Una contundente declaración de economistas frenteamplistas defendiendo el NO a la reforma sacudió nuestro tablero político.
El que entre las firmas estuvieran varios ex ministros de economía y algún posible futuro ministro le da a la declaración particular fuerza. Tanta, que en un panorama electoral más bien flaco de debates políticos acaparó la agenda mediática.
Supongo que la cantidad de economistas que adhieren a esa mirada pretende dar una inapelable conclusión sobre lo que debe hacerse….algo a así como “es la economía estúpido”
Puede sonar agresivo pero pretende parafrasear algo que alguna vez se dijo por ahí, pretendiendo ser concluyente. Que provenga de compañeros del FA que miden mucho sus palabras, conveniencias o no de debatir tal o cual cosa como estrategia de campaña, por lo menos me llama la atención.
A ojo de buen cubero, especulando solamente con que toda la coalición en contra, que argumentará y por supuesto no ensobrará en sus listas y los sectores del FA ,que hacen lo mismo, es decir argumentan y tampoco ensobrarán creo que a priori, no parece que el plebiscito se apruebe.
La práctica política dice que si vas ganando, es mejor no hacer olas, entonces una declaración de esa contundencia por definición y firmas, ¿a santo de que se realiza?.
Sobre todo cuando quienes impulsan el plebiscito son tus aliados, como el movimiento social o tus propios compañeros del FA.
¿Me parece mal la discusión? No, en realidad no, al contrario, creo que la discusión política y sobre todo aquello que involucra los intereses de la sociedad deben ser laudados por ella misma.
Creo también que en la democracia representativa delegamos en otros nuestra representación pero, la democracia directa, la consulta popular es siempre apelar a la ciudadanía toda e involucrarnos, informarnos y decidir es bueno. No tengo dudas, voy a votar al Frente Amplio, de ninguna manera la coalición conservadora me representa pero también en eso tan reprochado como “el pensamiento único” disentir y pensar que en tal o cual acción mis intereses no son representados vale. Acompaño la idea de eficiencia y honestidad como elementos esenciales de gestionar el estado, ahora bien, creo que si no agrego a esos dos conceptos el de equidad, confundo estado con empresa,(creo que es una asociación posible a los malla oro).
Me parece (con total honestidad de parte de quienes desde el FA, votan no) creen hasta por las cifras que exhiben, razonan que o todo queda como está o viene el abismo.
Por supuesto que en su conclusión y con cifras precipitan ese abismo hacia la sociedad toda y sobre todo hacia los sectores populares. Otras prioridades quedarían postergadas, niñez, cuidados, salud, educación.
Me impactó un comentario que hizo Zuasnabar destacado director de una encuestadora. Decía que algo que se comprueba es que la gente no percibe ningún miedo a que gane uno u otro.
Gane la coalición o el FA la sociedad “no percibe riesgos”. Si lo valoro como la fortaleza democrática que transitamos puedo decir bien por ello, pero si no percibo que no es lo mismo, que los sectores privilegiados en una u otra conducción política sean distintos estoy en problemas.
Me parece que el movimiento sindical en Uruguay ha tenido y tiene un peso político de primera magnitud y vaya si es merecido. Además del ejercicio democrático de elecciones que autorizan o no a sus dirigentes hasta creo que su representatividad es más sometida a escrutinio que a nuestros gobernantes y legisladores. Con esto quiero decir que las páginas más importantes de nuestra historia han estado escritas por los trabajadores, las grandes huellas de logros y derechos siempre salieron de los sindicatos y los movimientos sociales. Enorme madurez política, consecuencia absoluta con sus intereses. La capacidad de unirse precedió a la política. Recientemente nos convocó a resistir la LUC, una ley (conjunto de leyes en un mismo paquete) que no logramos derogarla pero si demorar su implementación y obligó a un gran debate con una enorme cantidad de ciudadanía que la apoyo. Mientras la política era derrotada en las cámaras, los trabajadores dieron la batalla en las calles explicando lo regresivo y desprolijo de la famosa LUC, a veces ganar o perder no se mide solo por el más –menos, sino por la experiencia de difusión y discusión de las decisiones que quienes gobiernan toman, no se puede decidir nada importante entre gallos y medianoche.
¿Los economistas saben de economía?, pues los trabajadores saben defender sus intereses, tienen sabiduría y madurez política y a la hora de defender sus postulados, siempre pagaron altísimos precios, en la calle, con privación para su hogares, con represión y muerte.
Considero que la política debe ser jerarquizada sobre la economía, que los equilibrios macro deben sostenerse no desde las espaldas de los más necesitados sino contemplando justamente criterios de equidad. Hace poco un compañero legislador decía que en su opinión no podría volcarse el 6 % del PBI para educación. Todas las soluciones para el tema de seguridad tiene tonos represivos. Claramente siento que estamos ” a la defensiva”, no quiero vivir en una sociedad donde me arrinconen por limitando mis derechos, que los equilibrios económicos se logren siempre a costa de los más humildes. Debemos convivir con el mundo empresarial, con el mundo de la gran concentración de la riqueza, pues bien que sea así, pero donde el dinero se acumula es desde donde habrá que financiar las políticas sociales. Miles de trabadores pierden su empleo por los avances tecnológicos, dicen que en el 2030 se habrá perdido un tercio de las actividades laborales tal y como las conocíamos. ¿Entonces? Será que en vez de trabajar hasta los 60 hay que trabajar hasta los 65?. La mayor expectativa de vida tiene que necesariamente significar más trabajo y no más libertad y ocio. ¿Las AFAP? ,¿la seguridad social en manos de privados?¿ Cuál ha sido el éxito de tal gestión?
No quiero que mi fuerza política sea solo “un administrador más de lo posible. Los problemas de este tiempo, aumento de la población, aumento de la expectativa de vida, reducción de los puestos de trabajo, agotamiento de recursos naturales, contaminación. Todos esos abordajes necesitan de análisis y elaboración humana y colectiva, sobre todo porque toda la población la padece y solo unos pocos se benefician, no hay manera que con una mirada economicista y de rentabilidad esto pueda ser abordado.
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