En el marco de los 50 Años de la Huelga General Homenaje al Dr. Marcos Carámbula

Tiempo de lectura: 7 minutos

De la resistencia a la dictadura

El viernes 13 de octubre pasado, en el local de ADEMU-AEBU en la ciudad de Las Piedras, se realizó una jornada de “Homenaje a la resistencia del pueblo uruguayo”, donde se pasó el documental del mismo nombre, realizado por Voces de Canelones, en que se entrevista al doctor Marcos Carámbula, ex senador y ex intendente del departamento de Canelones.

Tanto la apertura como el cierre fue musical, en especial por el dúo Dos Cuatro Rebeldía (Lucas Silveira y Mauricio Meléndez) y por Juan, cantautor.

Hubo saludos de la Vertiente Artiguista, tanto de José “Pepe” Bayardi y Enrique Rubio, de Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio y en especial el saludo pregrabado de Belela Herrera.

En un abarrotado local se contó con la presencia, entre otros, del ex ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, el alcalde de Las Piedras, Gustavo González, el prosecretario de la Intendencia Municipal de Canelones, Francisco Legnani, así como ex presos y ex presas políticas del departamento canario.

La realizadora del documental, integrante de Voces de Canelones (antes como Voces de Santa Lucía), profesora María Julia Listur, contó el camino transitado para crear una instancia para hacer una serie de testimonios de las y los militantes contra la dictadura. En ese sentido, el documental sobre Marcos Carámbula es el primero de diez documentales que ya se han realizado y están colgados en youtube (Voces de Canelones), y reafirmó que el doctor Carámbula fue el creador de ese espacio de memoria.

Todo comenzó cuando ex presas políticas de Santa Lucía se reunieron y decidieron contar sus experiencias, para que las nuevas generaciones sepan, porque aún no lo habían hecho. “Cómo vamos a cargarles a ellos (sus hijos) con todo el dolor, la pesadumbre”, pensaban, pero luego cambiaron de opinión, para dar el testimonio de los sobrevivientes, hacer “que la gente hable” y que se sepa lo que pasó. Así fue que entre 2013 y 2014 se decidieron a recorrer casa por casa, barrio por barrio, y luego fueron ayudados por un grupo de jóvenes —grupo “Spika”—, para buscar a personas que quisieran contar su experiencia.

También la secretaria del seccional de Las Piedras, Belén Chirico, tuvo palabras emotivas sobre el evento y en especial su recuerdo de Marcos Carámbula como médico que nunca dejó de atender pacientes, en todas las circunstancias.

La presidenta de la seccional de Las Piedras de AEBU, Cristina Alfonso, fue, junto al integrante del sindicato de ADEMU Canelones eje ruta 5, Malcolm Volpi, quienes moderaron la actividad y tuvieron palabras de agradecimiento hacia los presentes, reafirmando eso de la memoria colectiva que no hay que perder. Ambos sindicatos comparten el mismo local desde el año 2020 y por lo general realizan actividades conjuntas.

Al final todos los presentes entonaron “A don José”, reafirmando la idea artiguista de soberanía y libertad que está muy arraigada entre los pedrenses.

“Más allá de la peripecia personal”: el documental

En el documental el ex senador, ex intendente y doctor Marcos Carámbula, hace un repaso de las circunstancias que llevaron al golpe de Estado, su deriva y la salida democrática. Apoyado en imágenes de la época, en blanco y negro, y otros testimonios (como el de su esposa, la historiadora Elena Pareja), durante casi una hora el doctor Carámbula fue desgranando sus memorias y exponiendo ideas, pensamientos y conceptos.

Tomando como punto de partida el año 1968, y comparando el Mayo francés con las luchas estudiantiles por el presupuesto para la enseñanza, fijó el inicio del Terrorismo de Estado con las muertes de Líber Arce, Susana Pintos, Hugo de los Santos; esa unión que se expresó en la consigna de “Obreros y estudiantes, unidos y adelante”. Un punto de quiebre, que expresó la fragilidad de la democracia, fue el entierro de Líber Arce.

Lo cierto es que para toda una generación de jóvenes, que creían que “la revolución estaba a la vuelta de la esquina”, ese movimiento expresaba el convencimiento y la esperanza que, como jóvenes, podían aunar esfuerzos para mejorar el país y resolver los problemas de las grandes mayorías.

Pero el inicio del terrorismo de Estado no fue aislado, no fue una práctica meramente local sino que fue parte del plan esbozado por el Departamento de Estado de Estados Unidos mediante la Doctrina de la Seguridad Nacional que se llevó puesto a los gobiernos democráticos en la región. El golpe de Estado en Brasil, primero, luego en Uruguay y en el Chile de Allende, con su asesinato cobarde (el documental transmite imágenes del bombardeo del Palacio de la Moneda) y en la Argentina con los “vuelos de la muerte”.

En el caso uruguayo el punto de inflexión fue el año 1972 —dice Carámbula, mirando a la cámara detrás de sus grandes lentes, del tipo de los que usaba Onetti—, cuando se derrota militarmente al MLN y aumenta la represión contra el pueblo uruguayo y sus organizaciones, el asesinato de los ocho comunistas de la seccional 20, la muerte del militante socialista Walter Medina y del comunista Ramón Peré, y la generalización de la tortura y el accionar de las bandas parapoliciales.

