La movilidad de la sociedad. Parte ll

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Análisis en cada espacio territorial

Las ramblas.

Con frecuencia comparto la rambla de Pocitos en Montevideo con adultos mayores,  jóvenes, niños , sus cochecitos, perros, patines, skates y bicicletas.Y en temporada cruzan la ancha vereda los muchos usuarios de la playa. Los padres cuidan el andar de los niños, sus dueños el de los perros y los demás caminan trotan y corren. A toda hora la circulación y ocupación satisface a todos, incluyendo los mateadores y conversadores sentados en bancos y sobre el  extendido murete.Lo que altera ese notable equilibrio no son los patinadores, las tablas o  bicicletas; es la velocidad que algunos le imprimen.Es un problema de límites similar al del altísimo volumen de algunos artefactos  musicales en sitio. Y la solución es actuar sobre los excesos; con el control social e institucional.La competencia específica, la recorrida presencial con sus miembros , es de la Prefectura Naval, la regulación de la Intendencia .Ambas intervenciones  pueden  explicitarse  con carteleria y cámaras de contralor para prevenir, limitar la velocidad y educar a favor del derecho a acceder y circular por el espacio que a todos pertenece y mantener la convivencia social.

La trama  urbana

La libre circulación debe también tener sus límites. El principal es el de la seguridad humana. En ese sentido la prioridad para el peatón está actualmente asediada por los multiplicados  medios de transporte. Incluso en sus veredas donde las rampas esquineras exclusivas para ellos  son usadas por birodados para  transitar por ellas .

Mientras la unión europea anuncia la supresión de automotores con combustibles fósiles aquí se festeja la mayor cantidad de los mismos. No solo polucionan el aire que respiramos, ocupan el espacio de todos: las calles y parques, las ramblas marinas,  las plazas, los jardines privados, los retiros y los subsuelos.A un grado tal que compiten  entre ellos mismos en el uso de las vías de transitollegando a una saturación  tal que el tiempo promedio de los trayectos en horas pico es igual al que pondría alguien corriendo. Toda la tecnología de avanzada _ coordinación de semáforos y monitoreo espacial en tiempo real _ no consigue optimizar la circulación automotriz.Es hora de cambiar esta forma y medios para circular, malgastando recursos, el tiempo…y la vida.

Porque un sistema integral.

El objetivo debe ser  acceder y circular por el territorio sin exclusiones; por debajo, en la superficie o sobre la misma haciendo uso de las tecnologías actuales. El colega Paul Virilio adelantó la percepción del espacio que tenemos arriba. Ahora necesitamos usarlo. Incursionaré sobre esto en la Tercera Parte.

 

 

Arquitecto Luis Fabre(R)

 

 

 

 

 

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