De los “Papeles de Panamá” en América, a los de la “Castellana” en Madrid – Esta semana comienza la campaña electoral para las elecciones a celebrar el próximo 26 de junio ante el fracaso de no poder formar gobierno ningún partido a resultas de las anteriores elecciones celebradas hace medio año largo, por no haber conseguido sumar mayoría. Las elecciones se repiten y parece que el panorama hasta ahora al no haber cambiado casi nada podía dar un resultado semejante, poniendo en la encrucijada de nuevo a todo un país que lleva prácticamente sin gobierno desde el 20-D, cuyo resultado electoral quedó en tablas. Así era hasta hace pocos días. La opinión general era de prevenir un mismo tablero, con la incertidumbre que ello conllevaría de nuevo. Pero dos factores pueden alterar el resultado:
El primero se produjo hace dos semanas: la unión de los principales partidos de izquierda y ecologistas, como son IU (Izquierda Unida), cuyo líder, Alberto Garzón, es uno de los políticos mejor valorados por la opinión pública, y EQUO, partido ecologista de reciente fundación, cuyo líder, Juan López de Uralde se hizo famoso en la manifestación por la defensa del clima en una cumbre de presidentes sobre el cambio climático mientras éstos cenaban, denunciando su falta de operatividad. Como anunciamos en la anterior crónica, ambos se han coaligado con el emergente PODEMOS y en unas siglas que mantienen dentro del círculo morado, el “logotipo” de PODEMOS, bajo el lema “Unidos Podemos”, y han sembrado la alarma en los grandes bloques políticos.
El segundo factor data de anteayer y aunque todavía no ha repercutido mucho en la opinión pública -España es el país de la UE que menos lee-, se espera que a medida que pasen los días y se dé mayor publicidad al mismo, repercutirá sin duda en las votaciones contra del partido actualmente en el gobierno. Me refiero a lo que se ha dado en llamar, como remedo a los “papeles de Panamá”, los “papeles de la Castellana”.
“LOS PAPELES DE LA CASTELLANA”- Se ha denominado de esta manera a una serie de miles de documentos donde se citan nombres y cantidades de dinero que estaban fuera de España, en paraísos fiscales, como Panamá, Luxemburgo o Suiza, y que sus propietarios, grandes empresarios, capitalistas, terratenientes, incluso familiares de la Casa Real, han vuelto a donde nunca debían haber salido, acogiéndose a la amnistía fiscal que decretó hace un año el gobierno del PP, hoy en funciones, y por los que no pagaron sus correspondientes impuestos. Por eso lo hicieron. Y también para ocultar en su momento su procedencia, pues no todo es dinero legal. Una amnistía fiscal que ha favorecido al gran capital, y que el ciudadano medio la considera como un agravio comparativo, pues la cantidad que debería corresponder, según la fiscalidad aplicada a cada contribuyente y empresa, está muy por debajo de lo debido, como puede observar el lector a continuación en algunos de los ejemplos citados.
Se les ha llamado “papeles de la Castellana” por su similitud con los descubiertos hace meses en Panamá.
La “Castellana” es una gran avenida moderna que recorre todo el centro de Madrid de sur a norte, donde están ubicadas las principales empresas, desde centrales de bancos a despachos, ministerios, locales públicos de ocio y comercios de lujo, adornada con monumentales fuentes (Cibeles, Colón…) y una amplia arboleda que le presta su lujo natural. Muy transitada, suele ser escenario de grandes concentraciones, por ella desfilan cada año las Fuerzas Armadas y en ella termina la vuelta ciclista a España. Es en fin, el corazón de los grandes negocios de Madrid. De uno de esos famosos despachos, cuyo nombre permanece en el anonimato, ha salido toda la información de décadas de evasiones fiscales, que puso en alerta a tres diarios digitales: eldiario.es, Marea y Diagonal, “sobre un material recibido en el buzón de filtraciones seguras a través de la página filtrala.org”, según testimonio de las tres redacciones de los periódicos mencionados, que han venido trabajando durante meses en estrecha colaboración.
