Definición del diccionario. Alternancia. Cambio sucesivo en el estado o en la situación de dos personas o cosas, de modo que mientras una ocupa un puesto o desempeña una función, la otra no lo hace, y viceversa. Sinónimos. Alternancia: sucesión, relevo, rotación, variación, turno, cambio.
Por estos días, cuando se piensa o se trata de definir en términos políticos se menciona la alternancia como un atributo o característica de la democracia.
Esta definición y en las cercanías de los tiempos electorales parecería explicar la pretensión de la derecha uruguaya de incluirse como recambio natural y empujar el retroceso y retirada del FA del gobierno. Europa es el modelo que más a mano tenemos y al que siempre se apela. Esa oscilación entre izquierda, más o menos de centro y derecha más o menos del lado de allá es la asociación permanente a la que se recurre. Esto se complementa con políticas proteccionistas o liberales, con mayor presencia o no del Estado, una especie de recetario prestablecido sobre lo que es o debe ser alternancia.
La literalidad de las palabras y sus significados acordados como ciertos (en este caso definición del diccionario) son una buena herramienta para definir conceptos pero el uso que le damos muchas veces nos va corriendo de su definición exacta y nos instala en aquella asociación que repetida hasta el cansancio, la termina definiendo como cierta.
Volviendo a la definición original, en ella no se establece direccionalidad, alternar no está definiendo un rumbo, izquierda, derecha, arriba o abajo.
Esto dicho así parece casi un embrollo pero me parece que en realidad nos quieren vender gato por liebre. En el marco del juego democrático desde el gobierno del FA se han producido muchísimos cambios, no voy a reiterar aquí cuales porque en la actual campaña se están remarcando a cada momento pero lo que no me parece que se vea demasiado es que en el FA, ha habido alternancia, relevos, rotación, recambios. Basta mirar los dos períodos de gobierno. Presidentes distintos, estilos distintos, énfasis distintos y por supuesto el Frente Amplio, colectivo fuertemente definido por ser de ideas ha tenido en su seno durante los dos períodos de gobierno fuertes tensiones en búsqueda de rutas y caminos a tomar.
Mirando hasta con cierto detenimiento creo que la permanente contraposición de ideas hasta fue un elemento a veces dinamizante, en otras de obligada reflexión y muchas de acuerdo obligado. Creo que justamente a la derecha uruguaya, caracterizada por la homogeneidad de sus criterios le ha faltado movilidad y renovación de ideas. Han apelado para invocar a la alternancia o a la necesidad de cambios a ingeniosas campañas publicitarias donde el jingle es lo central, lo emotivo la búsqueda y a los logros del FA, que dicen ellos, que no hay que cambiarlos.
Entonces la mágica alternancia propia de los sistemas democráticos, liebre por contenido, se vuelve gato por lo que se esconde. La única alternancia a la que se recurre es la que nos llevaría a la austeridad, el recorte, la seguridad de la republicana derecha. Creo que a veces hasta a quienes nos apasiona la política y somos de izquierda caemos en la categorización instalada de alternancia.
El Uruguay cambió profundamente, no es solo por el gobierno realizado sino porque la sociedad democrática ha tenido profundos cambios. Estoy seguro que cualquier uruguayo de más de cincuenta nos debe costar asimilar estas modificaciones.
Sin ir más lejos solo algunos ejemplos recientes, la marcha de la Diversidad, una explosión de alegría, color y tolerancia estoy seguro a muchos aún escandaliza. O como hace poco leí una recopilación de relatos de situaciones escolares donde alumnos y padres se comunicaban con maestros al estilo del célebre Humor en la Escuela del maestro Firpo, pero incorporando las ceibalitas al lenguaje y a los sucesos cotidianos. Más allá de los dislates y cosas jocosas reflejaba que la sociedad recibió el impacto de esos cambios. O tal vez la contundencia del movimiento obrero organizado que toda la vida defendió salarios que siempre perdían valor, o contra despidos que una y otra vez aumentaban el índice de desocupación y hoy sin embargo hoy protagonizan la vida de país impulsando leyes que aumentan la seguridad, sentando jurisprudencia de mayor equidad.
Creo que los cambios se producen y se instalan más rápido y más profundamente que lo que culturalmente integramos y percibimos como sociedad. Por eso creo que esta sociedad móvil y contradictoria tiene un rumbo democrático en construcción permanente y que el cambio sucesivo en el estado o en la situación de dos personas o cosas, de modo que mientras una ocupa un puesto desempeña una función, la otra no lo hace y viceversa, aplica perfectamente .El Frente Amplio quizás sea la fuerza política que con mayor intensidad se adapta a este tiempo en alternancias, dinamismos y búsquedas. Sin afirmar que sea lo definitivamente correcto creo que por lejos se adapta, interpreta e impulsa infinitamente mejor que los otros partidos con aspiraciones de gobierno este tiempo y su diversidad.
Contiene en su seno tensiones de intereses, propuestas y necesidades distintas pero no antagónicas y elabora abarcativamente programas y soluciones que contemplan a la mayoría de la sociedad.
La democracia, es dinámica, en construcción permanente, habilita a definiciones diversas, ahora bien en esta época donde definimos a la sociedad como líquida, caótica o incierta no veo porqué debe asociarse el concepto alternancia como algo rígido y fatal, a un gobierno, progresista o de izquierda le sigue fatalmente uno de derecha o conservador. ¿Si no fuera así? ¿Por qué no una sociedad donde la alternancia es entre modelos que proponen y logran más derechos y más equidad? ¿Quién dice que la alternancia o recambio necesario no puedan ser pura y exclusivamente porque los desafíos humanos del siglo XXI nos exigen más audacia, más cambio?
El nuevo gobierno del Frente Amplio, será singular, novedoso, distinto a los dos anteriores por la sencilla razón que lo realizado y las nuevas realidades nos plantean otros escenarios. El gobierno blanqui -colorado no sería de alternancia sería solo de restauración de un camino ya recorrido que fracasó.
Por Walter Martinez
Columnista uruguayo
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