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DE LIQUIDEZ, GERÓNIMOS Y REBELDIAS

La vida es eso que sucede mientras,
estamos ocupados haciendo otra cosa.
O quizás mirando pero sin ver.

La veloz incierta  liquidez me trajo una nota donde aparece Steve Jobs anunciando la inminencia del auto autónomo. Un auto sin necesidad de chofer. ¿Adivinen qué?, las 2 bondades destacadas mencionan la enorme cantidad de siniestros de transito provocados por los choferes y por supuesto al ahorro para las empresas como Uber.

En un primer momento lo pase por alto pero cuando recapacité busque ese comentario y encontré solo detalles de los posibles avances, de sus comodidades, etc.

Como otra perla del rosario, las bondades de la inteligencia artificial elogian, glorifican los avances tecnológicos, lo maravilloso de lo que se viene, pero, una vez más, sobrará gente, esta vez el turno le tocará a los choferes. Atención Salgado, nuevos piques para bajar los costos, casi ya no hay guardas que vendan boletos, pronto sobran los choferes.

En ese recorrido andaba cuando  me tropecé con un conflicto donde los estudiantes del IAVA, ocupaban su centro de estudios en solidaridad con el director del centro que desconoció las directivas de las autoridades de la enseñanza. Pretendió  mediar  entre autoridades y estudiantes. El origen del conflicto arrancó con una directiva de la inspección de Secundaria que intimó a que se  desalojara un salón destinado a la actividad gremial estudiantil para instalar “una rampa de accesibilidad”. Otra vez, ¿adivinen qué?

Lo que inició como un intento de limitar la actividad gremial de los muchachos derivó en una sanción y sumario al director. La hace poco estrenada   LUC (Ley de Urgente Consideración) recuerdan ¿no? Esa ley que hablaba hasta de regulación de chorizos, sirvió de marco para exigir la  desocupación del centro. La acción misma donde las autoridades realizaron el acto de desalojar, fue el epicentro donde los estudiantes  cumplieron y desalojaron pacíficamente el IAVA, pero desde las escalinatas realizaron una demostración masiva de rechazo a la medida. Manifestaciones con solidaridad colectiva a los estudiantes y al director sumariado pusieron en jaque a la dirección de secundaria y al gobierno.

Por obra y gracia de  las redes y los medios, un vocero estudiantil, Gerónimo, un valiente de 16 años, de a poco y no tan de a poco se transformó en el epicentro de las noticias.  Su manera de vestir, quien es, hasta un reportaje que le hacen a él sobre que estudia, qué objetivos tiene, etc. Aparecen políticos que interactúan y polemizan con Gerónimo, periodistas que desde los medios hasta lo amenazan  con agarrarlo de los pelos, claro, como si fuera un hijo, en fin, de vocero a estrella los medios y las redes tomaron a Gerónimo como trofeo líquido de una realidad más oscura y permanente. La publicidad vende con destaque a las distintas y novedosas manera privadas de educar, la enseñanza pública es mostrada como caótica y por supuesto a los jóvenes que se organizan gremialmente revoltosos, con vestimentas raras y con salones sucios que interrumpen el año lectivo.

Escondidos en la parafernalia lateral quedan algunos datos, como por ejemplo que el director sumariado fue antes director en 3 liceos y llegó al IAVA, justamente por altas calificaciones. Tampoco se pone en primer plano a los ya miles de estudiantes que se movilizan contra esto ( a saber, autoritarismo e injusticia) La rebeldía es sinónimo de juventud y por estos días donde todo apunta a juventud y consumo el que se reivindique el esfuerzo colectivo por causas comunes y justas indigna a quienes pretenden conducir la educación.

Gremios docentes, padres y sobre todo una enorme muchachada se alborota frente lo autoritario. Bienvenida la rebeldía y la pelea por causas justas. A veces las imposiciones absurdas vienen escondidas en simples medidas de presunto orden. Se pretende hacer una rampa de accesibilidad, en un centro que si la tiene, lo que tiene es un ascensor roto justo frente a la rampa que si existe pero que impide acceso al segundo piso si no es por escaleras.

Valoro altamente la valentía de Gerónimo un muchacho de 16 años que se anima a ser la voz de los miles, pero más valoro a los miles que encuentran valor  en levantar la voz desde lo colectivo, a exponer la injusticia, a rebelarse a indignarnse contra lo injusto.

A los mayores nos está faltando indignación, rebeldía, nos están pretendiendo vender un recorte jubilatorio como reforma jubilatoria y allí vamos tímidamente enojándonos.

En fin, supongo que la rebeldía y la sociedad en movimiento pero no tan líquida viene en envase joven.

Por Walter Martínez

 

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