Las múltiples y necesarias formas de la unidad

Tiempo de lectura: 3 minutos

Luego de un primer impacto donde nuestra sensibilidad y emotividad se vio fuertemente interpelada por la aparición de los comentarios de Lucía Topolansky creo indispensable que reflexionemos sobre como inciden los relatos o miradas sobre el pasado.

Es innegable que el Frente Amplio ha sido la gran herramienta, el denominador común más importante alcanzado por  la izquierda, el progresismo para levantar y llevar  adelante un programa/proyecto donde se impulse y defienda una agenda de derechos, un conjunto de acciones donde los más desprotegidos de la sociedad sean contemplados.

Claramente todos las sectores que componen el Frente han puesto lo suyo en ese camino, me atrevo a decir que ninguna fuerza política ha trabajado tanto involucrando a tanta gente en la construcción del proyecto, en la elaboración programática, en la disputa por defender cada cosa acordada. También en ese proceso han quedado expuestos muchos matices y diferencias en nuestras diversas miradas.

Creo que con cierta sabiduría colectiva hemos sabido sortear nuestras diferencias encontrando siempre denominadores comunes y/o capacidad para soslayar aquellas diferencias donde  “no le encontramos la vuelta” para acordar y avanzar en una dirección.

Pues bien me parece que el resurgimiento una y otra vez de diferencias en el análisis y conclusiones de nuestro pasado reciente o no tan reciente donde se tensionan nuestras sensibilidades, hace imperioso que busquemos algún avance en encontrar denominadores comunes” porque corremos el riesgo de perder un camino muy importante de recorrido común.

Para “tender una mano al vencido” en el camino del reencuentro y la concordia es indispensable que el vencido se reconozca como tal y adopte decisiones que lo acerquen a la sociedad. Nadie puede desconocer “el clamor del silencio” que año a año decenas de miles de uruguayos recorren  la calle. Nadie puede desconocer lo macabro de buscar a ciegas en la tierra donde están enterrados “desaparecidos” que no lo son sino que son seres humanos arrebatados, muertos y escondidos.

Tampoco nadie podrá desconocer el poderoso pacto de silencio que los violadores de derechos humanos han impuesto y respetado entre ellos con solo excepciones.

Justamente esa decisión no los acerca a la reconciliación con la sociedad, “no los muestra derrotados”.

Creo que esa conducta nos exige otro tanto desde el campo popular, ser lo suficientemente inteligentes como para lograr un denominador común de sensibilidad colectiva, de lo que estamos dispuestos o no a aceptar en lo referente a los DDHH, a la justicia.

Los liderazgos se refrendan en la vida, los líderes se erigen desde la inteligencia, la convicción y la capacidad de liderar pero no pueden ser omnipotentes. No pueden ser arbitrarios, el camino recorrido tiene necesariamente que obligarnos a transitar dentro de determinados límites de responsabilidad.

La Compañera Lucía, respaldada por Mujica puede creer en su leal saber y entender lo que le parezca sobre cualquier cosa, e inclusive puede sentirse legítimamente orgullosa de la formidable construcción política que es el MPP  y su aporte al triunfo del Frente Amplio pero no puede desconocer que hay un pueblo de izquierda que hace al triunfo y a la unidad tanto como el resto, múltiples aspectos son los que determinan que las correlaciones de  fuerzas varíen.

En un aspecto bien distinto, pero ilustrativo de eso, muchísima gente opinó distinto sobre la seguridad social y mucha/os compañera/os de su propio sector no acompañaron su decisión.

La voluntad popular puso el enorme descontento que provoca el actual estado de cosas sobre ese tema y el  gobierno frenteamplista recién electo ya se ha expresado en el sentido de abordar este tema.

Me parece que esa mirada distinta sobre nuestro pasado está siendo hora de ser analizada y concluida con un criterio más serio y concluyente. No  se puede obligar a nadie a pensar lo que mejor le parezca pero si creo que respetar el dolor, la sensibilidad de miles de patriotas es indispensable para los recorridos unitarios.

En el mundo estamos asistiendo al avance de la derecha, de los más reaccionario y xenófobo de la sociedad, buscamos hasta con ansiedad cualquier triunfo progresista que nos dé señales de cambio de rumbo. Pues bien en el mundo global el progresismo vivió con alegría y expectativa nuestro triunfo, fue un rayo de luz, nadie puede ni tiene el derecho de arrebatarnos eso.

Creo que nuestros compañeros Lucia y el Pepe por lo menos en este aspecto nos deben silencio, ya ha quedado suficientemente explícito lo que piensan al respecto.

Por Walter Martínez

 

(Síganos en TwitterFacebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA

Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.