La referencia a cantidades cuando se trata de viviendas, no abarca la comprensión del tema. Desde la referencia a un derecho humano hasta sus componentes en la vivienda actual confluyen muchos factores. Ya en varios artículos hemos enumerado la situación actual de la sociedad sobre el planeta, focalizada sobre el territorio nacional de lo que se deduce:
La cantidad necesaria de viviendas se difumina en un balance de utilización no-permanente derivado de la movilidad actual de la sociedad humana. Basta con ver las cifras de migraciones. La ubicación en referencia al lugar de trabajo, a la familia e incluso al país de origen deja de ser permanente, ni siquiera para una generación. Y los cambios demográficos así lo reflejan en muchos países.
La calidad en la condición física actualizada en proyectos y servicios
De manera que el objeto de construir debe adaptarse al uso actualizado. Reciclajes y Restauración: La enorme variedad de componentes constructivos aportados por las actuales tecnologías son aplicables a la restauración y reciclaje funcional de inmuebles obsoletos, abandonados o con defectos y riesgos en el uso. Elementos estructurales, de cerramiento, terminaciones de superficies y provisión de servicios admiten reciclaje para nuevas condiciones de uso, incluyendo las derivadas del cambio climático. No abundaré en precisiones técnicas al respecto en tanto existen colegas y técnicos preparados e idóneos para esa actualización.
Oportunidad de tenencia y ocupación
En nuestro país, desde el primer gobierno Batllista, durante décadas el Estado construyó y destinó viviendas al arriendo y/o usufructo vitalicio mediante instituciones como INVE y el Banco de Seguros. No obstante, la propiedad, arriendo y usufructo llevan implícitos derechos y obligaciones que necesitan ser aggiornados a la época en que vivimos. La permanencia en habitar debe acompañar los periplos vitales de las actuales generaciones. El paradigma de la vivienda propia ha perimido y el contexto de época requiere leyes acordes para derogar otras obsoletas. La mutación es de tal magnitud que la raíz del vocablo es obsoleta y el Ministerio de Vivienda debería llamarse del Habitar. El arriendo debe revitalizarse acorde a las necesidades actuales. Debe legislarse una interfase entre arriendo de tiempo extenso y el conocido Airbnb incluyendo su carácter universal.
La habitabilidad actualizada en proyectos y servicios.
En Uruguay Proyectista y Constructor son responsables de lo construido; las terminaciones durante tres años, los servicios cinco y diez sobre los componentes estructurales. Una vez que caduca la responsabilidad decenal, el mantenimiento edilicio requiere actuación de profesionales y empresas afines a construcción y servicios. Sobre esa realidad una postura de prevención debería, por Derecho comparado con Argentina, existir la obligación de certificar cada cinco años le idoneidad para habitar del inmueble. Agrego, de mi parte, que debería prescribir actualizaciones de rubros aptos al uso actual. Tampoco reseñare sistemas de construcción entre los cuales utilicé en centenares de viviendas una mixtura del tradicional y componentes constructivos acordes al tipo de vivienda eventual.
La necesaria participación del Estado
Una redefinición de áreas urbanas implica para los servicios una configuración acorde al inédito habitar sobre el globo. La referida metrópolis Montevideana requiere soluciones integradas al transporte y movilidad sobre el territorio. Promover y ejecutar planes de viviendas cuya forma y disposición atienda las actuales necesidades habitacionales satisfaciendo Derechos.
En todo el planeta se abre la oportunidad de cumplir las mejores expectativas de Henry Lefevre y David Harley universalizando a la vez el derecho a la ciudad y la vivienda.
Referencias
Arquitecto Luis Fabre
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