Los periodistas brasileños Luis Nassif y Patricia Faermann del periódico GGN (O Jornal de Todos os Brasis) consultaron al cientista político e historiador brasileño Luiz Alberto Moniz Bandeira, ante la crisis que hoy vive Brasil. Moniz Bandeira “brindó detalles acerca de como trabajan instituciones norteamericanas ante realidad geopoliticas, trazando un paralelismo entre la Primavera Árabe y el Brasil de estos días. «No es solamente la CIA. (…) las ONGs, financiadas por dinero oficial y semioficial, como la USAID y la National Endowment for Democracy, operan comprando periodistas, entrenando activistas. El programa de la Primavera Árabe fue elaborado, incluso, en la época de George Bush», contó.
A continuación algunos tramos de la entrevista:
– Sobre nueva geopolítica americana en las guerras en los países árabes, ¿de qué manera se daba la estrategia de insuflación, el uso de redes sociales?
– Los Estados Unidos tienen como objetivo a los neoconservadores. Son ellos los que hoy componen el principal segmento del partido republicano, infiltrado en el partido demócrata también, porque el presidente Barack Obama mantuvo a estos neoconservadores en su Departamento de Estado. El objetivo es el dominio completo, del espacio, del área de todo el universo. El dominio total.
Y es preciso comprender que la crisis hoy, en Brasil, está dimensionada de una forma tan absurda, porque los Estados Unidos no admiten la emergencia de otra potencia en América del Sur. El tema básico, hoy, está en la moneda.
Rusia, así como China, están empecinados en acabar con el predominio del petrodólar. Crear otro sistema financiero internacional. Están haciendo esto. Esto lo estoy exponiendo en detalle en mi nuevo libro, que va a salir en mayo, El Desorden Internacional.
Los Estados Unidos, cuando no pueden dominar, crean un caos. Ahora, es preciso comprender que esto no es sólo la CIA. La CIA gasta cerca del 80% de su presupuesto – que por otra parte, nadie sabe, porque más allá de lo que existe de la acción oficial, tiene empresas, incluso agencias de viajes, entonces tiene un dinero muy diluido -, pero el 80% que gasta del dinero oficial, lo hace en operaciones secretas. Esto ya hace mucho tiempo que lo viene haciendo. En lugar de recolectar inteligencia.
Sin embargo, hoy, los Estados Unidos utilizan otras instituciones. Las ONGs, financiadas no sólo por el dinero oficial y semioficial, como la USAID [United States Agency for International Development] y la NED [National Endowment for Democracy], comprando periodistas, entrenando activistas, investigadores. Existe un programa sobre esto. Este de la Primavera Árabe fue elaborado, incluso, en la época de Bush.
En Ucrania, los cursos se impartieron dentro de la Embajada de los Estados Unidos. Esto está todo documentado.
– ¿Qué tipo de contenido daban en estos cursos?
– El tema es la defensa de la democracia, combatir la corrupción. Son temas que sensibilizan a la clase media, la movilizan. Estas instituciones no actúan en el vacío. Siempre, claro, existen las condiciones. En el Oriente Medio, hay un desempleo muy grande, las economías estancadas, desempleo, sobre todo, para los jóvenes, que se forman, se educan, pero no encuentran empleo.
– En esta intervención por medio de ONGs y activismo político, todas las personas a las que se enseñaba u Organizaciones, ¿tenían conocimiento o era una forma de manipulación no explícita?
– Ellos financian la creación de diarios y blogs en Internet y radios. En 2009 se creó una radio, en Siria, pero funcionaba en Inglaterra, con dinero americano. Los Estados Unidos destinaron en Siria, y esto está todo documentado, entre 2005 y 2010 cerca de U$S 12 millones. El presupuesto de 2005 para 2006 fue de U$S 5 millones.
