La batalla y hegemonía cultural es previa y condición de la victoria política
Nota – Los comentarios a continuación,
se inspiran y copian un fragmento del
Vice-presidente del Estado Plurinacional
de Bolivia, el compañero Alvaro García Linera. (1)
En este caso destaco lo que comenta sobre la victoria cultural como condición previa a la victoria política. En Uruguay se escucha y lee todos los días de cómo estamos perdiendo la batalla cultural, la de las ideas, lo cual se puede apoyar en hechos y fenómenos reales por supuesto.
Pero para ser gobierno en la capital hace 26 años (siendo que además los déficits en cuestiones fundamentales son grandes), para ser gobierno con mayoría absoluta nacional en tres períodos consecutivos, haber reelegido un presidente (un caso que se equipara con B. y Ordoñez y Sanguinetti), para todo eso, las ideas que representamos, se les llame de izquierda o se les llame como se les quiera llamar, eso es lo de menos, son las que impregnan mayoritariamente a nuestra sociedad entera.
Las ideas de república, de igualdad entre los ciudadanos, de libertad, tolerancia y convivencia democrática, de solidaridad en cuestiones fundamentales, el rescate del pensamiento y las propuestas artiguistas, las varelianas, las del batllismo avanzado de principios del siglo XX, la del movimiento obrero con justicia social, las diversas expresiones culturales y artísticas desde las más “populares” como el carnaval, el teatro y el cine, el rock y el folklore a las más “cultas” como la ópera y el ballet, ese conjunto de valores, los que acompañan y dan sustento real, firme, sólido, a los avances políticos y sociales que si no empiezan en 2005 seguro han tenido un impulso copernicano.
Por eso también, los avances (que son de la sociedad ) desde 2005 son difícilmente desmontables, neutralizables.
Sin visiones ingenuas claro. La derecha restauradora vuelve por sus fueros, se aprovecha de los problemas reales, se aprovecha de nuestros errores e inconsistencia, para vestirse de cordero e intentar sacarnos.
Pero la victoria cultural previa asentada en la sociedad en forma mayoritaria, es lo que les hace más difícil (que no imposible) volver, Y si volvieran, que seguramente algún día van a ganar, como lo demuestra haber perdido en Maldonado luego de dos períodos, Salto, Paysandú, Artigas, Treinta y Tres, Florida, lo fundamental será que no puedan desmontar lo hecho y lo avanzado en el largo camino de construir una sociedad mejor, un camino que se recorre en décadas y décadas.
Pero hoy no estamos pensando en resistir. Hoy el momento es gobernar para la mayoría, hoy el desafío es mover el país entero, hoy el deber es llegarle a toda la sociedad y a sus distintos componentes para que se sumen al proceso de cambio de acuerdo a sus intereses y teniendo en cuenta sus posibilidades reales y no nuestros deseos.
El gran Rodney Arismendi, el mayor teórico de la revolución uruguaya, en la hora del Frente Amplio lo concebía como un frente avanzado con apoyo principal en los trabajadores y las capas medias de la ciudad y del campo, pero agregaba algo que hoy desde 2005 se ha vuelto fundamental, decisivo para seguir avanzando, y es, alrededor del FA promover la participación en ese proceso de cambio de «todos los que se oponen a la oligarquía y el imperialismo».
En términos de hoy y no de 1970, es el 99% que se opone al 1%. Lo que no exime ni esconde contradicciones secundarias, pero no puede hacer perder el objetivo fundamental, avanzar como país y sociedad, en igualdad, en soberanía, en cultura y educación, en libertades y derechos. Y para eso hay que, en una nueva vuelta de tuerca, incorporar a la batalla cultural, social, económica y política, a nuevos sectores dentro de ese 99%. Hoy somos más fuertes, tenemos el gobierno y principales resortes de poder. Se puede acometer las «tareas» superiores, que son otras bien distintas que las que nos trajeron hasta acá.
Hasta acá nos trajo un movimiento popular, social y político, unido y unitario en lo organizativo y en lo programático, que enfrentó a la derecha y al neo-liberalismo. A partir de acá, es una sociedad entera mayoritaria la que tiene que avanzar, construir, imaginar y concretar.
Por el Sociólogo Bernardo Ramazzi
La ONDA digital Nº 785 (Síganos en Twitter y facebook)
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.