solamente los que están  representados en el Codena, ahí la educación es fundamental, la tecnología. Si no le  ponemos tecnología, este trípode del que hablé es condición necesaria, pero no suficiente.  Necesita, además de medios y de tecnología y esa tecnología y el conocimiento está en las  universidades. Entonces, tenemos que tener las universidades incorporadas en esto para  para la tecnología y también para el uso de la inteligencia artificial, como señalaban  ponentes anteriores, en la anticipación estratégica, no en la automatización de decisiones,  que eso sí es concuerdo que es un tema peligroso, pero sí en la anticipación estratégica, sí  en la reducción de los tiempos de reacción, sí en el mejoramiento de nuestras políticas.  Asumiendo que después que estas amenazas impactan, esto no es ninguna novedad lo que  voy a decir, después que estas amenazas impactan en nuestra sociedad, en nuestro sistema  político y en nuestra economía, después que se instalan su radicación es mucho más difícil  y se puede llegar a un punto de no retorno. Los ejemplos en la región, algunos son claros en  ese sentido. Muchas gracias.

Maestro de ceremonias 

Y para finalizar esta mesa hará su presentación el profesor Carlos Luján, doctor en Ciencias  Humanas con énfasis en Ciencia Política. Su investigación se centra en política  internacional y negociación. Ha participado en proyectos de investigación sobre política  exterior uruguaya, integración regional y análisis de la coyuntura internacional en América  Latina. Adelante, profesor.  

Prof. Dr. Carlos Lujan 

Bueno, en primer lugar, en la figura del senador Felipe Carballo, el agradecimiento al poder  legislativo. Es un honor estar en este lugar en el cual he estado muchas veces del otro lado,  estar sentado aquí, importantísimo el involucramiento del Poder Legislativo. En segundo  lugar, en la figura de la Ministra Sandra Lazo, el agradecimiento al Poder Ejecutivo por la  oportunidad que nos brindan. Sí. Y muchísimas gracias a todas y todos los que están aquí  por escucharme.  

Yo pensaba, no saben del peligro que es dejarme para el final, pero después reflexionaba,  como lo planteaba la Ministra, esto es un proceso que continúa de deliberación y de poner  las cosas en debate, porque creo que una democracia deliberativa es la esencia de nuestro  país. Entonces, sabiendo que no es en un abuso de esto, empiezo por algo que no era mi  presentación inicial, sino que tiene que ver con la interacción de lo que se ha planteado acá.  El Secretario de la Presidencia planteó que este era un continente de paz. Sí. Y luego el  Coronel Vila nos planteó que no lo era. Y yo creo que creo ahí está una definición sobre eso.  Yo creo que sí lo es, es un continente de paz. Y voy a poner como ejemplo, yo creo que  Eurasia no es un continente de paz. Vemos la situación entre Ucrania y Rusia y no estamos  hablando de paz. Vemos la posibilidad de que el presidente Donald Trump autorice el uso de  misiles tomahawk de 2600 km de alcance y con la posibilidad no solo de llevar este  armamento convencional, sino también armamento nuclear. y decimos, «Eso no es un  continente de paz.» Yo me imaginaba 20 misiles tomahawk volando hacia Moscú o hacia  otros destinos y los decisores rusos, ¿vendrán con armas nucleares o no vendrán con armas  nucleares? ¿Activamos protocolos o no los activamos? Es un cambio espeluznante si esto  ocurre. Veo lo que el presidente Trump llamó la guerra de los 12 días entre Israel e Irán. Y  digo eso no es un continente de paz, con misiles volando de un lado a otro, con F35 para un  lado, este, o los B2 norteamericanos, eso no es un continente de paz. El enfrentamiento  indopakistaní que como todos ustedes saben, hubo hasta aviones rafale derribados y la  posibilidad de que llegaran a ser destruidos aviones que transportaban más nucleares  Pakistaníes con protocolos de escalada muy terribles. Eso no es un continente de paz. Y por  supuesto, potencialmente podríamos hablar de Taiwán y todo lo que esto significa.  

