Algo tiene el verano para los uruguayos independientemente del cambio climático, llega y miramos la costa tanto como podemos. Poco nos importa a los que somos de izquierda que el gobierno saque fotos de carreteras llenas diciendo ¿Dónde está la crisis?
Sabemos que no hay correspondencia entre la interbalnearia llena y pobreza pero además debemos cumplir con nuestra sacrosanta costumbre de los asados en casas de amigos en el balneario que sea. No nos vamos a privar de juntarnos descontracturadamente, picar algo, tomar algo y hablar de política. Esto último no es patrimonio de los frenteamplistas solamente, todo el espectro político se junta y no hay tema más conversado en verano que política. No son pocas las decisiones, alianzas, candidaturas que se resuelven en medio de las vacaciones.
Como ya es tradicional en mi cumplo con el rito reiterado de anunciar que no voy a ser candidato. Nadie me lo pregunta ni propone, pero es una manera de quitar temas de la mesa antes que lleguen. Jamás he logrado que llegue a ninguna mesa pero mi renuncia allí está.
No deja de ser un alivio anunciarlo, como siempre, puedo elegir las distintas opciones sin presiones.
Delgado, Beatriz Argimón y Raffo parecen ser los nombres que recorren los asados de las blancas tolderías.
Los encuentros colorados, que los imagino bien acompañados de bebida, deberán tener una dosis de genuino ingenio para levantar nombres que potencien a un partido histórico que no da la sensación de despegue.
Los encuentros cabildantes en cambio los imagino fáciles para el nombre, complicado para encontrar agenda, consignas y algo que les permita mantener el caudal de votación que lograron en su origen. Hace poco leí que Manini hablaba del pasaje de la niñez a la adolescencia de Cabildo Abierto…… no son fáciles los adolescentes ni la adolescencia.
No les deseo suerte en la búsqueda, por supuesto.
Pero claro los asados divertidos son los asados frenteamplistas, sospecho que el vacío y la pulpa debe estar siendo sustituido por el pollo, la hamburguesa, por la crisis y las verduras en la parrilla por ese avance incontenible del vegetariano veganismo.
Pero la intensidad del intercambio estará siendo bien rico, diverso y por qué no complejo.
Sobre gobierno multicolor debo decir que al voto 50 lo hace rendir mucho (más que el FA), nos corretean con su mayoría parlamentaria y desde allí esa agenda conservadora avanza viento en popa. Este dato lo considero bien importante, la alianza conservadora ha sido homogénea a la hora de gobernar. Será un desafío de la unidad progresista alcanzar acuerdos donde el proyecto a impulsar prevea, además de lograr la mayoría parlamentaria, una agenda de gobierno que consolide la mayoría.
Me detendré hoy en tema candidaturas del FA. Primero diré que superado los relevos históricos la/os líderes que aparecen es cierto que no son juveniles cincuentones largos en general son los circulantes pero si juzgamos en relación a nuestros históricos le bajamos por lo menos una década. Le agrego a favor la idoneidad, Orsi, Carolina, Bergara y Lima han construido su visualización desde su gestión, no me parece nada menor. A la hora de pensar en sus nombres uno puede apelar a una hoja de ruta bastante visible y comprobable.
No creo que el Boca Andrade finalmente dispute la presidencia pero su opinión y la de su partido serán relevantes para decidir. No seré novedoso si digo que hay dos cosas bien singulares que me acercan a su discurso. Primero es un dirigente que emergió de la sociedad misma, de los sindicatos, tiene un respaldo que excede a las estructuras. Su fervor e idoneidad discursiva ha conseguido una enorme atención. Por otra parte ese discurso siempre está fundamentado desde la izquierda y lo más destacable para mí, mirando a los más humildes, a los desprotegidos, a los trabajadores.
No seré tampoco original si digo que la reflexión política dominante le bajará el pulgar por su condición de comunista. ¿Imaginan un dirigente obrero y comunista recibiendo la banda presidencial?….no, no se lo imaginen, no va a suceder. Por lo menos, esta vez seguro.
Dicho todo esto me queda mirar a nuestra/os posibles candidatos. Tenemos buenos candidatos. Si algo tiene el hecho de gobernar además de desgastarte es que te da experiencia de gestión. Es cierto que lo analistas hacen énfasis en la visualización que logran. Si bien es parcialmente cierto, si no trabajas con ciertos niveles de eficiencia y sabiduría creo que no hay imagen que valga.
Sobre todo pensando en ese primer filtro que deberán sortear donde la/os votantes frenteamplistas elegiremos por voto secreto. Al respecto diré que somos exigentes, politizados, fervorosos luego de definir nuestras preferencias. En fin, no la tienen fácil l/os candidatos.
Casi puede delinearse ya una especie de alineamiento de sectores, corrientes y opiniones detrás de cada candidato. Es más casi me atrevería a decir que los mismos emergen de las distintas vertientes que nos componen. No estoy seguro si es bueno o no, de repente esa foto reiterada refleja nuestra incapacidad de tejer un interelacionamiento más flexible y positivo entre sectores. No es menos cierto y esto me lo recordaba Alberto Couriel hace pocos días atrás, que somos ejemplo en el mundo de unidad de izquierdas, sobreviviendo más de medio siglo. Superando en triunfo y derrota los procesos en unidad. Supongo que historiadores, políticos y sobre todo las nuevas generaciones deberán hacerse cargo de encontrarle la vuelta.
Pero este simple mortal que tratará de llegar a 2024 vivo (nunca se debe desdeñar esta variable) va a votar por Carolina Cosse.
Distingo varios aspectos que me hacen elegirla, pondría su condición de mujer en primer lugar y toda/os sabemos que lograr espacios de destaque en una sociedad machista, patriarcal (en fin, no me llevo muy bien con las categorías de este tiempo peros seguro se entiende). Una mujer debe esforzarse mucho más para ser tenida en cuenta. Le agrego que si bien la/os candidatos tienen respaldos sectoriales atrás, justamente Cosse no es una mujer que se haya posicionado por decididos sectores encolumnados detrás de su figura. No me parece menor este hecho, se lo apunto a favor.
Gestionó con logros evidentes en los distintos espacios donde ejerció conducción. Como hincha de Aguada, que disfrutó la inmensa alegría de festejar en el Antel Arena estoy tentado a poner “allá arriba”, la obra, en realidad, lo que más destaco es la claridad, paciencia y contundencia con que defendió esa obra, una y otra vez cada vez que la prensa, y todo el agrupamiento multicolor la interpeló por el tema.
Por supuesto que su gestión en Antel tiene aspectos infinitamente más destacables que el Antel Arena. Sino pregúntenle a Claro y Movistar que hoy usufructúan la infra de la compañía del Estado para su beneficio. En fin se me fue largo esto pero desde la Intendencia fue una clarísima contraposición al gobierno de Lacalle en tiempo de pandemia. La Intendencia desde el plan ABC, trabajó, respaldó, dio contención a los sectores más desprotegidos.
El demérito más frecuente que escuché sobre Carolina es su carácter poco flexible y un poco ¿tiránico? Al respeto diré que mi impresión muy parcial y escasa, pero mía, es que en las 2 oportunidades donde pude estar en reuniones con la ahora Intendenta pude apreciar su perfil ejecutivo y quizás hasta de ingeniero, tratando que todo siempre vaya a lo esencial, pero las 2 veces en las que estuve con participantes de varios sectores no pude apreciar a nadie avasallado ni sometido, asistí a intercambios respetuosos. En fin se me fue largo el comentario pero aquí estoy en 2 de enero proclamando a mi candidata.
Por Walter Martínez
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