Adriana es enfermera en el Centro de Salud. El grupo de whatsapp de las compañeras de trabajo estalló el 13 de marzo… Se confirmó el primer caso en Uruguay y se anunciaron medidas a partir de ese mismo día. ¿Cómo harían a partir del lunes? ¿Deberían reportarse el fin de semana? ¿Cuáles eran los protocolos de actuación? Se pusieron de acuerdo y comenzaron a buscar en internet información confiable y encontraron que el Ministerio de Salud ya había hecho un protocolo en febrero que estaba en la página web. Una punta por donde comenzar. En los días siguientes han trabajado muchísimo y por suerte tienen un lindo equipo, el tema es que creen que tienen que hacer más tests dada la gente que consulta. Muchas dudas mezcladas con incertidumbre.
Facu está en tercero de liceo y a partir de la declaración de emergencia por el coronavirus, está en la casa. Al principio estaba de fiesta; no tenía que madrugar y podía quedarse hasta tarde en la noche mirando alguna película o chateando con los amigos. El tema es que después se complicó: la profe de física les puso un repartido en CREA que entendió poco porque era un tema nuevo y era complicado. La madre no lo puede ayudar porque no terminó segundo. Preguntó a varios de la clase y con las dudas que fue aclarando la profe lo fue solucionando. La verdad que a estas alturas no da más de bancar a la hermana chica que quiere jugar todo el tiempo y llora por cualquier cosa. Extraña ir al liceo, verse con los amigos y más que nada lo mata no saber cuándo van a volver a la normalidad. Muchas dudas mezcladas con incertidumbre. Mucho más dudas que certezas
Elsa vive sola, tiene su piecita que alquila atrás de la casa de una vecina y la jubilación más o menos le va alcanzando después de una vida de trabajo. Las nietas están grandes; la mayor ya está en la universidad, estudia eso de informática que se hace en magisterio y que se están por mudar a ese edificio precioso ahí donde era la cárcel. Hugo, su hijo, se da una vuelta a verla todos los días pero ahora la llamó y le dijo que no podía salir de ninguna manera porque ella es población de riesgo por la edad y por la operación de corazón que tuvo hace un par de años. Ella mira el informativo y lo sabe bien, quiere cuidarse pero… ¡Si al menos pudiera ir hasta el almacén para encontrarse con las vecinas y conversar un rato! Lo que no entiende es por qué tanto les piden cuidarse y luego su hijo se tiene que tomar el ómnibus repleto de gente para ir a la fábrica porque sacaron el turno de siempre. “Yo no sé nada” – dice, pero tiene muchas dudas mezcladas con incertidumbre. Muchas más dudas que certezas.
Mary y su esposo trabajan en el campo de los mismos patrones desde hace ocho años. Los dos niños van creciendo y van los dos a la escuela rural que queda a cinco kilómetros, ella los lleva a la ruta tempranito y se toman el Cotmi que los deja en la puerta de la escuela. Desde que comenzó la emergencia ella se las ve en figurillas entre la cosecha, las cosas de la casa y los niños, que son tranquilos, pero están todo el día en casa. Ahora anunciaron que volverían a clase, claro que a ella la aliviaría bastante pero le da un poco de miedo, no entiende bien lo que escucha de los médicos y luego lo que dicen que van a hacer las autoridades. Muchas dudas mezcladas con incertidumbre. Muchas más dudas que certezas
La emergencia sanitaria nos ha llenado de dudas e incertidumbre en nuestro país y en el mundo. La emergencia sanitaria ha traído consigo un montón de consecuencias para la población en el terreno social y económico que desbordan mucho más que estas historias. A pesar que ya llevamos un mes, esto recién comienza. Los mensajes son contradictorios y erráticos de parte de las autoridades; Unas sanitarios o científicas y otras políticas. Mucha gente se pregunta si su comportamiento es el correcto. Son muchas las explicaciones periodísticas y los comunicados oficiales que no entiende. La emergencia y la pandemia necesitarían de mucho diálogo y de espacios colectivos de intercambio para poder pensar entre todas las instituciones sociales y políticas lo mejor para la población.
Sí: Hay más dudas que certezas.
Por Ana Gabriela Fernández
Edila en la Junta Departamental de San José. Actriz egresada de la EMAD y Educadora Social. Doctoranda en estudios de Género en la Universidad de Oviedo. Docente e investigadora en el Programa Género y Cultura de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
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