El año anterior se crea el Frente Amplio y Marcos Carámbula hace un repaso del surgimiento, del entronque común en una idea de país, una idea artiguista y democrática, pacífica y pacificadora. Vuelve la vista a la campaña electoral de ese año, de la muerte de un niño en la gira que realiza el FA por el interior y el discurso en el acto final de Seregni, donde reafirma, justamente, su vocación “pacífica y pacificadora” de ese conglomerado político.

Desde el documental, Carámbula afirma que “cada uno de nosotros jugó su papel”, y tuvo un reconocimiento expreso a ciertos hombres y mujeres que enfrentaron la tortura y que murieron a consecuencia de esta, y a los que aún están desaparecidos, como Antonio Omar Paitta y Juan Pablo Errandonea. También recordó el digno papel de Vivián Trías tras su detención en Los Vagones (de Canelones), o el de Perico Pérez Aguirre ayudando en todo lo posible a los que más lo necesitaban desde La Huella.

A pesar de los destituidos, de los que estaban en la categoría C y no podían trabajar, de la represión y la clandestinidad, siempre se hizo algo por el 1º de Mayo, pero especial renglón ocupan las mujeres —reafirma Carámbula—, que debieron resistir, sobrevivir y fueron “vehículos de la solidaridad” humana, en las peores condiciones que les tocó vivir.

Repasó, también, brevemente, el empuje del canto popular, en nombres como de Los que iban cantando o Larbanois-Carrero, y, sobre todo, desde Las Piedras, el faro que significó la revista La Plaza, que fue un espacio de libertad.

Parado desde allí el doctor Carámbula recordó, muy especialmente, al maestro Julio Castro, pedagogo de la esperanza, a José Luis Massera, un matemático brillante por el que se hizo campaña por su libertad en todo el mundo, de Eduardo Bleier y Oscar Tassino, muertos y/o desaparecidos.

No ocultó su emoción al recordar a su hermano, Gonzalo Carámbula, un constructor de la cultura popular. Y la cultura, justamente, tuvo un papel importante en torno al plebiscito del NO.

Porque así, en su repaso histórico, llegamos al plebiscito del año 80 y la confluencia de personas, hombres y mujeres, personalidades políticas o sociales en el triunfo del NO, en la confianza de líderes de otros partidos, como German Oyhenart, integrante del Partido Nacional, que estaba convencido que el NO iba a triunfar, como efectivamente sucedió, a pesar de toda la campaña oficialista. Y allí empieza a estar, también, la voz de Germán Araújo, abriendo espacios, comunicando la esperanza.

Pero a pesar de ese pequeño triunfo, que a la postre marcaría la etapa final de la dictadura, se desataron coletazos de represión entre 1981 y 1984, con la última muerte por torturas de Vladimir Roslik, cuyo único pecado había sido estudiar medicina en la Unión Soviética gracias a una beca.

Ello le llevó a reflexionar sobre el triste papel de los médicos que permitían el continuar con las torturas, el triste papel ético de los mismos. Contraponiéndose, por supuesto, al compromiso médico, profesional, social y político del homenajeado, por ejemplo. El eje fue, siempre, la cercanía con las personas que sufren y el intento de resolver de raíz las causas de la pobreza y la miseria, en la búsqueda de la felicidad común.

Las elecciones internas en 1982, los colorados batllistas, la ACF y el voto en blanco marcando una presencia democrática. Y luego lo que siguió hasta recuperar el estado de Derecho, a pesar de la insistente impunidad de los réprobos.

“Mantenemos la pasión revolucionaria”

Encendidas las luces, apagados los ecos de los aplausos, el doctor Marcos Carábula se levantó, emocionado, y aún tuvo unas palabras para los presentes. Algunas cosas que él mismo había dicho en el documental le quedaron reverberando entre sus pensamientos, y comentó una idea esbozada por Luis Hierro Gambardella, cuando analizaba el resultado del plebiscito, como pueblo: “los uruguayos, esos héroes”. A eso él (el doctor Carámbula) le agregaría que también fueron heroínas las mujeres, criando, apoyando al compañero preso, resistiendo, militando boca a boca, barrio a barrio, con riesgo, con miedo pero con compromiso y responsabilidad.

Porque todo esto se trata de la memoria colectiva más que de un solo hombre, aunque éste sea parte de una generación en que asumimos ciertos valores, como el hombre nuevo, con la imagen y la práctica del Ché que nos comprometía, con ética humanista. Una generación que tomó “distintos caminos pero el mismo objetivo: cambiar la sociedad”.

Por último, el doctor Marcos Carámbula, no pudo sustraerse a la actualidad, y refutó dichos del vetusto líder colorado Julio María Sanguinetti, en el sentido de que éste busca desentenderse de haber sido parte del gobierno del pachecato, de las Medidas Prontas de Seguridad y de la Ley de  Educación y de todo lo que luego llevó a la dictadura, pero, fundamentalmente, de querer hacernos creer en la “teoría de los demonios” cuando, como vimos, lo que aquí hubo fue un plan organizado por el imperialismo estadounidense, en el marco de la Doctrina de la Seguridad Nacional que en nombre de la libertad y del peligro comunista arrasó con todos los derechos individuales y montó un seguimiento a líderes sociales, sindicales y políticos desde mucho antes del surgimiento de la guerrilla tupamara.

En todo ese proceso nosotros perdimos pero aprendimos —reflexiona el doctor Marcos Carámbula, mirando a los presentes—, nos equivocamos, sin duda, pero mantenemos la pasión revolucionaria, que es la que nos guía.

Por Sergio Schvarz
Periodista y escritor Uruguayo

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.