Cada día van dando, a manera de novela por entregas, una parte de esa información. Según la que hasta ahora se ha publicado, se observa que eran muchos los millones de euros que estaban fuera de España por los que sus propietarios no pagaban sus correspondientes impuestos. A tenor de lo publicado se sospecha que no deja de ser la punta del iceberg de lo defraudado, que detrás queda mucho por pagar, por descubrir y por rescatar. A nadie se le escapa que no todo lo que se ha devuelto sea la cantidad total; como ha ocurrido otras veces con otros implicados en semejantes delitos, tanto personajes políticos, Rodrigo Rato o Bárcenas, como empresarios o banqueros, Mario Conde o Díaz Ferrán, antiguo presidente de la patronal española, que se declararon insolventes y detrás poseían, como luego se descubrió, millonadas en Suiza o las Islas Caimán. A nadie escapa que posean mas de lo expuesto, y sigan con sus importantes partes de sus oscuros capitales fuera de España. De aquí que ante hechos que denotan la falta de sensibilidad de un gobierno que se dedica a recortar servicios y ofrecer amnistías que no son otra cosa que blanqueo de dinero, crezca la indignación ciudadana. Y eso que, repito, el tema de los papeles de la Castellana, no ha trascendido más allá de los medios digitales, pues ya se sabe cómo anda la prensa y los medios de comunicación convencionales, en manos de la derecha o de grandes emporios capitalistas, donde la objetividad e independencia brilla por su ausencia.
He apuntado más arriba la denominación de papeles de la Castellana, por las semejanzas que guardan con los de Panamá. Semejanzas en cuanto a la filtración, en personajes, cantidades super millonarias así como en sus propietarios, donde hasta la Casa Real está implicada; en los papeles de la Castellana por familiares no tan cercanos como en los de Panamá, donde la hermana del Rey emérito tenía una empresa, cuanto por otros “Borbones”. Casi todos los nombres que figuran en estos documentos son muy conocidos en nuestro país no tanto por su dinero -inimaginable para muchos ciudadanos-, cuanto por sus negocios, populares, como pueden ser las empresas dedicadas a los frutos secos, conocidas como “Pipas Facundo”, cuyo propietario está considerado como uno de los empresarios más ricos de España. Y todo con el “negocio de las pipas”. ¡Quién lo iba a decir, que producto tan consumido y de precio tan bajo -una bolsa de 300 gramos no llega a 50 ctms- supusiera tan ingente capital! Hay que ser muy listo, vender mucho, o poseer otros mecanismos de amontonar dinero que luego, a imitación de otros grandes capitostes, sacan en bolsas de basura a lejanas fronteras para eludir el pago de impuestos en el país de origen. Desde empresarios a políticos. Todos bajo sospecha que se acrecienta aun más con esto de la amnistía fiscal. Amnistía para los ricos, mientras los medianos empresarios, autónomos, contribuyentes y pensionistas ven mermados sus servicios y sus pensiones, después de haber pagado sus tasas e impuestos preceptivos cada trimestre y cada año religiosamente.
En una de las primeras informaciones dadas a conocer esta semana, manifiesta el diario.es que “hay 38.598 documentos que desvelan las fórmulas que han utilizado grandes fortunas, empresarios, funcionarios públicos y familias notables para ocultar su patrimonio o evitar el pago de impuestos… Constan más de 200 millones de euros en dinero opaco. Al menos 153.65o0.792 euros fueron regularizados en la amnistía fiscal, lo que supone -sigo citando su texto- un 0,4 % de todo el dinero amnistiado por el gobierno”. Activos ocultos que estaban en Suiza, Panamá, Bahamas, Bermudas, Islas Vírgenes, Liechtenstein, Isla de Man, Guernsey y Jersey, entre otros paraísos fiscales. Y entre otros nombres figuran familiares de la Casa Borbón en España, como la Infanta Alicia de Borbón Habsburgo (que regularizó 2.363.946 por los que pagó 51.881, es decir el 2,2%, frente al 40 % que debería), su hijo el infante Carlos de Borbón y dos Sicilias, 1.281.399 euros por los que pagó 19.407 euros, un 1,5 %, y dos de sus nietos, que “escondían dinero opaco en Suiza que regularizaron cuatro millones de euros con la amnistía. Utilizaban los mismos testaferros, bufetes y sociedades pantallas que Bárcenas, Rodrigo Rato y la familia Pujol” (ex presidente de la Generalitat). También figuran ex ministros de Franco, como Gonzalo Fernández de la Mora y sus cuatro hijos, o los empresarios Jorge Gallardo, copropietario y presidente de Almirall (empresa de productos farmacéuticos), que legalizó más de 55 millones de euros y pagó solamente el 2,4 %, igual que el empresario Vicente Villagrá Blanco, presidente de “Pipas Facundo” que legalizó 1.360.400 euros, o sus socios y familiares que legalizaron más de once millones y pagaron entre el 1% y el 3% como máximo, según las fuentes citadas.
