1.100 millones recorren cada año el mundo. Para digerir esa invasión, las ciudades deben preservar el patrimonio urbano y hacer partícipes a sus habitantes de los beneficios del negocio. Un destino que pierda personalidad se arriesga a perder también a sus visitantes.
Las cuestión es cómo garantizar que el turismo sea sostenible desde el punto de vista ambiental, social y cultural…
Información
Fuente: El País es
La ONDA digital Nº 731 (Síganos en Twitter y facebook)
(Síganos en Twitter y Facebook)
INGRESE AQUÍ POR MÁS CONTENIDOS EN PORTADA
Las notas aquí firmadas reflejan exclusivamente la opinión de los autores.