Un esquema cronológico de componentes
1º el planeta 2º la flora3º la fauna 4º la humanidad. Esta probado que como sistema integrado al globo terráqueo se desarrollaron durante millones de años mediante la interacción de sus componentes vivos y otros inertes provenientes del plante y de ellos mismos. La teoría General de Sistemas explica cómo se retroalimentan en un proceso virtuoso. Excepto la humanidad que se sirve de los demás y los degrada.
Por qué parte de la humanidad atenta contra el planeta.
No compartimos lo que es de todos, inventamos leyes que nos hacen propietarios de lo que no creamos; los bienes naturales. Ningún ser humano inventó la tierra, la flora y la fauna. Tampoco el aire y el agua y menos el oro o los diamantes. Un porcentaje de la humanidad los consume sin cuidar su mantenimiento para los demás. Se les explota para beneficio de unos pocos. Tan irresponsablemente que pronto se acabaran y esto será letal para la vida de todos, incluyendo la de ellos. Llenan los mares de plástico, cortan los ríos impidiendo al desove de los peces, enormes regiones con subsuelos son vaciados de agua succionada y devenidos desierto o sumergidos en los océanos, tierras agrícolas envenenadas con plaguicidas y venenos para animales y humanos, bosques naturales devastados por la tala e incendios provocados, hacen forestaciones exóticas que eliminan pastizales naturales, todos ámbitos de vida para especies vegetales y animales autóctonos. El resultado es un cambio climático casi irreversible que hace a nosotros y a quienes nos sucedan muy difícil vivir en el planeta. Análisis serios coinciden en ello, algunos evitan decirlo y otros interesados, mienten. Aunque probablemente no viviré para verlo, daré en siguiente artículo mi opinión al respecto.
Viene de extensa historia
Ya vigente el homo sapiens, utilizando el fuego consumió vegetales y animales para el sustento y mantenimiento físico. Tempranamente se compartió el trabajo relativo a su consecución y consumo. Algunos procuraban la caza, la pesca y los vegetales, otros los cocinaban y todos comían, cantaban y bailaban…sin pagar nada. Fue así que entonces comenzó la división del trabajo y el dominio de pocos sobre grupos cercanos. Todavía existe, multiplicada y diseminada en los continentes, esa dependencia de enormes mayorías hacia conocidas minorías. Como daños colaterales pero intrínsecos al globo esas élites mantienen, entre otros, privilegios basados en perjuicios al medio ambiente. Y a sus contemporáneos que pagan entre todos para mantener el agua potable, la energías saqueadas a los fósiles y demás bienes naturales para el transporte, la protección térmica, la alimentación y atención de la salud.
Un resumen de interacciones benéficas y otras mortales
La interacción entre vegetales, animales, el ser humano y el planeta, probada por la ciencia, desarrolló por milenios un ambiente habitable para todos. Pero ahora en pocas centenas la humanidad depreda a los demás socios hasta su exterminación. La motivación no es la supervivencia solidaria sino el lucro y acumulación de riqueza apoyados en el despilfarro del ultra consumo. El paradigma de una vida mejor omite que es para unos pocos. Y el sistema económico que habilita, promueve y consigue estos resultados es el neocapitalismo reinante, incluso en naciones que otrora lo negaban.
Los instrumentos
La industrialización inundó de trabajo remunerado a las mayorías cuyo nivel de vida mejoró …a través del consumo. Ya los empleados de Ford compraban sus autos. De ahí en más el mercado fue el mecanismo donde el capital multiplico ganancias a favor de los menos. Por el absurdo su más terrible expresión fueron las armas, que aportaron a dos guerras mundiales. Aunque una tercera sobrevuela los horizontes la pandemia neocapitalista es tan extendida que hasta hay economistas que avalan ese “negocio”.
La postura economicista
Persiguiendo un mejor estándar de vida el paradigma de la macroeconomía es el crecimiento. Naciones, gobernantes y profesionales sueñan con ser gigantes…aunque sea con pies de barro. El triunfo de la competencia basado en la teoría del derrame es su mayor expresión de hipocresía; si logramos que crezcan las ganancias lo suficiente el patrón nos dará una propina. Cuestionaré debidamente esta postura.
Tal vez no es demasiado tarde
En la próxima entrega reseñaré las lúcidas posturas de pensadores y analistas contemporáneos sobre una temática por demás trascendente.
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