A Trump se le llueve la casa

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Las bravuconadas y la continua generación de amenazas por parte de Trump hace que la atención del mundo se concentre en esos eructos Panamá, México, Gaza, Groenlandia y Ucrania) y encubre, hasta cierto punto, lo que está sucediendo en estos días en los Estados Unidos.

La edad de oro trumpista y los barquinazos de su economía

En verdad hay asuntos que no están funcionando como antes en los dos meses de esta nueva era Trump pero no precisamente como el magnate pendenciero habría deseado o prometido. En la economía estadounidense están apareciendo luces rojas sin que nadie sepa a ciencia cierta si lo que sucede es debido a los recortes brutales del gasto público, a los brulotes arancelarios contra vecinos y competidores o a otras razones pero los indicadores son negativos y las cosas no están marchando bien.

Por ejemplo, el principal índice bursátil del país, el Standard and Poor’s 500 (S&P500) con una capitalización de 480.000 millones de dólares que representa el 80% del mercado de capitales ha presentado una proyección de ruptura a la baja este sábado pasado (una pérdida de casi el 6%). Hay que tener en cuenta que ese indicador es vital para el ahorro para pensiones de cientos de

Fernando Britos V.

millones de estadounidenses y es el indicador que siguen con más atención los estadounidenses de a pie. El dólar ha caído un 3,35% en las últimas seis sesiones de las bolsas de valores, en comparación con la media de los principales valores: es un descenso muy rápido para la principal moneda de reserva del mundo. Esta caída según observadores norteamericanos a una sospecha, más o menos difundida, en el sentido que la economía se está enlenteciendo y es esperable que próximamente la Reserva Federal (el Banco Central de los Estados Unidos) deberá recortar las tasas de interés para dar fuelle al sistema.

Aún ante quienes no somos economistas sino observadores informados aparecen otros indicios de fragilidad de la economía del principal país capitalista. Por ejemplo, en este febrero próximo pasado Estados Unidos generó 151.000 puestos de trabajo, por debajo de la estimación de los analistas que era que se necesitaba crear por lo menos 160.000. Por ende la desocupación alcanzó el 4,1% superando el rango meta oficial del 4%. Aunque no parece una desocupación dramática, sin embargo los porcentajes ocultan que los desocupados parciales, los que no encuentran trabajos de tiempo completo, alcanzaron las cifras más altas en casi tres años.

Los índices de precio al consumidor aumentaron y Goldman Sachs, probablemente la banca de inversión más grande del mundo, ha hecho una revisión al alza de su proyección de costo de vida para el año en curso tomando en cuenta las amenazas arancelarias.

En todo caso la promesa trumpiana sobre una nueva “edad de oro” no ha sido más que eso: promesas. Es posible que las marchas y contramarchas de la administración estadounidense en materia de aranceles (25% de aumento para México y Canadá, anunciado y no concretado; los incrementos a los productos chinos anunciados pero no definidos) así como los recortes del gasto público han provocado tensión en los mercados; muchas empresas contienen gastos e inversiones a la espera de que se presente un panorama más claro en cuanto a guerras comerciales. Varios observadores internacionales han señalado que la tensión generada por el magnate afecta a su administración y genera la tentación de manipular las estadísticas.

Howard Lutnick, el economista y empresario multimillonario que se desempeña como Secretario de Comercio desde el pasado 18 de febrero, dijo que se debería descontar el impacto del sector público del cálculo del PBI. Una idea inmediatamente apoyada por Elon Musk y que demuestra el temor de los trumpistas a que el despido de decenas de miles de funcionarios públicos y la eliminación de importantes dependencias gubernamentales ya esté dañando la economía del país.

No es casual que en las últimas semanas los trumpistas (en este caso Lutnick) hayan echado a los expertos independientes que trabajaban en dos dependencias del Departamento de Comercio. Ambos comités eran vitales para contar con estadísticas confiables: el Federal Economic Statistics Advisory Committee y el Bureau of Economic Analysis Advisory Committee. Sus integrantes fueron despedidos mediante mensajes de texto.