Me parece que por contraposición, sí lo es. Esto no significa negar, como bien se planteaba,  que hay violencia, que hay desigualdad, que hay pobreza, que todo eso debe ser tratado.  Pero lo que yo creo que en definitiva, lo que empieza y surge de interesante en este  seminario es que hay más de una narración para ver el mundo. Sí. Yo recuerdo en el  gobierno de nuestro presidente José Pepe Mujica, tuve el honor de estar como director de la  academia diplomática en la Cancillería integrar la comisión interministerial de apoyo al 

Codena y en ese marco por la Cancillería y un coronel, y por el Ministerio de Defensa, fuimos  a la escuela de altos estudios en París, en Francia, de altos estudios de la defensa y uno de  los recorridos que nos llevaron fue a las afueras de París y me pareció muy interesante que  no nos llevaron a ver una instalación militar, nos llevaron a ver la gendarmería. Y lo que  estaba en la entrada, quizás alguno de ustedes conozca la gendarmería en París, era un  tanque de 1939 y los gendarmes que forman parte del Ministerio del Interior en Francia, con  mucho orgullo nos decían, este tanque combatió contra las tropas nazis en la Segunda  Guerra Mundial. O sea que de lo que estaban hablando es de la policía integrada en caso de  guerra con la conjuntez de la que se hacía referencia en la defensa de la nación.  

Y yo lo que quiero plantear es que creo que no debemos olvidar que para la población  uruguaya hablar de las fuerzas conjuntas tiene un impacto muy fuerte y no estamos  hablando de unas fuerzas conjuntas que defiendan a la nación de una invasión externa. Sí, como el caso que yo estaba haciendo referencia con respecto a la gendarmería. Estamos  hablando de la utilización interna y eso me parece que hay que mirarlo con mucho, mucho  cuidado. Y creo que probablemente tengamos visiones, por los asentimientos que yo vi en el  público de las otras presentaciones, quizás el 90% de ustedes no compartan lo que yo digo,  pero no importa. Justamente lo importante es la deliberación sobre estos puntos.  

Lo segundo también pateando un poco el tablero, estamos en una mesa sobre políticas de  Estado y yo quiero formular lo que en la ciencia política y en las ciencias sociales se llama  una hipótesis nula. ¿Qué quiere decir esto? Una hipótesis nula es aquella que no creemos  que refleja la realidad, pero que hay que encontrar pruebas para desmentirla referida a las  políticas de Estado. Voy a poner un ejemplo previo que hace a la política. La hipótesis nula  que uno maneja en la ciencia política es que los políticos, ustedes si los que están sentados  en las primeras filas, casi todos, algunos no, sin uniforme para ser claro, sí, la hipótesis nula  es que lo que quieren, lo que buscan con todas las cosas concretas, lo que quieren atesorar,  lo que cuando lo alcanzan no quieren perder y si lo pierden vuelven a tratar de conseguirlo,  es el poder. Esa es la imagen que mucha gente tiene de los políticos. Entonces dirían,  «Senador, usted no organizó esto para la defensa. Usted organizó esto porque quiere poder.  Porque quiere tener visibilidad.» No, esto se hace en función de políticas públicas, se hace  de orientaciones. “Ministra, usted no está al frente de esto porque quiera ser la primera  mujer presidenta del Uruguay”. Si decide hacer eso, cuente conmigo. Siempre hay que poner  huevos en distintas canastas, no le ofrecí el apoyo al senador, no porque lo considere  menos, pero bueno, vamos a apuestas más seguras, presidenciales, no. Entonces esa es la  hipótesis nula. Lo que en Ciencia Política tratamos de demostrar es que los políticos quieren  el bien común, que quieren hacer llevar adelante políticas, los de un partido o una coalición  en cierta orientación, otros en otras y que esa búsqueda del poder no lo saca de la esfera de  lo democrático.  

Entonces, ¿cuál es la hipótesis nula que yo voy a plantear? “En Uruguay es imposible tener  políticas de Estado en materia de defensa”. Y quiero plantear una serie de elementos para  ver si los podemos desarmar en términos de esto. Y para ello voy a recurrir, porque  académico soy al fin, a un marco teórico específico que es el realismo neoclásico. Sí, que  me plantea no sólo la importancia de los Estados y su interacción con otros Estados a nivel  internacional, sino que nos dice que los factores internos también son relevantes. 

