ECONOMÍA TERMINAL
La actualmente denominada economía circular está siendo tragada por el afán de lucro.
Nuevos “emprendedores” sobre el desperdicio de la sociedad de consumo pasan desde sus buenas intenciones de eliminación a incentivar su producción como materia prima. Entonces los residuos empiezan, también alentados por sus creadores, a ser consagrados como un plus comercializable. Conveniente así sea por no pagar el retiro. Así naturalizan, además del gasto energético hecho en su generación, el daño al medio ambiente que producen los que no admiten recuperación. El principio de que la mejor manera de no tener residuos es no producirlos, se viola impunemente.
El imperio del consumo
La industria del envase biodegradable tiene un difuso control del Estado. Difícilmente el plástico admita esa denominación y, sin embargo es cada vez más voluminoso en la utilización de esta sociedad. Perecedero sólo en el uso por el ínfimo tiempo de su utilización como los envases de alimentos elaborados. Venden por el voluminoso envoltorio cualquier producto incluso algunos de menor precio que el mismo. Es el paroxismo del desperdicio comercial.
El negocio como solución
Hoy mismo el matutino “El País” publica un artículo a toda página sobre la solución estatal a la saturación de envases*. Un complejo e incompleto sistema (iniciado hace cuatro años!) que reciba su devolución compensada en los mismos puntos de venta. Ergo, no eliminar envases; negociarlos. Por tanto disminuir la presión sobre su utilización incorporándolos graciosamente a la “economía circular”.
La esencia del equilibrio vital del planeta
La Teoría General de Sistemas explica que lo que uno de ellos deja como residuo de su funcionamiento es incorporado por otro, favorece a este último. No es el artículo para desarrollarlo, por lo que incluyo un ejemplo simplista: la gallina pone un huevo por día, cantidad que no incuba toda para tener pollitos. Esos huevos alimentan otras especies incluyendo la nuestra…y la cascara alimenta la tierra. Así integramos el conjunto de sistemas de la “Pacha Mama”, sin polucionarlo y sin degradarlo.
Buenas intenciones
La acción social procurando neutralizar el dañino efecto de los residuos fue cooptada por el sistema mercantil capitalista reinante en todo el planeta. Y los mejores propósitos de individuos conscientes del daño, en parte irreversible, son direccionados a la actividad empresarial. Ésta, naturalmente, acaba alentando la producción… de más residuos.
Predicando en el desierto
Hemos difundido, junto a pocos colectivos, el alerta desde este medio. Las muestras del desperdicio de materiales son visible, de la energía utilizada en desmedro de los recursos naturales deberíamos también tomar conciencia. Alcanza con ver los cementerios de automotores y que para cambiar una lamparita led, cambiamos todo el artefacto y desechamos, atendiendo su planificada obsolescencia, el que todavía está nuevo!
Perspectivas
Las generaciones indiferentes justificarán ignorancia, esto cuando sea irreversible y ya no importe esa justificación. Reinará el “sálvese quien pueda” aunque sólo se salvará quien quede precisamente…solo.
Luis Fabre (arquitecto)
*Diario “El País” Lunes 6 de mayo Página 4, Montevideo 2024.
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