Falleció el historiador, dirigente político y amigo de La ONDA; Mario Cayota

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A los 86 años el pasado 3 de mayo falleció el historiador, docente y dirigente político Mario Cayota. “Nos dejó Mario Cayota. Fue un hombre de fe cristiana y testimonio de vida comprometido con los más humildes. Uruguay pierde a un destacado intelectual, las comunidades cristianas a un referente y los demócratas cristianos y el Frente Amplio a un compañero de todas las horas”, dice el

El 5 de enero el Prof. Mario Cayota, Embajador de Uruguay en el Vaticano, presentó sus cartas credenciales y se reunió con el Papa Francisco, a quien regaló una copia fiel del Reglamento de Tierras del año 1815 y un busto del prócer José Artigas. En la oportunidad el Papa Francisco manifestó que Artigas era el “gran caudillo olvidado”, agradeciendo el gesto del Embajador Cayota.


comunicado del  Partido Demócrata Cristiano PDC. Cayota fue
Doctor en Filosofía, historiador, edil en Montevideo entre 2000  y diplomático, fue un. Profundamente católico- franciscano y ministro de la Orden Franciscana Seglar.  Se desempeño como embajador de Uruguay por orden del presidente Tabaré Vázquez en el Vaticano desde 2006 hasta 2011, durante el pontificado del Papa Benedicto XVI. Repitió ese cargo entre 2018 y 2020, bajo el mandato de Francisco. En 2015 había designado directamente por el Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez para integrar en forma honoraria el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (GTVJ).
La ONDA
digital tenia por el profesor Cayota un profundo afecto y conto en diversas oportunidades con su colaboración, hoy publicamos como testimonio de esa amistad y colaboración alguno de esos materiales.

Archivos vaticanos: La dictadura uruguaya quiso deshacerse de Monseñor Carlos Partelli
Crónica

El jueves 3 de noviembre el presidente Tabaré Vázquez se reunió en el Vaticano con el Papa Francisco. Según lo consigno la Secretaría de Comunicación de Presidencia, el embajador uruguayo ante el Vaticano, Francisco José Ottonelli, informó que en el vazquez-francisco-180encuentro del Presidente Tabaré Vázquez con el Papa Francisco, existió la voluntad de parte del anfitrión de investigar los archivos de la dictadura en Uruguay (1973-1985) El diplomático añadió que existe consentimiento de los obispos locales para ello.

En diálogo con La ONDA digital, el Prof. Mario Cayota ex embajador de Uruguay ante el Vaticano a partir del 2006, reveló entre otras historias la operación secreta de la dictadura en 1973 ante el Vaticano contra la máxima autoridad de la iglesia uruguaya en aquel momento, Monseñor Carlos Partelli.

El ex embajador Cayota empezó por indicar que Uruguay mantuvo durante toda su historia relaciones diplomáticas con el pequeño Estado Vaticano.

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Monseñor Carlos Partelli

– ¿Y durante la dictadura, también?
– Sí, durante la dictadura, también. Y ahí hay hechos muy interesantes, ¿no?

– ¿Por ejemplo?
– Y bueno, quienes van a ser nombrados embajadores, son hombres de activo respaldo a la dictadura. Uno de ellos es el profesor Venancio Flores, otro es un abogado llamado Raúl Abraham, un hombre de Paysandú. Algunos de ellos van con el propósito expresado por el gobierno – y por ellos mismos – de remover a Monseñor Partelli,que en esos momentos era Administrador. Porque todavía figuraba como titular de la Arquidiócesis, el Cardenal Barbieri, ya muy enfermo. Pero el que estaba al frente de la Arquidiócesis – como se dice en el lenguaje eclesiástico – era Monseñor Partelli.

-Y estos embajadores de la dictadura, ¿fueron con el objetivo de impulsar que el Papa removiera a Monseñor Partelli?
– Sí, sí. Tanto es así que este doctor Abraham – que en sus épocas de juventud había sido un hombre de la causa católica, un hombre activo – se lo contó a un médico de Paysandú un verdadero patriarca, porque había traído al mundo decenas de niños. Abraham fue con el propósito de remover a Partelli porque esas eran las instrucciones que había recibido.

