Destruyendo el Mundo Parte ll

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El ultra consumo
Las actividades locales son cada vez más vinculadas a las que abarcan todo el globo. La hiper comunicación y movilidad globalizada comparten las causas más nobles con las comerciales… y delictivas. Basta prender el celular para verificarlo. Hoy casi todo quehacer humano oscila entre esos extremos con predecible final común: el deterioro del vital medio ambiente de todos. Las tecnologías aportan algoritmos que inducen el consumo con saturación y engaño sobre las decisiones de los consumidores. Y los daños colaterales del gasto de las energías en la producción y distribución incluyen residuos que contaminan aire, tierra y agua degradando a todos y consecuentemente la vida de fauna, flora y de la humanidad.

El sistema humanidad -economía
En el Planeta todo tiene que ver con todo…incluyendo las piedras. Autores como Capra en La trama de la vida explican cómo en millones de años se formaron materiales del globo que hoy se explotan para distintos usos. El valor de los mismos no deviene de su abundancia sino más bien de su escasez. Eso es lo que aumenta el valor en la competencia del mercado y favorece a pocos competidores y si son monopólicos, mejor. Por eso cuanta menos oferta, más altos los precios y, por ende, más posibilidades de acceso a los más pudientes consumidores. “Esta es la razón por la que el cambio climático se convierte en una oportunidad de negocio” (1) haciendo escasear el agua y las energías provenientes de bienes no renovables como el petróleo. Ese negocio que incluye el gas natural externaliza sus extracciones que aportan perjuicio a otros países exoneradas a los de sus protagonistas. El lector sabe cuáles son. Aquí tenemos el ejemplo del agua para el hidrogeno verde. Para peor, el crecimiento de sus economías se reparte en mayores ganancias para minorías y migajas para las mayorías.

Todos los índices y tendencias coinciden, incluso las que defienden la ecuación basada en el “derrame”, un histórico común, denominación para justificar el mayor despojo en la historia de la humanidad. El neocapitalismo lo defiende como paradigma actual, pero nació con el capitalismo junto al “mercado” otro de sus componentes esenciales. Y las nuevas tecnologías son incorporadas al mismo. Ahora hasta la agricultura es robotizada, para eliminar las plagas, sustituyendo el quehacer humano en el agro…

La externalización
El modelo vigente de producción y consumo en masa incluye la exportación desde el Norte al Sur global de las peores consecuencias del mismo. La iniciada era industrial derivó la mano de obra a otros países y…también los residuos del ultra consumo. Y la utilización de los recursos naturales ahora abarca actividades como la forestación que, amparada en la absorción de carbono, esquilma tierras y napas acuosas.

Las dos caras de la economía circular
Generalizar el uso de desperdicios del ultra consumo como materia prima de reciclaje evade lo positivo de su utilización en favor del negocio de compra y venta. El mismo, en base al teórico beneficio sobre el planeta alardea sobre la creación de trabajo de recolección que en los hechos aportan las Intendencias en nuestro país. Omiten cuestionar que el mayor porcentaje de los mismos, utilizados como envases son innecesarios, salvo para su venta.
Aún estamos a tiempo…pero queda poco.

Una previsible crisis mundial por agotamiento de recursos finitos anuncia que antes del fin del capitalismo como sistema económico la tierra dejará de ser habitable para los humanos.

Es imprescindible mutar de un sistema que busca la cantidad, léase mayor consumo, a uno que aporte a la calidad de vida humana. Sin ser economista ni biólogo adhiero mi postura a quienes privilegian la humanidad como destinataria de su actividad profesional. Aporto a la misma para tener el Uruguay que queremos y no al dogmático Uruguay que podemos. Un requisito esencial es obrar sobre intereses individuales, corporativos y si es necesario…ideológicos.

Las energías provenientes de bienes no renovables como el petróleo deben sustituirse todas por las hidráulicas y las nuevas fotovoltaicas. Y, lo que aquí no se hace, utilizarse en servir a las poblaciones con servicios gratuitos como el agua potable y el transporte. Ya es así con este último en la ciudad francesa de Montpellier. Este ejemplo hace efectivo el Derecho universal a la movilidad y accesibilidad territorial.

Por  Luis Fabre

 

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