Mientras escribo se procesan los datos que dirán finalmente quien será el próximo presidente del FA. A los que somos de izquierda y frenteamplistas nos dará insumos para conversar, opinar y exponer razones de la más diversa índole. Por mi parte diré que me impresionaron algunas reflexiones sobre este proceso y reacciones a partir de los primeros resultados que indicaron la cantidad de votantes.
La primera cosa que me llamó poderosamente la atención fue la alegría exagerada de algunos dirigentes al saberse los primeros cómputos totales. Los datos a ese momento estimaban superar la barrera de los noventa mil votos, cosa que finalmente sucedió situándose en los noventa y cuatro mil setecientos.
Una destacada figura del FA, llegó a comentar que las palabras dichas en los últimos días por E. Valenti habrían estimulado la reacción y que mucha más gente fuera a votar. Parece ser que a la hora del análisis político tendremos que incorporar la Valentimetría como categoría de análisis. Con toda la admiración que alguna vez le tuve creo que su incidencia en los sucesos políticos ha decrecido notoriamente, quizás su agresividad de opinión tenga algunos difusores pero en general en el escenario de todo el espectro político es menor, por suerte.
Por otra parte, la falta de elementos para percibir la cantidad de votantes del FA que se acercaría a las urnas da una pauta de que la percepción fina de la realidad se tiñe mucho de los estados de ánimo de nuestros propios dirigentes más que de los frenteamplistas en sí.
Para devolverle cierta credibilidad a nuestros análisis debo mencionar que en los inicios de nuestra fría campaña la cifra a obtener como elección aceptable era superar el umbral de los cien mil votos. Si bien no se alcanzó esa cifra se estuvo bastante cerca.
Por mi parte diré que en un escenario adverso en lo económico y en lo político, con un invierno feroz y con una prensa poco dada a favorecernos, el resultado no es nada malo.
No voy a caer en la recurrencia de cifras en caída, elección interna a elección interna, que también se ha manejado bastante y que muestra un dato claro pero que, en mi opinión no registra los contextos de cada acto eleccionario. La votación de cada interna se explica a si misma por el cuadro de situación del momento y no tanto por la comparación sola de una con otra.
Yo creo que si no hubiéramos realizado la cantidad de desatinos que cometimos el resultado podrá haber sido bien diferente. O sea, el resultado es más bien reflejo de decisiones subjetivas más que de un cuadro objetivo de situación.
En mi opinión nos equivocamos feo dejando acéfala la presidencia del FA, un montón de tiempo. Este hecho rompió los ojos, pero nadie se hizo cargo.
Sin descalificar las capacidades de ninguno de los candidatos, creo que a ojos vistas no fueron buenos candidatos. No tuvieron la capacidad por discurso o temperamento de ponerle calor a la campaña.
No resiste mayor comentario que ni una sola candidata mujer fuera opción. Nuestros elegibles, tuvieron la oportunidad de decir sin ellas no vamos, pero optaron por decir si a la candidatura de una mujer, pero si no hay…..que se le va a hacer.
Hasta podría agregar que ninguno de los cuatro compañeros hizo un gesto como para decir, entonces incluiremos mujeres en nuestro equipo de vicepresidentes, o en nuestros equipos de conducción, hasta podrían haber subido a la campaña alguna mujer como compromiso cierto de coparticipación, pero nada.
Es notorio que la prensa le hizo el vacío a nuestra interna. Imagínense ustedes, Búsqueda, El Observador o EL País. “calentando” nuestra campaña. No tomaron riesgos, quien dice que poner la interna en un primer plano no ayudaría a que los frenteamplistas se animaran a votar más.
La más absoluta falta de encuestas sobre la interna, solo vi una de Opción circulando en las redes que además no divulgó los resultados. Doy por sentado entonces que fue solicitada por privado y los resultados no fueron satisfactorios.
Sin embargo en el mismo momento aparecen encuestas de preferencia electoral, donde la prensa exalta la caída del FA, alrededor del treinta por ciento de las preferencias y el crecimiento leve de alguno de los otros partidos.
A pesar del ajuste, a pesar de Ancap, a pesar de los doscientos pesos de los jubilados, a pesar de que finalmente el viento de cola se dio vuelta… El Frente Amplio sigue siendo la fuerza predominante.
El Frente Amplio por acción propia y por absoluta omisión de la oposición sigue siendo el eje de los sucesos del país. La derecha, carece de proyecto alternativo, de relevos que se proyecten a nivel Nacional como líderes opositores. Bordaberry junior cayó, Lacalle junior cayó, Novick la vedette de la política tradicional, solo logró bancada de ediles y diputado coptado y no por votos sino por acuerdos posteriores.
Creo que mucha cosa influyó en el resultado electoral, pero creo que en el pueblo frenteamplista estuvo presente la sabiduría política del voto. Nuestros dirigentes preveían un número catastrófico de votos, fue la gente que los sorprendió.
No descarto tampoco que a veces el status quo, la inmovilidad en las estructuras, sea funcional a algunas políticas y por ende hay quienes hayan hasta optado porque la votación fuera magra.
Para que nada cambie demasiado, tal vez, es una posibilidad.
Más de noventa mil frenteamplistas dijeron aquí estamos, más de un treinta por ciento de los encuestados siguen siendo frenteamplistas. Por eso seguimos estando en el centro del escenario político.
Bien interesante es el desafío de gobernar en un escenario adverso. Con cuadro internacional complicado, con economía global en recesión, la izquierda está ante el desafió de seguir profundizando la democracia, de ir por mayor equidad aunque los números no sean favorables, hasta diría que esta rendición de cuentas está siendo un interesante ejercicio de discusión-acuerdo entre gobierno-partido, entre Poder Ejecutivo y Parlamento.
Tenemos una Constitución presidencialista, el Ejecutivo tiene un fuerte predominio en el ejercicio del gobierno. El Parlamento está jugando un rol de moderador. Inclusive reafirmando el concepto de que el FA, está en el centro del escenario político, es nuestra propia bancada quien pone reparos y hace de interlocutor con los sectores sociales, eso para mí es una muy singular y valiosa señal.
Del recuento de votos saldrá el nombre del presidente para el FA, gran desafío le espera.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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