– ¿Y quién era el Papa en esos momentos?
– En ese momento, felizmente, era Pablo VI. Ahí hay un hecho vinculado a estos propósitos, muy interesante, y muy poco conocido.

– Pero el Papa le hizo caso a la dictadura…
– En absoluto. Es más, en determinado momento, Monseñor Partelli debió hacer lo que se llama en el derecho canónico, la “Visita Ad Limina”. Cada cinco años los obispos deben ir a visitar al Papa. Y cuando llegó, Pablo VI, que lo apreciaba y creo que, incluso, lo conocía personalmente, porque Partelli había estudiado en la Universidad Gregoriana de Roma, lo recibió con una actitud de distanciamiento. Y, a medida que iban conversando, le hace referencia a un informe, que es el que él manejaba. Y Partelli, sorprendido, le dice: “Pero ese no es el informe que yo le envié”. “Cómo, ¿usted me envió también un informe” … No le había llegado el informe de Monseñor Partelli.

– Lo que estaba manejando era el informe de la dictadura…
– ¡Claro! Exactamente, exactamente. No se titulaba así, pero era el informe de la dictadura. Entonces, Pablo VI quedó muy sorprendido. Y la conversación tomó otro giro, pero, en principio, quedó ahí. Cuando Partelli sale de la entrevista, se encuentra con el Prefecto (son como ministros), enterado de lo que había pasado llevaba el expediente con todo el informe de Partelli, que estaba a su vez muy disgustado, porque era un hombre que no quería saber nada con la dictadura. Estas son cosas muy poco conocidas, o que no se ha difundido pero que muestra un hecho grave.

– Se trata de una más de las arbitrariedades y persecuciones…
– La verdad que sí. Monseñor Partelli quedó realmente muy mal, desconcertado. Hacía mucho frío y estuvo deambulando por la ciudad de Roma. En ese momento estaba con el Vicario General, el padre Ponce de León, una gran figura de la época, muy combatido.

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Benedicto XVI y el Prof. Mario Cayota

Y – tal como me contó el propio padre Ponce de León – estuvieron deambulando (y hasta temió por la salud de Monseñor Partelli, porque hacía mucho frío y Roma es muy húmeda), hasta que volvieron al lugar donde se hospedaban. Y allí había una carta de Pablo VI, donde decía que había leído su informe y le hablaba en términos muy cordiales, muy cariñosos.

– O sea que se revirtió esa primera situación…
– Exactamente. Tuve después oportunidad de leer en la Embajada comunicados de la dictadura de la época, donde se decía que todo lo que se afirmaba con relación a las torturas, a las muertes de los opositores, era una campaña preparada e impulsada por el Partido Comunista. Así lo expresaba un comunicado oficial de la Cancillería de la época.


– ¿Eso está en los archivos de la embajada uruguaya en Roma?

– Si, y espero que sigan estando.

– Cuando usted estuvo, ¿estaban?
– Estaban, si, si. Estaban en la caja fuerte.

– Uruguay tiene allí una embajada, un edificio, una oficina donde están estos archivos 
– Si. Una cosa es la residencia del embajador, que es una vieja casona bastante deteriorada, pero estupendamente bien ubicada.

– ¿Dentro del Vaticano?
– No, ninguna embajada está dentro del Vaticano. Porque ese país tan chiquito, sobre el cual se hacen comentarios muchas veces risueños y hasta mortificantes, tiene 182 embajadas acreditadas. ¡Es impresionante! Después de Estados Unidos es el país donde hay más embajadas, o que tiene acreditadas más embajadas y de los países más diversos.

La ONDA digital archivo

 

Aquí  entrevista realizada al Profesor Mario Cayota

El desembarco “de los Treinta y Tres Orientales” el 19 de abril de 1825, o como también se la denomina “Cruzada Libertadora”. Este es uno de los hitos de nuestra historia que ha sido considerado por distintos historiadores como uno de los más importantes. Esta gesta dio inicio al levantamiento oriental contra los ocupantes portugueses y brasileños que desde 1820 dominaban el territorio de la actual República Oriental del Uruguay.