Donde Trump está concentrando sus maquinaciones es en la Federal Reserve. El magnate quiere echar a Jay Powell, el decimosexto Presidente de la Reserva Federal, un rancio conservador que fuera nombrado por el propio Trump en el 2018. Ese cargo es designado por ley y resulta intocable para el magnate que ahora está actuando sobre la Corte Suprema para intentar remover a Powell y designar a alguien que permita manipular en forma decisiva sobre el mercado accionario y el dólar.  

La motosierra de Musk, su pelea con Rubio y varios disparates

 El Washington Post expuso que desde la asunción de Trump a este domingo pasado más de una docena de episodios de violencia han golpeado las empresas de Elon Musk en los Estados Unidos y en otros países. Se trata de actos de microterrorismo contra los concesionarios de autos Tesla y sus estaciones de recarga. Cocteles molotov para incendiar los vehículos en venta, disparos de fusiles de asalto, pintadas repudiando al supermillonario que se ha convertido en “el ministro del recorte” de Donald Trump. Los atentados se suman a otros dolores de cabeza para Musk: la baja de las acciones de su compañía y la rabia que ha despertado incluso a nivel del gabinete de Trump y entre sus votantes por el despido de decenas de miles de funcionarios públicos y clausura de dependencias gubernamentales.

Marco Rubio y Elon Musk

El 20 de enero de 2025, Elon Musk (el hombre más rico del mundo, con 458.000 millones de dólares) después haber financiado la campaña de Trump con más de 300 millones, pasó a ser Consejero Superior de la Presidencia de los Estados Unidos y Director del flamante Departamento de Eficiencia Gubernamental. La agresividad de Musk para despedir personal y clausurar dependencias estatales ha llegado a provocar un duro enfrentamiento incluso al interior del gabinete de Trump. Según el New York Times, en una de las reuniones, Musk le reprochó al Secretario de Estado Marco Rubio el no haber echado a nadie. A esto Rubio respondió lamentando que Musk hubiese eliminado la USAID que era una dependencia del (Ministerio de Relaciones Exteriores) Secretario de Estado Rubio.

En efecto, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional es la encargada de distribuir la mayor parte de la ayuda exterior de carácter no-militar, cooperando con los países receptores en las áreas económica, agrícola, sanitaria, política y humanitaria. Musk resolvió cancelar el 83% de los programas de la Agencia.

Por su parte el Secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió que el despido masivo de controladores aéreos conduciría a graves accidentes. Debido a la disputa, Trump debió intervenir para calmar los ánimos, estableció que Musk debía identificar los gastos públicos que debían ser eliminados pero que cada uno de los ministros podía disponer como se llevaría a cabo la supresión de servicios.

Está claro que el recorte del gasto público no es una empresa económica sino una campaña ideológica que ha llevado a distintos disparates. El más notable tiene que ver con el nombre del avión que lanzó la primera bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. El capitán a cargo de la misión había bautizado a su B-29 con el nombre de su madre Enola Gay. Dicho sea de paso, hace ochenta años e incluso menos tiempo el nombre de pila Gay era bastante común en las mujeres estadounidenses, en su sentido original: alegre, feliz.

Peter Hegseth, un oscuro personaje, presentador de televisión, militar  y fanático supremacista de ultraderecha, como Secretario de Defensa lanzó su revolución machista y dispuso eliminar todos los términos de diversidad y tolerancia por lo cual el nombre del avión no solamente fue suoprimido sino que el recuerdo del mismo fue eliminado de todos los archivos, suprimidas todas las fotos. 26.000 fotos de héroes de guerra con el nombre de pila Gay fueron eliminadas. Todo responde a una orden ejecutiva firmada por Trump que dispuso eliminar todos los programas y archivos relativos a Diversidad, Equidad e Inclusión. Esto supuso que el Pentágono eliminase todas las fotos de mujeres soldados y soldados no blancos.

 

Por el Lic. Fernando Britos V.

 

 

 

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