Entonces, primera cosa, los factores externos, vivimos, como ya lo han planteado  académicos de la talla de Mónica Hirst que vimos hoy, no sé si ustedes recuerdan en la  presentación de la colega antropóloga, el seminario donde estaba en el panel. Vivimos, junto  a otros, en un mundo sin hegemonía, donde hay un multipolarismo, yo llamo asimétrico, en  tanto China y Estados Unidos están en el primer nivel y tengo otras potencias, llamémosle  Rusia, India, la Unión Europea sería una discusión, Brasil podríamos discutirlo y en ese  marco hay dos nortes. Un norte cuyo centro es Estados Unidos y otro que tiene como centro  China. Y como plantea recientemente un académico excelente que es Ian Bremmer, y  recomiendo que lean ya sea su libro sobre el mundo cero polar o un artículo ahora  justamente del 2025, sobre la paradoja tecnopolar, lo que nos dice, estamos en un mundo  de Estados, las principales potencias de Estados híbridos, donde la construcción de ese  complejo tecnológico industrial militar, donde no solo están las viejas industrias militares,  no solo está Wall Street y el mundo financiero, sino irrumpen Estados Unidos, Silicon Valley  y las grandes tecnológicas, o lo que vemos en China también a la misma par de desarrollo  tecnológico e imbricación con la producción militar, todo lo que aquí se ha planteado sobre  la inteligencia artificial, que no vuelvo a no es necesario, son un mundo donde la  información y el control social van en convergencia, sea en un modelo fragmentado como el  estadounidense, sea en un modelo más unificado como Estados Unidos. Y esas son, el  escenario en estos dos grandes nortes. Polémico esto, yo creo que China no es parte del sur  global, es otro norte distinto. Podemos discutirlo. Y aquí lo que se planteaba, el sur global.  

Ahora, luego tenemos las variables internacionales continentales, regionales. Y pongo sobre  la mesa que no es descabellado en términos de defensa pensar que la lógica de soberanista  brasilera pueda llevar a la deriva del desarrollo nuclear y misilístico. Lamentablemente,  muchos de los acontecimientos que hemos observado, es que aquellos países que no  tienen armas nucleares, no tienen la capacidad de soberanía y de defensa al mismo.  Lamentablemente, Corea del Norte nos muestra un ejemplo que uno dice sería lo más lejano  que yo puedo tener, pero existe por su desarrollo nuclear. La discusión en Irán es si tiene o  no tiene armas nucleares, Arabia Saudita que las quiere tener. Entonces, en un continente  desnuclearizado podremos llegar a tener a un Brasil con desarrollo nuclear, de armas  nucleares, de submarinos nucleares y de misilística. Pregunta no menor, ¿qué hacemos  frente a ese escenario? Entonces, cuando vamos a lo interno, y veo cuatro variables que el  realismo neoclásico me plantea.  

La primera, percepción de las de las élites, de los líderes. ¿Hay un consenso que me permita  decir, hay una política de estado a partir de ese consenso? Por supuesto, uno puede  pensarlo en términos de valores. Ahora bien, pero si pensamos en términos de los que son  pro gringo, los que son pro chino, los que creen en la tercera vía, ¿estamos exentos,  podemos decir que todas estas miradas no existen y hay una única? O sea, ¿es posible, por  ejemplo, construir una política Estado en materia de defensa que acoja la mirada de Estados  Unidos de solución de las Fuerzas Armadas y su transformación en fuerzas, en guardias  nacionales? ¿Y que la defensa sea parte del esfuerzo norteamericano y a lo sumos ser  funcionales a eso? Eso es un modelo, que creer que nadie lo defiende en Uruguay por  derecha y por izquierda es un error. O pensar que no hay quienes creen que ser pro chino,  nuestro principal mercado de ventas, el poder decir con Huawei podemos tener desarrollo, si 

queremos avanzar en inteligencia artificial o nos asociamos con Estados Unidos, modelo  uno, o nos asociamos con China. Acá tuvimos, yo recuerdo estando justamente en la  cancillería, en los intercambios con el Ministerio de Defensa, ofrecimientos para llevar a  nuestros futuros sargentos 6 meses al desierto de Gobi. Ofrecimientos para que el último  año de los oficiales de las escuelas militares lo hicieran en China. Ofrecimientos para tener  J17 como forma de, y lo recuerdo palabras del ministro de Defensa junto al canciller, no me  lo contó nadie, que nosotros rechazamos.  

Entonces lo que digo es si fuera esa la orientación, ¿podemos construir una política de  Estado? Segunda condición, una cultura estratégica. Mi pregunta es, ¿tenemos en la clase  política, una mirada estratégica sobre la defensa? Por supuesto que creo que nuestras  Fuerzas Armadas básicamente a lo que se dedican es a construir esas miradas  estratégicas. Ahora, ¿eso lleva, ya que como hemos insistido una y otra vez, la defensa es  de todo el Estado, a que haya una mirada estratégica? Yo siempre digo, la diferencia entre  un político y un estadista es que el político está pensando en los efectos sobre las próximas  elecciones, porque hay que tener votos para que en democracia me revaliden y llevar  adelante políticas, aún que no piense solamente como poder. El estadista es que piensa en  un ciclo, piensa más allá. Entonces, para que tengamos políticas de Estado, tiene que haber  en la clase política en materia de defensa una mirada estratégica. Me tiene que poder decir  en el 2049, cuando si China festeja los 100 años de la revolución, y alcance lo que muchos  estiman es el pináculo en su cima y se cruce probablemente con procesos de lento declive  norteamericano. ¿Cuál es nuestra estructura de defensa?  