ENTRE EL MIEDO Y EL OPTIMISMO- El miedo y el optimismo son los dos ejes sobre los que giran los mensajes de la campaña electoral desde una y otra banda. El miedo por parte de los grandes partidos y las derechas, y el optimismo por las izquierdas, con el partido PODEMOS al frente y su alianza con algunos de izquierdas, junto a ecologistas y otros. Este bloque de las izquierdas, que da en las encuestas unos resultados muy positivos, con un ascenso notable que le puede situar casi igualado al PP, ha sembrado la alarma. No solamente se ha roto el bipartidismo, como quedó demostrado en la anterior votación de diciembre, sino que quien se prevé tenga la llave del próximo gobierno sea, sin duda, PODEMOS, si es que no consigue la mayoría relativa. Quizá la absoluta, y no le hagan falta pactos, como barajan algunos sectores del partido, ante la fuerza que están adquiriendo en la calle. Una calle a la que todavía no han llegado en toda su magnitud y gravedad las consecuencias y el meollo de la amnistía fiscal -que está casi olvidada porque se evita hablar de ella- y la evasión de capitales, puesta de manifiesto en los recién descubiertos “papeles de la Castellana”. (Todavía en muchos hogares de España el Internet sigue siendo un desconocido y los medios digitales tardan en implantarse y son consultados por una minoría, que va en aumento, pero lentamente. No obstante, tiempo al tiempo).
De este auge del partido recién creado se han hecho eco tanto el PP como el PSOE, que se ven relegados a un segundo lugar. Ambos pregonan en su campaña, ante la que se ven venir, la catástrofe que significaría para España que ganase la coalición “UNIDOS PODEMOS”, y no paran en sus discursos y mítines de alertar a la ciudadanía de que votar esa unión, sería traer al país un gobierno “a la venezolana”, “el caos de Grecia”, la ruina y la desunión de España, entre otras amenazas y peligros. Quieren sembrar el miedo en la gente y evitar que se decante por esa opción. Apelan por otra parte a la seguridad de un gobierno fuerte y con experiencia, como la tienen PP y PSOE, que han gobernado siempre.
Por su parte PODEMOS y sus aliados abogan por acabar con el bipartidismo, retirar de la política a un partido corrupto y a otro que no hace nada por acabar con la corrupción, pues parte de él también lo es, y porque el desastre ya ha llegado con las políticas de austeridad llevadas a cabo con el anterior gobierno socialista de Zapatero, y el PP, y sus recortes de servicios y derechos. Abogan UNIDOS PODEMOS por el cambio radical, por un gobierno de izquierdas y de progreso, que evite más corruptelas y rescate los servicios y las privatizaciones hechas por anteriores gobiernos, así como ofrecer plena dedicación a los asuntos sociales y evitar la pobreza. Apelan al optimismo del cambio para comenzar una nueva etapa, guiada por la transparencia y el consenso social. Una etapa en la que se acaben los desahucios, como han acabado en las ciudades gobernadas por ellos, cuya experiencia de gobierno bien hecho sacan a relucir, frente a la acusación de inexpertos en el mismo, así como porque los bancos se pongan al servicio de la sociedad, y no se supedite ésta a ellos, renovando el artículo 135 de la Constitución, reformado con nocturnidad y alevosía por el PP y el PSOE en comandita, donde se daba primacía a los grandes bancos frente a los intereses sociales. Optimismo porque con su gobierno habrá realmente un cambio de progreso y se rescatarán servicios y derechos sociales.
En fin, toda una campaña por delante reducida a estos diez días, donde prácticamente está todo dicho y donde los debates en radio y televisión -como el celebrado el lunes en las tres grandes cadenas de televisión simultáneamente- no despiertan interés alguno entre la ciudadanía y apenas si son seguidos, salvo por periodistas y politólogos. Y ni estos se atreven a ofrecer un pronóstico más o menos ajustado, a riesgo de equivocarse. El día 26 de junio, domingo, se verá el resultado.
Por Ramón Hdez de Ávila
Informe de nuestro corresponsal en España
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