La ONDA digital dialogó con el profesor e historiador Mario Cayota sobre qué importancia tiene para el Uruguay contemporáneo recordar aquellos acontecimientos; “Creo que es válido, en tanto se le recuerde en la forma debida. Uno de los puntos importantes para recordarlo en la forma debida, es saber el contexto en el que vivía el actual Uruguay por aquellos días. Es decir, el Uruguay, no solamente estaba invadido – en aquel momento – por el Imperio Portugués, después va a ser el Imperio del Brasil -, sino que también estaba viviendo de espaldas a lo que fue el Movimiento Artiguista. Al punto que grandes figuras – que también tuvieron sus méritos – de lo que después va a ser el Uruguay, hasta hablaban de matar a Artigas, cuando comienza la derrota del artiguismo. Yo tengo aquí la carta – escrita de puño y letra – nada menos que del General Rivera a Ramírez, que fue gobernador de Entre Ríos, diciéndole que “hay que matar a ese viejo” – refiriéndose a Artigas – y que él está dispuesto a hacerlo. Es un documento que he logrado confirmar que realmente existe”

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El 27 de noviembre el más famoso y multitudinario acto por la democracia uruguaya del siglo XX. Aunque la consigna de la convocatoria fue “Por un Uruguay democrático sin exclusiones”, el evento generalmente se lo recuerda como el “acto del Obelisco” o «Río de Libertad». La ONDA digital dialogó con el ex – embajador uruguayo en el Vaticano, profesor Mario Cayota, quien aquel dia fue uno de los 130 integrantes del estrado del histórico acto, donde el actor Alberto Candeau leyó una proclama ante 400.000 personas que reclamaron democracia y el fin de la dictadura.

– ¿Cuál es el recuerdo más fuerte que conserva de aquel 27 de noviembre de 1983, en el Obelisco de los Constituyentes?
– Bueno en particular mi recuerdo más fuerte es sobre la cantidad de gente presente y las palabras de Alberto Candeau, esos tonos en su voz…, por momento enérgica, por momentos reflexiva, también recuerdo que era un dia luminoso, la gente se empezó a reunir más o menos a las tres de la tarde, el acto fue a las cinco. Antes actuaron varios conjuntos musicales, se notaba una emoción importante algo extraña. La gente se abrazaba, se rencontraba y hubo lágrimas de alegría. Fue un acto de miles de personas cargado de fervor y alegría pero pacífico sin ningún problema. La gente se fue dispersando muy lentamente.

Claro, el General Gregorio Alvarez que habló a las pocas horas, se refirió en forma peyorativa, definiendo el acto como “cambalache” y en tono de reto a los partidos tradicionales.

– Cómo se preparó, porque estábamos en plena dictadura y los actos públicos estaban prohibidos.
– Hay que recordar que ese acto no fue espontáneo, caído del cielo, en los meses anteriores y los días previos se realizaron reuniones del más diverso tipo. El 25 de noviembre se había efectuado una gran “caceroleada”. Estas caceroleadas en cada barrio y en muchas ciudades del interior llegaron a tener una gran incidencia social ya que repercutían directamente en las familias, muchas de ellas, de los familiares de los militares que veían a sus vecinos de todos los días participar pacíficamente en aquellas protestas.

– ¿Quiénes estaban en el estrado?
– El estrado en sí mismo fue todo un símbolo político, había 130 personas. Allí se encontraban representados todos los partidos políticos (Partido Colorado, Nacional, Frente Amplio, Unión Cívica) las organizaciones sindicales de los trabajadores (del PIT) y de los estudiantes, personalidades diversas, familiares de los presos políticos. Todos en una relación muy cordial y con un anhelo muy fuerte por el retorno a la democracia.

La proclama que leyó Alberto Candeau el 27 de noviembre de 1983
«Ciudadanos:
Los partidos políticos uruguayos, todos los partidos políticos, sin exclusión alguna, han invocado hoy al pueblo a celebrar la fecha tradicional de la elección de sus gobernantes y a proclamar su decisión irrevocable de volver a ejercer su derecho al sufragio de aquí a un año, el último domingo de noviembre de 1984.