Luego, tercera variable, y disculpen lo esquemático, relaciones entre el Estado y la sociedad.  En eso yo me adhiero a la idea del subequilibrio de Sweller que nos plantea, hasta que no  hay una crisis, hasta que la conducción política y militar de un país no se convence de que  es necesario pasar a la acción, tenemos un subequilibrio en materia de defensa. Entonces,  ¿las capacidades del Estado, es que acá se planteó en las mesas anteriores, están en  condiciones de ser vertidas a la defensa, sea cual sea a quien tengamos que enfrentarnos, o  nos veríamos incluso en vacíos legales de cómo movilizar esos recursos del Estado? O  dicho en otros términos, ¿cuál es el factor de pérdida entre las capacidades económicas  humanas que tiene el Estado para volcarlos a la defensa? Luego, ¿nuestras Fuerzas  Armadas están en condiciones de tomar el Estado en su conjunto y movilizarlo para  enfrentarnos a amenazas externas? ¿Estamos preparados este para eso? Y finalmente, las  instituciones que tenemos, frente a situaciones de crisis, ¿cómo reaccionarán nuestras  instituciones nacionales? 

Entonces, simplemente para plantearnos, esto parece como algo muy lejano, pero si la India  hubiera terminado bombardeando este aeródromos con aviones con misiles nucleares, si  hubiera habido una respuesta paquistaní y una guerra nuclear limitada. ¿Estamos en  condiciones de asumir un mundo que regresa al medievo? No a la época de las cavernas,  estoy hablando de una cosa limitada. ¿Cómo formularíamos con inmensos movimientos  poblacionales hacia el sur? ¿Cómo lo haríamos? O si, como decía hace un rato, hay una ampliación de la guerra en Ucrania con intervención de países bálticos o países como  Polonia, u otros, sin llegar a los extremos nucleares o si mañana este Xi Jinping decide que  es el momento de retomar Taiwán, o Estados Unidos alienta un gobierno taiwanés que 

declare la independencia, línea roja para China, que implicaría la intervención. ¿Estamos  preparados para los desequilibrios? Bueno, yo creo que todas estas cosas deben hacernos  reflexionar que la política de Estado, que creo personalmente que es posible construir, debe  tomar en cuenta estos elementos y no basarla solo en principios compartidos. Esto tiene  que ver, y termino con esto, con un desarrollo de capacidades. Y creo que acá se ha  planteado muchas veces el tema de la educación. No sabemos si debemos invertir en el  manejo de drones y drones con cable de fibra óptica o no. O si los drones dentro de 2 años  van a ser una cosa del pasado, una anécdota, porque fueron tirados abajo. No sabemos si  las unidades blindadas sirven o no sirven, no sabemos ni siquiera, cosa que está fuera de  nuestro alcance, pero no sabemos ni siquiera si un portaaviones va a ser obsoleto o no  frente a misiles hipersónicos. Entonces lo que podemos hacer, creo, es formar con  flexibilidad, con capacidad de adaptación, donde no solo sea una tarea de los militares, sino  que los civiles se involucren fuertemente. Porque si no hay involucramiento civil fuerte, no  hay conducción posible. Y si no hay conducción, ahí lo que termina pasando es que los  militares no hacen una cosa única, sino que en función de quienes tengan más cercanías  con una mirada occidentalista van a ir en una dirección, los que le parezca que el Mosad es  el ejemplo de inteligencia, van a ir en otra o en la misma, los que crean que Brasil es el norte  al que debemos mirar van a ir en otro. Bueno, esas son definiciones que se deben tomar.  Muchísimas gracias y espero continuemos en el debate. 

Maestro de ceremonias 

Agradecemos a las autoridades presentes, a los expositores de las distintas mesas y a  todos quienes nos acompañaron en la jornada de trabajo y reflexión. Su participación ha  contribuido a fortalecer el intercambio de ideas y a consolidar una visión integral de la  defensa nacional. Con estas palabras damos por finalizado el seminario Fuerzas Armadas  del Uruguay, diálogo sobre nuestros desafíos de la defensa nacional. Muchas gracias. 

 

 

 

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