Vencer mis prejuicios

Tiempo de lectura: 6 minutos

Evidentemente vamos por la vida transitando con nuestras circunstancias, experiencias y sobre todo con las conclusiones que vamos sacando de ellas. Por lo que sea, a veces hasta por pereza intelectual llegar a una conclusión de acuerdo a nuestra costumbre es más fácil.

“Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”, Albert Einstein.

El cuadro político actual, los sucesos de gobierno, el Frente Amplio, el episodio Sendic y ahora las próximas elecciones internas me obligan a disponerme a pensar y a sacar alguna conclusión.

En primer lugar en la danza de nombres a la presidencia, luego de nuestra larga e innecesaria acefalía de presidente del FA ha resurgido casi nuestro hábito de hacer política, por sectores, grupos y/o partidos, se discuten perfiles que consideran adecuados, concluyen y lanzan al ruedo una serie de compañeros que aceptan el desafío.

9-walter-200x230

En la previa, en la gestación de esos nombres otros muchos quedan por el camino, varios que siendo interpelados, declinan el ofrecimiento.

Finalmente los plazos precipitan y por tanto salen al ruedo por distintas vertientes, compañeros que van perfilándose como los candidatos.

El Plenario del FA, refrendó avalando unos y otros no. Habemus candidaturas, como soy hijo de la experiencia del consenso, con aquel fuerte e inteligente liderazgo unitario de Seregni, no puedo menos que lanzar un suspiro de resignación por los tiempos idos y las capacidades de acuerdo más a flor de piel.

Realizado mi descargo nostálgico y más bien conservador, me vi envuelto en la experiencia colectiva de Casa Grande, en su búsqueda primero del ingreso formal al Frente y luego como colectivo en formación ir arribando a definiciones políticas concretas y más generales. Al término formal le doy en este caso profundo valor ya que el sentido de pertenecía se confirma por la intención de estar y de quienes están instalados deben dar señales claras de querer compartir o entender que tiene sentido, que vale la pena.

Diré que el haber recibido a los candidatos más o menos instalados fue una riquísima experiencia y por supuesto un desafío a mis prejuicios.

En dos días distintos, participaron los compañeros Sanchez y Conde y en otro más reciente, Alvarez y Miranda. Con perfiles y respaldos bastante diferenciados cada uno realizó sus intervenciones y contestaron preguntas y realizaron comentarios sobre opiniones que los participantes fuimos volcando.

Habría que mencionar que se incorporó a la ronda de nombres al compañero Bayardi, pero por ser el último nombre en danza supongo que fue más difícil incorporarlo al ciclo.

No se la definición del colectivo Casa Grande al respecto, eso estará sujeto a una encuentro que se está organizando pero por lo menos me dio insumos de primera mano para acercarme a una conclusión.

Me parece absolutamente imprescindible afirmar que una cosa es formarse opinión por la prensa, los artículos cometan sobre los protagonistas, no son ellos, ni tampoco es lo mismo concluir de acuerdo a quienes deciden impulsar tal o cual candidatura. Éstos ya tuvieron un proceso de discusión y conclusión por tanto es materia laudada y desde quien apoya a uno u otro, es el mejor candidato.

Por mi parte diré que luego de escucharlos estoy absolutamente convencido que es imposible encontrar un candidato de consenso. Creo que la complejidad del momento, la variopinta cantidad de aspectos y miradas sobre cada cosa hace realmente difícil resumir en una sola persona la suma de las cualidades y los posibles caminos.

Afirmo entonces que debemos abrir el cauce democrático a la mayor participación posible, que todo aquel que se sienta candidato y tenga otros para trabajar por impulsarlo sean bienvenidos. Que nuestra fuerza política debe velar por la igualdad de oportunidades para realizar la campaña y los frenteamplistas, debemos participar, interpelar, opinar y votar. Quien salga electo será más o menos presidente cuanto más votos hayan sido escrutados. El ejercicio del voto será un gesto democrático indispensable.

Los frenteamplistas debemos dar sentido y respaldo a nuestra pertenencia. No somos blancos, ni colorados, ni concertantes, ni asambleístas populares. Somos Frente Amplio. El participar con nuestra opinión electoral es indispensable, si nuestras preferencias no son contempladas, habrá que votar en blanco, será una manera de opinar también. Pero lo que para mí está fuera de toda duda es que voy a dar mi opinión.

A veces cuando recorro las informaciones, noticias, artículos de opinión sobre lo que acontece me inundan los contenidos. El nuevo “reparto de la riqueza” en Uruguay, deja datos escalofriantes, los más ricos en nuestro país han aumentado sus ganancias o patrimonio en mil millones de dólares. Cinco uruguayos más cruzaron el límite de los treinta millones de dólares. Todo esto en el medio del ¿Audi que maneja Sendic? O su firma licenciada o no. Mil trabajadores ,en su mayoría mujeres, quedan sin trabajo porque Fripur cerró, sobre todo jefas de familia, mujeres, que deben afrontar el día a día para que la vida, su vida, siga a delante, que sus hijos tengan, educación, salud vivienda. A veces los pequeños sucesos hecho prensa, aspectos menores donde se instalan los centros de interés nos hacen perder el centro o el sentido de que es importante y que no. A veces hasta yo mismo traigo retazos, de teoría, pensamientos de otro y lo aplico hasta con liviandad para definir momentos, centralidades, situaciones. Unipolaridades, polarizaciones, no valen las caracterizaciones, las opiniones sin sentido real de lo importante.