Lo hacen al pie del Obelisco a los constituyentes de 1830, autores del primer Código Fundamental de la República, en el que los orientales ratificamos nuestra voluntad de constituirnos en Nación libre y soberana y consagramos la norma sesquicentenaria que instauró la noble práctica de renovar a los representantes de la ciudadanía mediante su voto libérrimo, en un día como el de hoy, el postrer domingo del mes que ya fenece.

Aquí hacen resonar vibrante su reclamo de libertad y democracia, tanto tiempo acallado y sin embargo vivo en la conciencia de la ciudadanía, que no admite salvedades ni discrepancias, porque el anhelo de libertad y la vocación democrática constituyen el común denominador de todos los hombres y mujeres nacidos en esta tierra. 

Y el pueblo ha dicho presente. Lo testimonia esta multitud inmensa, y pacífica, jubilosa y esperanzada. Ha dicho presente porque este es un pueblo que conoce sus derechos, sus deberes y sus responsabilidades. Porque es un pueblo con madurez y cultura cívica. Porque es capaz de dar al mundo ejemplos únicos y magníficos de altivez, coraje e Independencia, como el de aquel ya histórico 30 de noviembre de 1980 cuando dijo NO a la imposición de los detentadores del poder. Prometeo fue grande porque supo decir que no a los dioses. Y el pueblo uruguayo es grande porque supo decir que no a los dioses con pie de barro. A quienes, asentados en la fuerza, pretendieron legitimar la usurpación de nuestros derechos sagrados en un proyecto de Constitución que desconocía toda la tradición democrática y republicana de la patria… Continua aquí

Pero es muy importante recordar, abajo entre el público estaban presente diversas personalidades de distinto origen, recuerdo muy vivamente a Mons. Carlos Parteli, la Iglesia también había participado oficiosamente.

– ¿Quién redactó la proclama que leyó Candeau?
– Los doctores Gonzalo Aguirre y Enrique Tarigo, luego fueron consultados los frenteamplistas y otros sectores y personalidades, que todos hicieron pequeñas agregados o correcciones. Fue un gran acierto haber elegido a Candeau para leer esa proclama, hasta los silencios, las pausas, las inflexiones de esa voz extraordinaria, de alguien que estaba totalmente compenetrado con lo que estaba diciendo, era evidente que se sentía el vocero de esa multitud

– ¿Dónde se gestó la idea del acto y la idea de la Proclama?
– En la casa del historiador Pivel Devoto en el barrio de Punta Carreta, allí se realizaron una serie de reuniones bien importantes.

Un elemento a tener en cuenta es que se conversó mucho, con mucha gente en las semanas y días previos, por ejemplo con el Coronel Varela que era el jefe de policía de Montevideo y era quien debía autorizar el acto, por lo menos formalmente. Que también autorizó un acto de la ASCEEP, que por aquellos días realizó un acto en el Estadio Luis Franzini, como culminación de la “Semana del estudiante”. Esta se preparó en reuniones que se hicieron en los Conventuales en la calle Canelones y la actual Michelini

– Se ha dicho que ese acto simbólicamente es equiparable al éxodo artiguista. ¿Usted comparte esa valoración?
– Sin duda es un gran hito en nuestra historia y en el de la lucha contra la dictadura.

– Estaría de acuerdo que esa proclama hoy se estudiara en nuestros centros de enseñanza.
Sí, son palabras que están fuera de todo partidismo y expresaban y espesan el sentir de la mayoría del pueblo uruguayo. Incluso expresan el sentir de no pocos militares.

– También para muchos historiadores es como una “marca” de los uruguayos “El Rio de Libertad”
– Sí eso fue así, “El Rio de Libertad”, fue el periódico democratacristiano que lo tituló así, acompañado de una foto. Hoy todos lo han incorporado con esa imagen, está bien no es propiedad de nadie. Yo conozco a quien sacó la foto, fue Pepe el hijo del abogado laboralista Plá Rodríguez, una foto tomada desde lo alto, que hoy es famosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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