El periódico New York Times viene investigando desde hace un tiempo a la empresa paquistaní Axact, a la cual acusa de haber montado una tramoya para enriquecerse con la venta de títulos académicos falsos.
En una serie de notas de buen periodismo investigativo, el NYT afirma que si bien Axact se presenta a sí misma como una gran empresa de ”software”, sus ingresos más jugosos provienen de la venta masiva y mundial de diplomas universitarios, para lo cual esta empresa ha inventado unas 360 ”universidades” y sitios de educación ”online”, tiene empleados que consiguen clientes, a menudo con trampas y mentiras, falsifica documentos (llegaron a falsificar la firma del Secretario de Estado John Kerry) y gana millones de dólares, por mes y por todo el mundo, con la venta de diplomas falsos.
El pasado miércoles 27 de mayo el NYT publicó en su primera plana una foto mostrando al principal responsable del curro, esposado, cuando la policía se lo llevaba preso.
En la prensa abundan las noticias sobre gente que trató de usar títulos falsos, vendidos por ”universidades” de esta trama, para conseguir un mejor empleo, lucirse frente a sus vecinos o conseguir un mejor salario. También abundan los testimonios de personas que dicen haber pagado tarifas y matrículas por cursos a distancia que parecían ”serios”, antes de caer en la cuenta que se trataba de una estafa. Luego de algunos casos muy sonados, algunas de las universidades truchas tuvieron que cerrar, como por ejemplo la Beldford University; pero esto no afectó a los currantes, porque siguieron inventando una ”universidad” tras otra hasta alcanzar la generosa cantidad de unas 360 (1).
La ”universidad” Beldford, por ejemplo, le vendió un título a un candidato a ”sheriff” en una ciudad de Ohio y le concedió, en menos de 12 horas, un doctorado a un periodista de Yale Daily News, otro de los periódicos que han investigado la tramoya. La ”universidad” Rochwille, por su lado, llegó a concederle un título académico en Administración de Empresas al perro Chester Ludlow (2).
Chester Ludlow, magíster en Administración de Empresas por la” universidad” de Rocheville.
El candidato a sheriff fue eliminado de la lista electoral, el periodista del YDN obtuvo el falso doctorado solamente para comprobar que la ”universidad” Belford vendía títulos luego de un trámite de pocas horas, y el perro todavía no ha podido conseguir un empleo en la administración de alguna empresa, pero que habrá pasado con todos aquellos miles de farsantes que no fueron descubiertos? La venta de títulos falsos, podría tener consecuencias negativas? Creo que sí.
En 2007 la justicia británica condenó a la cárcel a Gene Morrison por haber ejercido como forense con títulos académicos falsos, obtenidos de varios institutos y universidades, una de las cuales era la Rochwille, la del perrito. El juez consideró que la justicia se podría ver obligada a rever unos 700 casos, en los cuales el ”estafador y mentiroso” había actuado como forense (3).
El juez británico le dijo a Morrison ”Usted no se preocupa de la verdad y es completamente deshonesto, es un mentiroso y no le preocupa las consecuencias que han tenido sus acciones en la administración de la Justicia”. Entre sus descargos, Morrison afirmó que comprar los títulos le había parecido más fácil que ir a una universidad de verdad. Y este argumento, el de la facilidad (que también es, para algunos, el de la felicidad) nos lleva a considerar con ieto pesimismo cuanto cambiará en esta feria de espejitos si la justicia consigue clausurar las actividades de Axact a través de sus 360 ”universidades”.
Luego de pensarlo un rato, llegué a sospechar que ni el juicio de Morrison ni el cierre de las 360 universidades truchas de Axact importaría mucho, a la larga, porque hay muchos, muchos más, que seguirán medrando, aunque con un modus operandi menos grosero y obvio que el de las ”universidades” Beldford y Rocheville.
En el Uruguay, nuestra mayor universidad, siendo una de veras, firmó hace unos años un convenio que ayudó a un señor brasilero a montar una tramoya similar para otorgar títulos que él mismo no puede otorgar, aunque bien que los cobra, gracias a la complicidad o candidez de docentes de varios países, que se prestan a servir de fachada para ese torpe curro. En este caso, el título no se puede conseguir en 12 horas, pero requiere muchísimo, muchísimo menos tiempo, trabajo y esfuerzo que un título adquirido honestamente en una universidad común y corriente, de las que no los venden.
Por Rafael Cantera
La ONDA digital Nº 721 (Síganos en Twitter y facebook)
(1) http://en.wikipedia.org/wiki/Axact
(2) http://www.geteducated.com/dog-earns-online-mba
(3)http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/england/manchester/6386069.stm
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