China marca sus límites

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El canciller chino Wang Yi expuso en rueda de prensa las líneas centrales de su gobierno frente a las primeras acciones de la administración Biden. Este 7 de marzo, en paralelo a la reunión de la ANP (la Asamblea Nacional Popular; el Legislativo chino ), Yi delineó los principales puntos de su relación con Estados Unidos luego de la “era Trump”. La primera línea trazada es que Estados Unidos no se entrometa en los asuntos internos de China. Y puso como ejemplos concretos a Hong Kong y Taiwán. Exigió eliminar los aranceles puestos por Donald Trump y terminar con las acusaciones en contra de su país sobre diversos tópicos, que la administración pasada manejó con insistencia, y que Biden comenzó a manejar también.

La Asamblea Nacional Popular está en proceso de aprobación de una reforma electoral para Hong Kong y Xi Jing Pin ha sido tajante refiriéndose a la soberanía China sobre Taiwán. El canciller Yi dijo que estaban dispuestos a una relación de “cooperación y sana competencia” basadas en el respeto mutuo entre “las dos economías más grandes del mundo”. Esta síntesis de límites define bases para lo que China está dispuesta a construir en la incipiente y compleja nueva etapa de relaciones con los Estados Unidos.

El presidente Joseph Biden tiene por delante desafíos nuevos. Europa tiene una estrategia propia que no tenía en la época de Obama. La definición alemana de que China es un “competidor sistémico y a la vez un socio imprescindible” es un duro revés a la expectativa estadounidense de restauración de la alianza atlántica con su liderazgo previo a la etapa de Trump. Si bien Emmanuel Macron expresó que la estrategia europea no es incompatible con la alianza atlántica, si dejó claro que será sobre nuevas bases.

China cambió la relación de fuerzas con el acuerdo de inversiones con la Unión Europea. Rusia aportó mucho también con el acuerdo del gasoducto del Mar Báltico hacia Alemania. Xi Jing Pin expuso una dureza poco común en un mensaje bastante reciente a su ejército instándolo a “estar preparado para la guerra”. Hace tiempo que no existe una hegemonía global. Hoy hay dos grandes polos de poder mundiales. Estados Unidos pretendiendo retrasar su fin de ciclo y China y su alianza estratégica con la Rusia de Putin afirmándose cada vez más en su camino a ser la primera economía.

Las definiciones de Wang Yi en nombre del gobierno chino dejan claros los límites del futuro inmediato. Para China no hay espacio ni tiempo para otra cosa que el respeto mutuo, la no intromisión en los asuntos internos ya definidos y la cooperación en una “sana competencia”.

Europa ya contestó. Biden tiene la palabra. Pero la tiene muy complicada. Interna y externamente.

Por Carlos Pita
Médico, político, ex embajador uruguayo en EE.UU.

 

 

 

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