España sin gobierno, PODEMOS tiene la llave (Crónica de una investidura fracasada)

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Estaba previsto. Estaba claro. El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no ha conseguido ser investido como presidente del próximo gobierno español. Pedro Sánchez, al ser el líder del segundo partido más votado, tenía el encargo del Rey de formar gobierno ante la imposibilidad y retirada del actual presidente en funciones, Mariano Rajoy, líder del PP que no contaba con ningún apoyo de ningún otro partido para lograr la investidura y no contar por tanto ni siquiera con mayoría relativa. En principio parecía que el líder del PSOE sería el único que podría encontrar apoyos en otros partidos para lograr ser investido presidente.

Han pasado más de dos meses y se esperaba que en todo este tiempo, gracias a los encuentros con los otros líderes políticos, podía hallar los apoyos suficientes para lograrlo. Pero no ha sido así. Solamente ha podido llegar a un acuerdo con el cuarto partido en votos, CIUDADANOS (C’s), que sumados no le daba ni siquiera para lograr una mayoría relativa.

ramon-hernandez48Por su parte, el resto de partidos, tanto PODEMOS con cuyo pacto podía haber conseguido Pedro Sánchez esa mayoría, ni los otros de izquierdas o regionales, se ha negado a darle su apoyo. Se han repetido los mismos resultados de la primera votación, 130 “síes”, contra 219 “noes” y 1 abstención. Como hemos expuesto en anteriores crónicas, previendo lo que iba a suceder a tenor de los resultados e ideologías de los diferentes partidos, en la primera votación para conseguir la investidura debería hacerlo por mayoría absoluta, es decir 176 votos a favor. Han pasado 48 horas para realizar, como manda el reglamento de las Cortes, una segunda vuelta en la que ya no sería preciso sacar la mayoría absoluta, era suficiente que hubiera simplemente más “síes” que “noes”. Después de la primera votación que, como anunciamos en anteriores crónicas, se llevó a cabo el pasado día 3, en la que los correspondientes discursos de cada líder expusieron sus intenciones y las condiciones para un apoyo o negación de ese apoyo, las condiciones seguían siendo las mismas y nada se había avanzado. Podía esperarse la sorpresa de que, en esta segunda votación, hubiera abstenciones que podían restar votos en contra y favorecer la suma de más votos que “sí” a que “no”. Una sorpresa que se preveía casi imposible. La mayoría de los líderes, salvo el PP, le ofrecieron al PSOE su buena disposición para pactar, mantenían la mano tendida para un diálogo y la posibilidad de llegar a acuerdos. El mayor inconveniente era ese pacto primero, antes de hacerlo sin contar con todos los demás.

Buscarse un aliado con el que no sumaba mayoría, PSOE-C’s, ha condicionado tanto el debate como la votación. El principal inconveniente ha sido ese, un pacto que dio por hecho el líder del PSOE, casi sin atender otras fuerzas; un pacto con un partido, al que todos los demás partidos, salvo el PP, consideran una “sucursal” del PP, como su “marca blanca”, opuesto a que Cataluña se plantee su independencia, y con tímidas medidas y propuestas para luchar contra el desempleo, así como las intenciones de acabar o no con las políticas anteriores de la derecha, recortando derechos y aumentando la precariedad laboral y la degradación social. Tales medidas, que consideraban poco eficaces para salir de la crisis, han sido el mayor impedimento para prestar su apoyo a quien se ha aliado con cierta parte de esa derecha, aunque aparezca renovada y de centro. De aquí que el resultado haya sido idéntico, salvo que en la segunda votación celebrada en la tarde del viernes, entrada ya la noche, la abstención del partido Coalición Canaria, se ha decantado en favor de la investidura, quedando finalmente el resultado así: 131, sí, por 219, no, de los 350 escaños que componen el Parlamento español.

Reacciones
En declaraciones al final de la sesión ambos líderes han comentado acerca del resultado: Pablo Iglesias (PODEMOS): “El gobierno de coalición que nosotros proponíamos hubiera sacado más votos, solamente con nosotros, hubiera sido suficiente, a los que si sumamos los votos de los partidos regionales e independentistas, la mayoría para la investidura hubiera estado asegurada en la primera votación, y ya tendríamos un gobierno de progreso, que es lo que hemos propuesto desde el principio. Un gobierno de izquierdas sumaría esa mayoría. Pero el líder del PSOE no lo ha querido. Allá él”.

Pablo Iglesias ha repetido en su discurso en el Hemiciclo que a Pedro Sánchez, personalmente y como líder interesado en formar gobierno, “le hubiera interesado un pacto con nosotros”, pero ha sido influido, “secuestrado”, dijo, “por los pesos pesados de su partido, entre ellos el que fuera presidente de gobierno Felipe González, que le ha aconsejado que no pactara con PODEMOS”, porque debe pensar que “nosotros somos el demonio, o algo por el estilo. Por eso no ha querido hacerlo”. Y acabó su discurso con un consejo: “Cuídese señor Sánchez de esos consejeros, porque son malos consejeros, y sea usted valiente, obre por sí mismo”.

Pedro Sánchez apenas si ha querido hacer declaraciones al final de la sesión de una investidura que él mismo daba por perdida, pero que ha tenido la valentía de afrontar cumpliendo el encargo del Rey de formar gobierno. “Siento que hoy España -declaró- no tenga gobierno porque dos partidos, Partido Popular y PODEMOS, han bloqueado nuestra solución, centrada en salir del atasco político que vive actualmente España. Por mi parte, seguiré trabajando para lograr la mayoría. En democracia uno es lo que vota, y el señor Pablo Iglesias ha traicionado hoy a quienes votaron por el cambio en este país. Voy a seguir trabajando para conseguir ese gobierno en España, e impedir que el señor Rajoy siga de presidente”.

Quedan dos meses todavía para que sigan las conversaciones antes de llegar, como salida última, a unas elecciones que se celebrarían el día 26 de junio. Si antes no hay acuerdos que logren una investidura. Mucho tendrán que cambiar las cosas, pero quedan dos meses hasta que el Rey, si lo ve necesario y no queda otra solución, disuelva las Cortes y se convoquen nuevas elecciones. Para esta nueva ronda de reuniones con el monarca no se marcan tiempos en la Constitución Española.

Parece pues difícil que haya pactos con otros partidos, solamente PODEMOS tiene la llave y éste la cede si el PSOE admite las condiciones propuestas encaminadas a un cambio radical en políticas sociales, y sobre todo a una política distinta con respecto a las comunidades autónomas y a la anulación del artículo 135 de la reforma constitucional en la que se prima la devolución de la deuda bancaria antes que la inversión en medidas sociales. Dos escollos por los que el PSOE y C’s no pasan.

Por Ramón Hdez de Ávila*
(Crónica del corresponsal de La ONDA digital en Madrid,
marzo de 2016)

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