La existencia humana está definitivamente integrada al mundo globalizado. Nos incorporamos comunicacionalmente desde muy pequeños con el simple entretenimiento de los juegos en línea. La proliferación de los medios de comunicación permite ahora la difusión de todas las formas de expresión: escrita, oral e imagen.
Así, los espacios de la comunidad se expanden virtualmente a todo el globo para participar a distancia en cualquier relación: social, deportiva o religiosa. Desde la comunicación, todos somos o podemos ser ciudadanos del mundo. “No estamos solos”, la lejana frase en el tiempo de José Sacristán adelantaba sin proponérselo, una realidad universal. Lo hacía desde una radio, anticipando además que “los medios masivos de comunicación e información son instrumentos, y en tanto tales estimo que sería erróneo considerarlos con independencia del contexto en dónde funcionan”.1
Estos instrumentos son funcionales a la sociedad de la información y la comunicación de que formamos parte como receptores y trasmisores en la comunidad y más allá de ella. Ejercemos libre albedrio sobre la información que recibimos pero, simultáneamente, somos responsables por ésta pues opinando influimos en el entorno, el trabajo y las relaciones. Cada palabra que sale de la boca toma vida propia. Será interpretada, difundida y reiterada formando, para bien o mal, a su vez opinión en multiplicados interlocutores. Con los actuales dispositivos de difusión, nuestra postura puede adquirir insospechado valor.
Ahora bien, “desde que está considerada como una mercancía, la información ha dejado de verse sometida a los criterios tradicionales de la verificación, la autenticidad o el error. Ahora se rige por la leyes del mercado”2 .Sometida a ellas “la realidad rara vez se exhibe desnuda, y por cierto, nunca ininterpretada(siempre interpretada), a raíz de lo cual las posibilidades de contrastar lo falso con lo genuino se diluyen en un mar de puntos de vista”3.
Un ejemplo
Somos de un país donde practicamos la libertad…responsablemente. Me permite cuestionar el manejo de la información que hacen los medios independientemente de los protagonistas de la noticia, de su desarrollo. Sobre todo a la continuada exhibición en el tiempo denominada “investigación periodística”, por la cual implícita y explícitamente afirman aportar a la Justicia. En esa buena intención incluyen las lógicas mercantiles, traducidas en rating. Y, también con intención, pero no buena para todos, la ideología de sus autores intelectuales y/o propietarios. El impreciso límite de la declarada objetividad se atraviesa la mayor parte de las veces para, esto no declarado, llegar a sustituir la justicia. Como si fuera poco, para obtener resultados en competencia con otros medios, se apela a la exhibición obscena de la intimidad, las miserias humanas y actos privados sin importar la voluntad del involucrado. No estoy de acuerdo, no me parece bien y me siento en el derecho de denunciarlo. En este contexto compartí en Facebook un post con explícita referencia al canal TN (Todo Noticias) de Argentina que veo diariamente.
Impacta pues el protagonista es paradigmático en la historia reciente de ese país. Hiere la sensibilidad del lector. Pero no va contra él. Es contra TN: muestra en una frase lo que hace y es un ejemplo, por lo mismo cuestionable, de cómo lo hace. No me duelen prendas pues no sólo adhiero. He militado por años en la causa de Verdad y Justicia. Me confunde y satura, me aporta incertidumbre la manipulación de la información que hacen en este medio. No me acerca a la Verdad. Y la invadida Justicia no es cosa de ellos.
No sólo la televisión
Aunque más no sea en titulares, accedemos a los diarios (por eso incluyen todos los encabezados en tapa). Claro que allí comienza la confusión, ya que no es posible deducir de los títulos un único significado para cada noticia aunque “todos (los estudiosos) coinciden en sostener que los contenidos de los mensajes producen o incitan a una determinada percepción de la realidad…”4 La buena noticia es que Lazarsfeld, “al cabo de años de investigaciones sociológicas”, concluyó que “los medios masivos de comunicación tienen efectos limitados sobre el público”5 Asimismo Umberto Eco propuso que la tradición cultural, el proceso de socialización, los vínculos de clase, etc. dotan a los individuos de una aptitud.. para interpretar y decodificar los mensajes. Y, más claramente aún, Pooley en el año 2006 expone: “el más trascendente hallazgo del efecto limitado (de los medios sobre el público) tiene sus raíces en una imagen de la sociedad que reconoce la fortaleza de la primacía de los lazos y una vida asociativamente rica.” 6
Fundado optimismo
Agrego para terminar de mi parte: una sociedad educada, con alto nivel de conciencia cívica como la nuestra y en el ámbito de libertad de elección y expresión que compartimos, está integrada por lectores y espectadores lúcidos, capaces de neutralizar los efectos nocivos de los medios para llegar libremente a la verdad. La de cada uno.
- Jorge Rasner Masificación disonancias y rupturas.”Politicas, discursos y narrativas en comunicación” Udelar pág. 193
2.Ibid. Citado pág.194
3.Ibid. Citado pág. 197
4.Ibid. Citado pág. 199
5.Ibid. Citado pág. 201
6.Ibid. Citado pag. 202
Por el Arq. Luis Fabre
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