Claro, cada quien define que es importante. ¿Cuál es el mejor camino?, según el lugar de pertenencia, el sector social, la reivindicación más importante. Pero es claro que esa multiplicidad de conflictos, problemas y soluciones se dirime en el campo político.

Lo que también es cierto que las sociedades definen en que campo de acción se resuelven los conflictos. La experiencia que de nuestra propia historia podemos recoger, dice que el mayor desarrollo de la sociedad, su desenvolvimiento, el avance de los derechos, la por lo menos, mitigación de las inequidades se desarrolló más en marcos democráticos. Cualquiera que recorra los sucesos violentos, los períodos de represión y barbarie no encontrará, en nuestra historia, felicidad de mayorías en los períodos dictatoriales. Éstos fueron siempre la herramienta imponer a través del miedo y la represión modelos predominantes de apropiación de riqueza.

Ayer tuve un compromiso con mi historia, ayer se conmemoró un homenaje a 10 años de la aparición del primer desaparecido de la dictadura, de los tantos que aún faltan. De Chávez Sosa, me encontré con gente muy querida, respetada, encontré mucho de la convicción de los que siempre creen que un mundo mejor es posible, me encontré con algún compañero de esos que agarraba le fierro caliente de las responsabilidades para rearmar una estructura clandestina asumía cargos de dirección para no darle tregua a la dictadura hasta simplemente caer preso. Veterano, como uno más, anda por allí empujando su convicción desde un Comité de Base y con otros despliega las banderas de Otorgués por allí.

No pude menos que acordarme de una vieja anécdota que atesoro, el Pincho Cáceres fue un viejo dirigente de la carne del Cerro, fue miembro de más una dirección central del PCU. Un día de esos donde las caminatas del recreo del Penal de Libertad, nos daban a cuentagotas, me contó que él se afilió al PCU, allá por los años treinta, el Partido Comunista en el Cerro, estaba conformado por muchos rusos, que emigraron pero que habían traído a estas tierras su “internacionalismo proletario”…. Ese ruso para afiliarlo le preguntó “botija….¿ vos querés la revolución y el socialismo?”…. entonces tenés que afiliarte al PCU, otra cosa mejor no hay ¡ si hubiera yo estaría ahí !

Aquel adolescente, el Pincho, desde aquellos lejanos días, emparentó su vida con la pelea por sus iguales, por su clase, defendió sus ideas, las impulsó y fue con otros un gran y anónimo protagonista, defendió la democracia, luchando contra la dictadura. Ayer no pude menos que recordarlo, en aquella anécdota. Hoy no integro el PCU, doy una mano en una fuerza frenteamplista, que con los comunistas, los socialistas, izquierdistas independientes, con progresistas, con movimientos sociales que empujan por incorporar sus causas a la correntada de cambios, con miradas de género que desconocíamos, me acordé del Pincho y podría plagiarle su anécdota.

El Frente Amplio es la mayor y más singular experiencia de unidad de izquierda que hemos sabido concebir, fuimos capaces de arrebatarle a la tradición dominante espacios de gobierno y poder, para claramente contemplar como no lo hacen los programas tradicionales. Hoy también es campo de disputa política y de predominancias de miradas, claro, serán hoy las elecciones, las que busquen sintetizar esas discusiones, quienes salgan electos por la mayoría deberán estar a la altura de los desafíos de la época.

¿Será el FRENTE AMPLIO la fuerza vigente y transformadora que encabezará más cambios y mayor equidad en la sociedad uruguaya? Creo que si, porque como aquel viejo ruso le dijo “al Pincho”… yo estoy ahí porque otra cosa mejor no hay, si la hubiera seguro que allí iría.

Creo que los procesos de acumulación histórica no se pueden despilfarrar, se acumula o se va en dirección contraria, los conservadores plantean la alternancia como la natural forma de gobierno democrático. Digo que la alternancia de izquierda – derecha volviendo a la restauración del pasado, es una linda mentira bien envuelta.

Alternar, si con otros protagonistas, con nuevos pensadores y luchadores, pero ¿darles las herramientas del Estado para la apropiación indebida de la riqueza, para tener el derecho de usar a los humildes como variable de ajuste?
NO, BAJO NINGÚN CONCEPTO.

Tenemos un desafío fantástico seguir imaginando una democracia, más democracia, con más equidad, con más mujeres y hombres viviendo como iguales, desafiándonos a encontrar los caminos para educarnos todos, en diversidad y posibilidad. En ser capaces de seguir bajando los niveles de mortandad infantil, en tejer una red de contención para que los desprotegidos, esos a los que la vida los pone a menos 10 desde que nacen. No tengo claro el devenir histórico, pero estoy seguro que en Uruguay, hoy no otra cosa mejor que el Frente Amplio para empujar por cambios no hay…sino estaría allí.

Por Walter Martinez
Columnista uruguayo

La ONDA digital Nº 760 (Síganos en Twitter y facebook)

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.