– A partir de 2002, luego del atentado de las Torres Gemelas, se produjo la llamada Cooperación Internacional, que unió al Ministerio Público y a las Policías Federales de todos estos países para combatir el crimen organizado. ¿Usted llegó a analizar de qué manera los Estados Unidos se están valiendo de esto, también, para sus estrategias geopolíticas?
– Ellos hacían entrenamientos como los militares en la Academia de Panamá. Hoy ya no cuentan más con los militares. Después de las dictaduras, se dieron cuenta que no les sirvió. Por un lado, cayó la moral de los Estados Unidos, por causa de los derechos humanos. Por otro, los militares, de una forma o de otra son patriotas. Ellos no eran muy afines al comunismo, pero no querían ser sumisos a los Estados Unidos. En Brasil, principalmente, en Perú, e incluso en Argentina.
Tengo una investigación en uno de mis libros sobre el voto de Brasil desde 1968 hasta el fin de la dictadura. Brasil votó mucho más veces con los países neutrales, y la Unión Soviética, a favor de los Estados Unidos. Tengo esto referido en el libro «Brasil – Estados Unidos: la rivalidad emergente», cuando estudio el régimen militar. Inclusive, no obstante a costa de los derechos humanos, Argentina también votó en contra.
Ya no tengo dudas que en Brasil los diarios están siendo subvencionados. De una forma o de otra, no se cómo, pero lo están. No lo puedo probar, pero es posible que por detrás de esto estén las fundaciones de George Soros, que dan dinero a los periodistas. Hay periodistas honestos. Pero hay otros que están en la lista de pagos. Muchos de estos periodistas que yo sé están en los Consejos Fiscales de varias empresas extranjeras. Ganan dinero con esto, escriben en O Globo y en otros diarios.
El otro día, el director general de la Policía Federal declaró que muchos policías, comisarios y otros recibían dinero de la CIA directamente en sus cuentas. Esta es una conspiración que debería acabar.
Por detrás de todo esto, no tenga dudas que están los recursos de la USAID, que es un instrumento de la National Endowment for Democracy, y de las Fundaciones, que son varias, de los Soros y otras, por ejemplo, que se oponen a ciertas construcciones de hidroeléctricas en Brasil. Ellas están al servicio de empresas alemanas y usan como pretexto, siempre, la protección de la naturaleza, del medio ambiente. La USAID, ¿donde trabaja? Trabaja fuera de la embajada. Es una organización «semioficial». La National Endowment for Democracy está financiada por el Congreso, pero también desde afuera, recibe dinero del Congreso americano.
– Si se tiene la estructura de poder de los Estados Unidos, hablando de la CIA, etc, ¿no tiene diferencias de orientación entre, por ejemplo, el FBI, el Departamento de Estado, Departamento de Justicia?
– Los Estados Unidos son un país muy complejo y contradictorio. Esto se hace evidente en la campaña electoral, donde Sanders se presenta como progresista, mientras que, por parte de los republicanos, usted ve la decadencia. Trump, en primer lugar, ¿por qué? Porque los otros son de Bush para peor. Trump es loco. Sin embargo, la figura es el retrato de la situación.
Cuando recibí el Doctor Honoris Causa de la Universidad de Bahía, dije que una potencia es mucho más peligrosa cuando está perdiendo la hegemonía que cuando construye su imperio. Cuando construye el imperio, necesita ser aceptada. Pero cuando está perdiendo…
Como ahora, los Estados Unidos no dominan más, no tienen más el poder que tenían antes. Yo digo poder, porque, por ejemplo, no influyen más sobre Israel. Los asentamientos siguen, no obstante la oposición de los EE.UU. Porque el lobby judaico de los Estados Unidos no los deja. Y el gobierno de Israel mantiene los asentamientos porque, realmente, no admite que haya dos estados. Esto, ideológicamente, ya viene de muchos años. Los Estados Unidos quieren que todas las ideas sucumban.
Entevista de Luis Nassif y Patricia Faermann
Traducido para LA ONDA digital por Cristina Iriarte
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